Sombrío 69 aniversario del PAN
Desplome electoral y crisis económica
MÉXICO, D.F., 12 de septiembre (apro).- En un contexto de desplome electoral, incesante violencia y crisis económica, así como de una abierta oposición al propósito gubernamental de abrir Petróleos Mexicanos (Pemex) al sector privado, el Partido Acción Nacional (PAN) conmemorará, este miércoles 17, el 69 aniversario de su fundación, con la presencia de Felipe Calderón, su "líder indiscutible".
Calderón, quien arrastra escándalos de corrupción de su prospecto de candidato presidencial, el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, encabezará la ceremonia conmemorativa de la fundación del PAN, a las 19 horas del miércoles, en el auditorio Manuel Gomez Morín, justamente quien concibió ese partido que sólo ha recogido derrotas después de las elecciones del 2006.
A diferencia del año pasado, cuando decidió no participar en la conmemoración partidista porque Manuel Espino encabezaba todavía el PAN, Calderón decidió ahora sí tomar parte en el festejo del partido que, por su decisión, preside Germán Martínez, quien fue precisamente la primera baja de su gabinete, hace un año, el 27 de septiembre, y quien lo define como "líder indiscutible" del panismo.
Se anticipa que en el acto en la sede nacional del PAN, que estará rigurosamente custodiada por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) --como ocurrió el 2 de julio del año pasado--, Martínez reiterará el apoyo "incondicional" de ese partido a Calderón en el combate al crimen organizado y ofrecerá triunfar en las elecciones del próximo año.
Hasta ahora, sin embargo, Martínez ha conquistado sobre todo derrotas en las seis elecciones estatales que ha habido este año en el país --que han sido sólo para alcaldes y diputados locales-- y no tiene mayores posibilidades de triunfo en las que se celebrarán este mismo año en Hidalgo, Coahuila y Guerrero.
Llegado al cargo el 8 de diciembre del 2007, después de que Espino propuso adelantar la elección prevista para marzo de este año, y sin haber tenido ningún contendiente, Martínez enfrentó, en febrero, sus primeras elecciones en Baja California Sur, Quintana Roo e Hidalgo.
Tan negativo fue el debut de Martínez, que en Baja California Sur y en Hidalgo, donde los presidentes estatales Héctor Jiménez y Guillermo Gallard son inclusive "calderonistas", el PAN retrocedió hasta el cuarto lugar en votos recibidos.
El senador Guillermo Anaya, quien era secretario general del PAN en esas elecciones, reconoció que las derrotas en los tres estados eran responsabilidad de la dirigencia encabezada por Martínez, e inclusive anticipó poco éxito en los procesos pendientes de Coahuila y Guerrero.
"Asumimos con toda responsabilidad estos procesos, y sin bien es cierto que ya había candidatos, porque ya habían pasado las convenciones y las designaciones, al momento en que nosotros asumimos la dirigencia asumimos con responsabilidad las consecuencias tanto positivas como negativas", expuso Anaya.
Y aceptó también que en el PAN hay poco optimismo en los siguientes procesos electorales de Nayarit, en julio -donde efectivamente ese partido no se alzó con mayores victorias--, y en Guerrero y Coahuila, previstas para octubre. "Son estados difíciles", reconoció.
Derrotas calderonistas
Compadre de Calderón, por cuya influencia fue nombrado por Martínez secretario general del CEN del PAN --cargo que sólo ejerció seis meses y fue sustituido por Rogelio Carvajal--, en febrero pasado Anaya expresó, en entrevista con esta agencia:
"El elemento fundamental en gran parte de las derrotas ha sido el divisionismo. Para ganar y para perder no hay un solo elemento, pero el principal es el divisionismo. Cuando hay divisionismo ya llegas mermado y atrás de la competencia. Cuando sale el partido fuerte (de los procesos internos) estamos en posibilidades de competencia. En estos casos hemos salido muy debilitados por conflictos internos."
Anaya explicó que en 2008 se buscaría afinar la estrategia para ser más competitivos en las elecciones intermedias de diputados federales, retener las gubernaturas de San Luis Potosí y Querétaro, así como conquistar Sonora, Nuevo León, Campeche y Colima, pero mientras tanto las derrotas son de la actual dirigencia.
"Nosotros tenemos la responsabilidad a partir del 8 de diciembre y desde ahí asumimos con toda responsabilidad el fracaso y la victoria que vamos tener en las nuevas contiendas electorales. No echamos culpas, sino que asumimos con toda responsabilidad la parte que nos corresponde."
--¿Asume que el responsable es Germán Martínez?
--Asumimos que esta dirigencia empezó el 8 de diciembre. Estos procesos ya venían, tanto como la selección de candidatos, las convenciones, las designaciones. Sin embargo, nosotros iniciamos el 8 de diciembre y vamos a reponernos en los próximos procesos electorales. Vamos a demostrar que somos la primera fuerza en el país.
Pero las derrotas en la era Martínez son sólo continuación de las padecidas por Espino, salvo la retención del gobierno de Baja California, que comenzaron -- después de las elecciones federales del 2006-- con Tabasco y Chiapas, y después, ya en 2007, con la derrota en Yucatán.
