Rosa Rojas (Corresponsal)
La Paz, 12 de diciembre. A 27 años del golpe de Estado de Luis García Meza contra la presidenta Lidia Gueiler y del asesinato y posterior desaparición de los cuerpos del dirigente socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz y del diputado Carlos Flores Bedregal, un juez condenó a 30 años de prisión a tres de los oficiales del ejército que participaron en los hechos.
Fueron 10 años de un juicio en que las condenas se emitieron finalmente por alzamiento armado, cuya primera parte concluyó esta tarde con gritos de “asesinos”, “asesinos” y “ni olvido ni perdón”, así como repudio a condenas benévolas y el reclamo de los familiares por la devolución de los restos de las víctimas.
Otros 14 implicados en el golpe de Estado y en la muerte y desaparición de los dos políticos asesinados en el asalto a las oficinas de la Central Obrera Boliviana (COB) fueron condenados a penas menores, de dos a cuatro años de prisión por encubrimiento y falso testimonio.
Los familiares de Flores Bedregal y Quiroga Santa Cruz estimaron que las condenas no guardan relación con la gravedad de los hechos que fueron considerados por el juez Angel Arias, pues en los expedientes consta que intervinieron en la comisión de delitos de lesa humanidad como tortura, desaparición y genocidio.
Denunciaron la demora en la justicia ante la complicidad de grupos de derecha y paramilitares, que han gozado de impunidad incrustados en el poder. Además, tras recuperar el país la democracia, los procesados se inscribieron en el partido Alianza Democrática Nacionalista (ADN).
Al frente de ADN estuvo el ex dictador Hugo Bánzer, que rigió el país durante 20 años mediante pactos políticos con los movimientos Nacionalista Revolucionario (MNR) y de Izquierda Revolucionaria (MIR), que protegían su impunidad.
Diecisiete, los acusados
En el juicio fueron 17 los acusados, cinco militares, tres paramilitares y los demás agentes policiales de órganos represivos.
De los condenados a 30 años de prisión, Felipe Froilán Molina Bustamante, Franz Pizarro Solano y Javier Hinojosa Valdez, se les imputó alzamiento armado, organización de grupos irregulares y asesinato. Sólo fueron condenados por los dos primeros delitos.
Entre los condenados por encubrimiento destaca el paramilitar Adolfo Ustarez, condenado a tres años de cárcel. Fue dirigente de la Liga Anticomunista y organizador de grupos de choque, jefe del grupo neonazi Novios de la Muerte, comandado por Joaquín Firbercorn, quien organizó atentados terroristas y secuestros.
Otro de los procesados es Faustino Rico Toro, militar, acusado de encubrimiento y falso testimonio. Fue condenado a dos años de prisión.
Fue uno de los organizadores del golpe de García Meza y a su mando se encontraba la Sección Segunda de Inteligencia, que fue responsable de torturas y desapariciones en el Estado Mayor del ejercito boliviano.
El ex dictador García Meza fue condenado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, por ocho grupos de delitos, desde sedición hasta alzamiento armado, genocidio, delitos económicos, robo de los diarios de Ernesto Che Guevara, entre otros. Ha cumplido ya la mitad de su condena.
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