Nunca en la historia de la educación en México “habíamos vivido tanta corrupción”, lamentan ex funcionarios y especialistas

Fuentes Molinar: el mecanismo no es válido para determinar la “calidad” de los profesores

Rosa Elvira Vargas y Laura Poy

Ex funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y especialistas en temas educativos calificaron de “escándalo” la venta de los Exámenes Nacionales para la Actualización de los Maestros en Servicio. “Nunca antes en la historia de la educación en México habíamos vivido tanta corrupción”, dijeron.

Por su parte, maestros en activo aseguraron que el tráfico de pruebas forma parte del “tianguis en que se ha convertido el sistema educativo, donde todo se vende: plazas, hojas de préstamo, créditos de vivienda, prejubilaciones, ascensos, cambios de adscripción, becas e incremento de las horas frente a grupo”.

José Angel Pescador Osuna, ex titular de la SEP, afirmó que nunca como ahora tantos funcionarios de la dependencia federal habían sido acusados de actos de corrupción. “Ahí están los casos de Enciclomedia, las Escuelas de Calidad y la venta de títulos profesionales y de exámenes de preparatoria abierta”.

Ante la gravedad de estos he-chos, “tenemos que ser sinceros y acabar con tanta retórica y simulación, con tanta mentira, porque es verdaderamente penoso que la educación esté pasando por este momento”.

Advirtió que la venta de pruebas demuestra que las autoridades han sido “demasiado laxas con las personas que han cometido esas faltas”, y aseguró que “la impunidad es otro de los grandes problemas que tenemos” en el ámbito educativo.

A su vez, Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación Básica, calificó de alarmante que se vendan los exámenes para evaluar a los docentes, y deslizó una crítica a la calidad de dichas pruebas.

“Después de revisar las preguntas que se formulan, queda claro que todo el sistema tiene que revisarse; estas pruebas no pueden ser la base para calificar la calidad de un maestro y fundamentar una jerarquización cada vez más fuerte en el magisterio”.

Indicó que estas evaluaciones requieren una inversión enorme, pero “si se invierte dinero para contestar exámenes como estos no se está calificando realmente la calidad docente. Esto es similar a lo que ocurre con la prueba Enlace, que también carece de calidad para evaluar a los alumnos y es, por cierto, lo que impactó en resultados como los obtenidos en la prueba PISA”, que ubicó a México en el último lugar en ciencias, matemáticas y lectura entre los países que conforman la OCDE.

Fuentes Molinar aseguró que mientras la evaluación del organismo internacional mide la capacidad de reflexión y comprensión en alumnos de 15 años, los ENAMS “son de un infantilismo, tradicionalismo y pobreza intelectual terribles.

“La punta del iceberg apareció por la venta del examen, por la corrupción, pero lo que finalmente mostró es lo inadecuado del instrumento para medir la calidad pedagógica de los maestros”, sostuvo.

Anuncio rebasado

La SEP difundió ayer por la tarde su decisión de suspender el examen en el Distrito Federal y parcialmente en algunos estados, pero la decisión se conoció desde la mañana en Chiapas y en Oaxtepec, Morelos, en una reunión del personal directivo de zonas escolares del Distrito Federal.

Rodolfo Ramírez, editor de la revista Cero en conducta, se refirió también a la calidad de los exámenes, que elabora la Universidad Pedagógica Nacional y con los cuales se busca evaluar a los docentes que han tomado cursos de actualización.

Sin embargo, puntualizó que esos cursos presentan “graves fallas”, ya que muchos ni siquiera son presenciales y sus contenidos se envían a los maestros o se distribuyen como guía para que los docentes los resuelvan.

Agregó que la venta de pruebas “refleja la simulación que existe en diversos sectores del sistema educativo”, e insistió en que es necesario realizar una “profunda investigación en todos los eslabones de la cadena, desde quienes elaboran la versión final hasta quienes la distribuyen, para sancionar estas faltas”.