Aunque después de las elecciones en Veracruz, en septiembre del año pasado, en las que acusó al gobernador Fidel Herrera de orquestar un "gigantesco fraude", el PAN profundizó su desplome electoral, inclusive en Chihuahua, donde anunció que volvería a realizar marchas de protesta.
En las elecciones de Durango y Oaxaca, la votación del PAN cayó en un ciento por ciento respecto de la elección presidencial, y en las de Veracruz, ese partido se desfondó: sólo ganó dos diputados de mayoría, después de que en las elecciones de hace tres años ganó 14 --una más que el PRI-- y retuvo sólo 30 de los 88 municipios en los que triunfó hace tres años, con una pérdida de 58, entre ellos el puerto de Veracruz y Córdoba, sus bastiones.
Pactos mafiosos
Sin embargo, luego de ese negro año electoral, con sucesivas derrotas en los 12 procesos estatales --a excepción de Baja California y Tlaxcala--, Espino hizo una denuncia pública insólita en el semanario Proceso: el contubernio entre operadores de la Presidencia de la República y gobernadores priistas, entre ellos el poblano Mario Marín y el oaxaqueño Ulises Ruiz.
"Hay oscuras negociaciones. Aunque se han hecho en lo oscurito, se advierte dónde han sido esa negociaciones", acusó Espino, quien identificó a subordinados de Calderón, encabezados por Juan Camilo Mouriño, entonces jefe de la Oficina de la Presidencia y actual secretario de Gobernación, como operadores del trueque de tolerar elecciones de Estado a cambio de reformas legislativas.
Así ocurrió en Durango, Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas, cuyos gobernadores priistas "restablecieron el autoritarismo de Estado a nivel de entidades federativas" con la tolerancia y aun el auxilio del gobierno de Calderón, quien busca apoyo en el Congreso para sus reformas.
--¿Usted, como presidente del PAN, está al tanto de esos arreglos?
--¡No!
--¿Se han hecho a espaldas del PAN?
--¡Claro! Yo no he participado en un arreglijo de esos. Jamás me prestaría a un arreglo ni cambiaría las posibilidades de éxito de partido, que yo presido, por las posibilidades de un proyecto de reforma. ¡No se vale canjear una reforma, por muy importante que ésta sea, por el éxito del partido! ¡Esa no puede ser moneda de cambio!
Después de que decidió no buscar la reelección "para no legitimar" la "inminente" llegada de Germán Martínez como su sucesor, Espino subraya: "Las cosas están de tal manera que en los estados se opera en paralelo (al PAN) y llega el momento en que se hace valer el poder del poder, valga la redundancia. Y entonces hay actores que no voltean a ver al dirigente estatal ni al candidato local, que dejan que hagan su luchita, porque los acuerdos se toman en otro lado."
Inclusive, Espino inscribió también a Michoacán, gobernada por el perredista Lázaro Cárdenas Batel, en los "arreglijos" de los allegados a Calderón, que no actuaron a favor del PAN, como lo denunció él mismo, en mayo, tras la derrota en la gubernatura de Yucatán.
"Me encontré con la desagradable sorpresa de que quienes operaron nuestra campaña en Yucatán estaban también operando en ese estado", revela Espino.
--¿Jorge Manzanera y Antonio Solá?
--No, Solá no. Manzanera sí. Solá está en España apoyando al Partido Popular. Pero me encontré con municipios donde suponía, por el papel, que ya teníamos una estructura que ellos habían armado para operar el día de la elección, pero en la práctica no estaba pasando nada.
"Y entonces uno se pregunta: ¿Y los 25 millones de pesos que pedí de préstamo quién los usó? ¿Los uso él (Manzanera), como usaron en su momento en otras partes el recurso que les mandamos, y se ponían en manos de ellos para qué? ¿Para operar a favor de quién o en contra de quién?"
Y aunque el PAN obtuvo muchos triunfos de diputados y alcaldes en Michoacán, Espino acusó a Manzanera y sus operadores, todos allegados a Mouriño y Martínez, de entorpecer las acciones del PAN:
"Yo no puedo, con estos resultados en Michoacán, decir que algo falló, pero esa gente no estaba de nuestro lado. No sé de qué lado estaban, ni sé qué estaban operando ni las estrategias diseñadas por quién, pero la estrategia del PAN era para ganar."
Igual ocurrió en la elección de Puebla: el PRI ganó 25 de 26 distritos y arrasó también con la mayoría de las presidencias municipales, cuando Espino afirmó que el PAN esperaba "una gran cosecha" después de los triunfos del 2006 y el descrédito del gobernador Mario Marín.
Y aseguró que funcionarios federales, que se niega a identificar con su nombre, actuaron contra el PAN, prohibiendo a los panistas usar el desprestigio de Marín para hacer campaña. "Hubo momentos en los que nuestra gente se desesperaba de nuestros candidatos que, a la hora del debate, cuando querían esgrimir como argumento la debilidad institucional del gobierno, el descrédito particular del gobernador, había llamadas telefónicas para decir: 'Hey, por ahí no'."
Pero después de tal cúmulo de derrotas, y después de que Espino puso en circulación un libro en el que cobra cuentas a Calderón y Mouriño, Martínez ha iniciado una tarea de unidad que incluye, inclusive, la suma de Vicente Fox como estratega electoral, al grito de "guanajuatizar" México.
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