miércoles, septiembre 17, 2008

Los narcos no asesinan así como en Morelia. ¿Estará naciendo un partido derechista neonazi?

Pedro Echeverría V.

1. Los integrantes de las bandas de narcotraficantes han demostrado (hasta hoy) que no asesinan al pueblo arrojándoles bombas, tal como sucedió en Morelia el pasado 15 por la noche. Estas bandas, por todo lo registrado, sólo matan a quienes los persiguen, los engañan y los denuncian, sean miembros de la misma mafia, policías, soldados y sus jefes, periodistas y, seguramente, siempre están dispuestos a acabar con los políticos que ordenan su persecución. Al parecer asesinan al pueblo produciendo y vendiéndole droga, pero según noticias publicadas los pobladores humildes llegan a tenerles cariño porque son los únicos que los ayudan dándoles trabajo y regalos (Escobar Gaviria, Caro Quintero, etcétera) Aunque los narcotraficantes pueden haber cambiado de estrategia, no debe dejarse de reflexionar sobre el hecho evitando el sentido común y la propaganda.
2. Por otra parte, una organización guerrillera de izquierda lucha siempre por el pueblo explotado, pobre y oprimido. Para eso nace. Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, el EZLN, el EPR, etcétera, nunca actuaron contra el pueblo, muy por el contrario surgieron de él para defender sus derechos. Algunos han asaltado bancos, han secuestrado a empresarios y terratenientes, para obtener dinero para sus luchas, pero nunca irán contra su propia ideología que significa batallar a favor de los indígenas, campesinos, trabajadores. Cuando han realizado actos propagandísticos, poniendo bombas, siempre han buscado que nadie muera. Eso ha quedado más que claro a través de experiencias en México y en el mundo. Ninguna organización de izquierda podría conservar el mismo nombre si no defiende los intereses de los de abajo.
3. Por el contrario, Hitler, Musoline, Franco, Pinochet, Videla, Somoza, al representar los intereses económicos y políticos de empresarios, al tener la concepción de razas inferiores y razas superiores, al considerar que la población pobre sólo debe producir porque es incapaz para gobernar, siempre manifestaron desprecio hacia el pueblo. ¿No se recuerda acaso que todos esos funestos dictadores militares derechistas masacraron directamente a la población cuando ésta protestaba contra sus miserables condiciones de vida? ¿Quiénes asesinaron a la masa estudiantil el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971? Lanzar una bomba dentro de la masa pobre y miserable sólo puede ser una acción de quienes están contra ella, de quienes las han considerado incapaces de hacer otra cosa que no sea trabajar, producir riqueza para los explotadores.
4. La pregunta entonces podría ser: ¿Estará naciendo el partido derechista nazi, como hay varios en Europa y EEUU, para perseguir y asesinar al pueblo y a las fuerzas ligadas a él? ¿Cuántos empresarios y altos clérigos apoyarían con mayor decisión a un partido yunque/panista extremadamente radicalizado? Personajes como los “amigos de Fox”, Velasco Arzac (asesor de Fox), Salinas Pride y su hijo Salinas Pliego (dueño de TV Azteca) Servidje (dueño de la Nestlé), Azcárraga (Dueño de Televisa) y otros mil empresarios más seguramente estarían muy felices que surgieran comandos armados anticomunistas, tales como los surgidos en Alemania, Italia, España o los EEUU. Su objetivo es frenar las luchas del pueblo y asesinar a aquellos activistas políticos que los ayudan en las huelgas, las tomade tierras, las ocupaciones de viviendas desocupadas.
5. Vean ustedes estas cínicas declaraciones de uno de los grandes magnates del capital y de los medios televisivos. Para apuntalar la tesis sobre la importancia de la participación de los empresarios en la formación del MURO, el investigador González Ruiz echa mano de uno de los pocos testimonios que hay de un hombre de negocios sobre el caso: el de Hugo Salinas Price, padre de Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca. En sus memorias, Mis años con Elektra, narra: "A principios de los años sesenta sentía yo grandes inquietudes. El fuerte carisma de Fidel Castro hacía sentir miedo a las clases media y alta de que se fuera a repetir el fenómeno cubano en México. Escribía yo artículos que publicaba en Excélsior. A veces reproducía mis artículos en sus publicaciones el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, que dirigía mi amigo Agustín Navarro Vázquez.
6. "Siempre apoyé a Navarro Vázquez, un verdadero héroe de la libertad a quien la patria no le ha rendido el debido reconocimiento. Me planteó la conveniencia de crear un grupo de choque de jóvenes, a efecto de contrarrestar el terror de la izquierda entre estudiantes. Se llamaría MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación) Lo más probable es que hubo varios que lo apoyaron, pero yo nunca supe quiénes más apoyaron a ese grupo, que resultó muy efectivo para darle a las izquierdas una sopa de su propio chocolate. (El) MURO tenía una casa ubicada en la avenida División del Norte, en donde practicaban artes marciales los muchachos. En una ocasión (el) MURO decidió hacer una manifestación en la propia UNAM. Se quemó la efigie de Fidel Castro. Fue divertido; tanto mi cuñado como yo estuvimos ahí. El salió fotografiado en los periódicos al día siguiente junto a la efigie en llamas."
7. Estos tipos de grupos de derecha han contado siempre con fuerte financiamiento de poderosos núcleos empresariales y clericales. Un Frente Cívico de Afirmación Revolucionaria, encabezado por el expresidente derechista Miguel Alemán y los políticos y banqueros más influyentes en cada estado de la República, organizó casas para el “exilio cubano” (léase gusanos) que al final de cuentas se concentró en Miami. Éstos luego llegaron a convertirse en activistas terroristas de derecha que llegaron a ser acusados de cómplices en el asesinato del presidente Kennedy. En México en los años sesenta se quemaron en plazas públicas miles de libros oficiales de texto gratuito por sus “ideas comunistas” y los grupos “cristianismo sí comunismo no” se organizaban en las iglesias para cubrir el país con propaganda anticomunista.
8. ¿O a caso se está exacerbando el terror para que “los mexicanos estén unidos bajo la dirección de su presidente Felipe Calderón” que cada vez pierde apoyo? ¿Es el momento que se olviden las diferencias y las ideologías para que Calderón sea reconocido a pesar del despojo electoral? Me recuerda a Hitler echándole la culpa al extranjero de la crisis alemana y buscando la unidad del pueblo alrededor suyo y de los empresarios de la guerra; también cómo los dictadores militares argentino, con la consigna de que “el pueblo debe unirse para defender a las Malvinas” buscaban el apoyo del pueblo que nunca habían tenido. ¿Pretenden continuar con el ejército en las calles, con el avivamiento de miles de muertos más, mientras se juega la “alta política” que sólo lanza lodo y sangre sobre la población aprovechando grupos paramilitares de derecha? Por favor, no hay que irse con la finta. Calderón está desesperado por ser reconocido.
pedroe@cablered.net.mx

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