Por Francisco Luna Kan
Días atrás se dieron a conocer evaluaciones de la medición sobre aprovechamiento de los conocimientos educativos realizados en naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, más conocida como OCDE, de la cual es integrante nuestro país.
Los resultados no son como para batir palmas ni lanzar cohetes voladores para las autoridades educativas. Deberán servir para hacer reflexiones sobre las causas de los pobres rendimientos educativos. Más ahora, en una etapa en que parece que predomina la idea de que el Estado se retire de las responsabilidades educativas para que la empresa privada se haga cargo de ella.
Si las grandes civilizaciones pudieron alcanzar sus etapas de esplendor, se debió a gran parte de la educación que tuvieron sus dirigentes y la preocupación que demostraron por realizar hazañas de conquistas territoriales en donde impusieron sus patrones de conportamiento. Un pueblo educado puede alcanzar otros niveles de vida que superen históricamente sus etapas de desarrollo económico, cultural, científico y tecnológico. Así lo demuestra la historia de cada nación.
En nuestro país, con la Revolución del siglo pasado que derrocó al gobierno porfirista del grupo de los "científicos", las facciones triunfantes tuvieron diferencias en cuanto al mandato político, pero por fortuna predominaron las corrientes que se preocuparon por alcanzar nuevas oportunidades para la transformación de la sociedad nacional. Sus ideales en cuanto al desarrollo social y económico quedaron plasmados en la Constitución de 1917. No fue coincidencia que los jefes militares transformados en jefes de gobierno se preocuparan por la educación, varios de ellos fueron maestros antes de empuñar las armas. Otros actuaron como cercanos colaboradores de los caudillos.
Como resultante de la enorme desigualdad de condiciones socioeconómicas prevalecientes, hubo clara aceptación, en las filas revolucionarias, de emprender un ambicioso programa educativo. A semejanza de la obra de la Reforma en que brillaron la pléyade de mexicanos que se entregaron con pasión a transformar el país, encabezados por Benito Juárez; que defendieron integridad y soberanía nacionales a la vez que combatían el fanatismo religioso, los de la Revolución comprendieron los alcances de la educación como sustento de cualquier cambio personal, familiar y social.
Así se explica porqué Alvaro Obregón crea la Secretaría de Educación Pública y coloca al frente de ella a José Vasconcelos que imprime la modernización en los programas escolares en los distintos ciclos de enseñanza. Desde la época presidencial de Venustiano Carranza, que designó a Salvador Alvarado como gobernador constitucionalista en Yucatán, este hombre con gran visión implantó la educación rural en las escuelas que servirían de pivote para su amplio plan de gobierno en la Entidad. Entendía que con la sola liberación de los "peones acasillados" de la hacienda henequenera no podían ser auténticamente libres sin el arma educativa, y que el "derecho de pernada" que ejercían los patrones henequeneros no podía erradicarse sin el auxilio del conocimiento de la libertad y el clamor de justicia.
El Gral. Calles, aún con la carga del maximato que registra su historia, confiere particular impulso a la educación cuando decide crear las escuelas normales rurales, en donde se inculcaron teorías pedagógicas y técnicas de enseñanza que aceleraron la transformación de la vida rural y en esa ruta Lázaro Cárdenas, con el Primer Plan Sexenal, extiende la educación impartida por el Estado en todo el ámbito nacional con las Escuelas para Hijos de Ejército; los intercambios indígenas de enseñanza primaria, los internados de Escuelas Secundarias para hijos de trabajadores, que en número de 6 funcionaron en la República. Concibió además la posibilidad de modernizar la enseñanza de las tecnologías creando el Instituto Politécnico Nacional que ofrece licenciaturas, maestrías y doctorados en sus planes docentes.
Desafortunadamente los adelantos señalados progresivamente se fueron abandonando. De 28 Normales Rurales que llegaron a funcionar en el país, ahora sólo lo hacen 14. Si es que para cuando se publiquen estas líneas no hayan clausurado la Normal Rural de AYOTZINAPA, Gro. No se encuentra justificación que un gobierno perredista como el de Zeferino Torreblanca, resuelva los problemas de la población estudiantil con el modelo de la macana y el encarcelamiento. La modalidad de apadrinar una personalidad y cobijarla con el manto de un partido, además de que empobrece la disciplina política a su interior coloca a la organización en un plano de carencia de valores humanos comprometidos con sus principios. Lo que hace recordar a Marx, Graucho, bigotón, de lentes y paso acelerado; uno de aquel cuarteto de cómicos norteamericanos que entre otras frases expresó aquella: estos son mis principios; si no les parecen... tengo otros. Así ocurre con algunos políticos: carecen de ellos.
Tal vez el Sr. Torreblanca no conozca el Programa de Acción del PRD; pero con él colaboran maestros con prestigio en su profesión y que pudieron auxiliarle para evitar su postura de cierre de instituciones educativas.
Ejemplos como estos son causa de que la evaluación educativa de la OCDE apuntada al principio, tomada de la reseña de Karina Avilés, La Jornada (5-XII-07) nos revela que "en México 50% de los jóvenes de 15 años se ubican en los niveles cero y uno, los más bajos, del rendimiento escolar. El país cayó 12 puntos en lectura y ciencias, comparándolos con el año 2000, y sólo aumentó 19 puntos en matemáticas".
En la evaluación por Estados parece que a Yucatán no le fue tan mal: por lo menos no figura entre las 12 entidades con los resultados más bajos. La Sra. Blanca Heredia, representante del OCDE en México, resaltó la importancia de reconocer estos resultados por parte de las autoridades educativas "pues tener la actitud del avestruz, clavar la cabeza en la tierra, no es la mejor manera de avanzar". La secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, asistió a la presentación del informe y expresó, entre otras cosas, "se reciben estos resultados sin autocomplacencias" palabras que nos hacen reflexionar. ¿Este es el cambio del que diariamente se habla?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario