Piden que interceda por seis niños oaxaqueños a quienes se les niega agua de un río
Relatan cadena de vejaciones, expulsión de escuelas y marginación de programas sociales
Ángeles Mariscal (Corresponsal)
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 22 de noviembre. Indígenas evangélicos de Chiapas y Oaxaca solicitaron al secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, que “por humanidad” interceda a favor de seis niños a los que se les impide abastecerse de agua en San Pedro Petacaltepec, Oaxaca, por el hecho de profesar esa fe. Ante el funcionario, aseveraron que los actos de intolerancia religiosa se han agudizado durante la presente administración federal.
Los niños Hadiht, Talita, Israel, Hilba, Uziel y Edna Ángeles Basilio tienen prohibido tomar agua del único río que abastece la localidad. Cada noche, su padre, Gedeón Ángeles Cruz, indígena mixe, quien fue expulsado de la comunidad por no ser católico, les lleva garrafones con el líquido que obtiene de cavidades a ras de tierra, y para obtenerlo debe caminar varias horas por la sierra.
Gedeón, quien pertenece a la congregación de Iglesias Evangélicas de México, lleva nueve años padeciendo golpes, vejaciones, la expulsión de sus niños de la escuela, la exclusión de todos los programas de salud y desarrollo. “Por humanidad, señor secretario, le pedimos que por humanidad intervenga usted”, demandó Alfonso Farrera, presidente de la Barra Nacional de Abogados Cristianos.
Los evangélicos de Chiapas y Oaxaca, casi todos de origen indígena, acudieron al foro de consulta ciudadana sobre derechos humanos, organizado por la Secretaría de Gobernación. Antes de entrar se pusieron una camiseta que decía: “Ser evangélico no es un delito”, por lo que funcionarios del gobierno estatal les intentaron impedir la entrada. Al final del acto interceptaron a Ramírez Acuña y al gobernador Juan Sabines Guerrero, ante quienes expusieron sus denuncias.
Detallaron que en lo que va del gobierno en Chiapas han ocurrido 38 agresiones contra evangélicos, y en uno de los casos, sucedido en junio pasado en el poblado Jonalhó de San Juan Chamula, uno de sus compañeros fue muerto a pedradas por católicos. “La justificación que dieron fue que lo confundieron con un asaltante”, expuso Oscar Moha Vargas.
“Nos han destruido los templos; nos siguen expulsando a nuestros hijos de la escuela. Las autoridades de la Subsecretaría de Asuntos Indígenas avalan acuerdos de las asambleas de católicos donde se nos expulsa de los pueblos. Existe una aplicación parcial de la justicia”, denunciaron ante los funcionarios federal y estatal.
Expusieron que ante la negativa a hacerles justicia acudieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, cuyo secretario ejecutivo, Sergio Cantón, les envió el oficio P833-07, donde notifica que se dio entrada a la investigación de los hechos y en breve citará a los representantes del Estado mexicano.
Amenazadas, 18 familias de Socoltenango
Paralelamente, representantes de 18 familias de la comunidad Estrella Roja, municipio de Socoltenango, denunciaron que esta semana fueron amenazadas con ser expulsadas del lugar. Pablo Jiménez Borrallas, pastor de la iglesia Unidad Cristiana, dijo que sus hermanos evangélicos tienen problemas porque no quieren ni deben cooperar con 5 mil pesos que les piden por ejidatario y 2 mil 500 por avecindado para las festividades religiosas de los católicos.
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