Las pautas de la prensa chilena no dejan de sorprender, este último domingo 9 de diciembre muchos chilenos se vieron sorprendidos por el titular de uno de los periódicos de mayor circulación en el país. Las Ultimas Noticias decidió llevar en portada “La historia de la rancherita asesinada por un sicario en la UTI” (Unidad Tratamiento Intensivo), una noticia llamativa, dramática y preocupante sobre la que no habían más datos, salvo una enorme fotografía de una mujer baleada y el nombre Zayda Peña.
Dónde ocurrió, será el hospital Barros Luco en Santiago, se interrogaban algunos curiosos en una esquina del centro de la capital, yo mismo intrigado y alarmado compré el diario para enterarme luego que se trataba del crimen de una cantante de rancheras ocurrido en México el sábado 1 de diciembre.
El periódico por cierto mantuvo deliberadamente la interrogante en una jugada comercial no muy original, pero lo suficientemente notoria para advertir hasta donde hemos llegado en el ejercicio de la profesión en el país.
Por cierto ninguno de los matutinos en circulación este domingo habló ni medio párrafo de la huelga de hambre que sostienen por cerca de 50 días un grupo de comuneros mapuche y una activista humanitaria, en protesta por el irregular juicio por la presunta quema de un predio que los tiene como los únicos condenados por delitos terroristas en el mismo país donde Augusto Pinochet murió plácidamente en un cama de hospital hace justo un año sin condena alguna.
Para el periodismo chileno (televisión, radios y periódicos) se trata simplemente de una huelga invisible.
En Chile existe libertad de expresión y una oposición robusta decía el canciller chileno Alejandro Foxley a propósito de Venezuela. Una oposición robusta salvo si estas en el lado equivocado del espectro político, como el adolescente mapuche Alex Lemún asesinado por Carabineros (policía uniformada) en 2003, mientras participaba en una manifestación pacífica junto a su madre. A propósito nunca un periodista ha consultado al ex presidente Ricardo Lagos sobre ese asesinato político sin resolver en su administración. Esta vez el crimen también ocurrió en el lugar equivocado, si hubiese ocurrido en Caracas, quizás habría más atención de la prensa.
El concepto libertad de expresión en Chile se entiende de un modo curioso. Según una encuesta del Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), el 90 por ciento de los chilenos considera injusto y se opone al modelo neoliberal, no obstante, quien se asome sólo por la superficie de los medios chilenos advertirá que el ciento por ciento de ellos actúa en los hechos como propagandista del modelo, sin fisuras ni matices de ningún tipo. Un país donde los chilenos deben hacer un gran esfuerzo por mantener una opinión independiente y razonada en medio de tanta libertad de expresión uniforme. Orwell no lo habría planificado mejor.
Roberto Manríquez es periodista
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