domingo, febrero 28, 2010
Carlos Montemayor: cuando el tiempo falta
Eran los primeros días de la sublevación zapatista. En el aire todavía estaba fresco el olor a pólvora. Junto a un amplio grupo de analistas mexicanos, Carlos Montemayor fue invitado a participar en un seminario sobre el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional organizado por un importante think tank en Washington.
En la opinión pública había un intenso debate sobre la naturaleza y los alcances de la rebelión. Comenzaba la guerra de tinta e Internet. En los círculos intelectuales oficiosos la moda era presentar el levantamiento como producto de la manipulación de las comunidades indígenas de Chiapas por parte de un grupo de revolucionarios profesionales mestizos y del obispo Samuel Ruiz y su iglesia.
En su ponencia, Montemayor hizo añicos esta interpretación del conflicto. Explicó cómo el zapatismo sólo podía entenderse como parte de la historia de las guerrillas en el país a lo largo de varias décadas y, simultáneamente, como una guerrilla rural genuinamente indígena. Postuló que la insurgencia requería analizarse como parte de un movimiento afincado en una zona específica, crecido a la sombra de la urdimbre familiar, social y regional que lo encubrió y lo transformó de estación en estación del año; como una fuerza auténtica nacida de las comunidades.
Cuando al final de las presentaciones uno de los asistentes preguntó qué debía hacer Estados Unidos ante el conflicto, el novelista afirmó enfático: nada. No intervenir. Ése no es su asunto. La respuesta disgustó a los analistas estadunidenses, acostumbrados a pensar que la intervención de su país en los asuntos internos de América Latina, sea para defender la democracia y los derechos humanos, o sea para garantizar la estabilidad y los intereses de sus empresas, es una actividad legítima.
Durante años, el analista siguió escribiendo sobre el tema. Sus obras se convirtieron en una ventana privilegiada para asomarse al conflicto. Fueron traducidas a varios idiomas. En la librería de Aldo Zanchetta, en la ciudad de Lucca, Montemayor presentó la versión italiana de su libro sobre Chiapas. Inspirado por estar en la tierra de Giacomo Puccini, para sorpresa del público, en lugar de hablar sobre su texto, el escritor cantó arias del célebre compositor de ópera toscano.
Así se las gastaba Montemayor. Lo mismo desbrozaba la coyuntura nacional a contracorriente de las versiones oficiales que sacaba sus pistas musicales con amigos para desplegar sus dotes de tenor. Con igual erudición e interés abordaba temas de la cultura grecolatina que defendía el valor y la riqueza de las lenguas indígenas. Con idéntica soltura y solidez escribía de temas candentes de la actualidad desde la perspectiva del derecho, la teoría política y la historia. Lo hacía, además, con un explícito compromiso con los de abajo.
Durante los últimos años de su vida trabajó en su casa, dividiendo su tiempo entre la música y la literatura. Procuraba vocalizar un rato al día, lo que le servía como contrapeso para aguantar la presión de la escritura y el análisis político. Encontraba en la música lo que quería producir en literatura y en la literatura lo que deseaba hacer en música.
Polígrafo incansable, ensayista, poeta, traductor, novelista, investigador y divulgador de las lenguas originarias de México, analista político, miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, cantante de ópera, Montemayor sostuvo que la literatura recupera la dimensión humana de todo lo que existe. Defendió y practicó el compromiso del artista con su arte.
En una época en la que la moda intelectual reivindica las opiniones de la tecnocracia especializada y al intelectual mediático de derecha, Montemayor fue uno de los intelectuales públicos de izquierda de vocación universalista más relevantes del país. Colaborador regular de La Jornada, hizo del ejercicio periodístico una herramienta privilegiada para comunicarse con el gran público. A pesar de las limitaciones de espacio a las que el género obliga (lo que padeció y lamentó), difundió sus opiniones en la prensa escrita con un estilo directo y claro.
Escritor realista que buscó comprender el mundo a través de la palabra, su trabajo literario partió fundamentalmente de la poesía pero no siempre se mantuvo en la órbita de la labor con el verso. Su obra como narrador comenzó como un reflejo de la poesía en la prosa, aliado siempre al sentimiento de que la poesía es una forma de tomar conciencia de la vida humana. Su literatura se desarrolló en función de una realidad, social o sensorial, que tomaba conciencia a través de la palabra.
Dos experiencias dieron sentido humano y profesional a su vida artística. En la primera, su maestro Federico Ferro lo acercó al mundo y a las lenguas grecorromanas. Éste fue el origen (el nacimiento, podría decir) de mi condición de escritor, afirmó Montemayor. En la segunda, Óscar González Eguiarte lo acompañó en el descubrimiento de las luchas y reclamos sociales de los campesinos chihuahuenses de la década de los cincuenta y en el conocimiento de personalidades como Álvaro Ríos y Arturo Gámiz.
El trato que tuvo con una excepcional camada de dirigentes sociales e indígenas marcó su visión del mundo y su obra. “A partir de entonces –contó–, mi compromiso ha sido contrastar las versiones oficiales con las realidades sociales y humanas. Eso lo he hecho como analista político, como investigador, como historiador y como escritor, de manera que cuando se despertó mi vocación literaria sabía que en algún momento tendría que tomar estos temas, a los que siempre he estado apegado y nunca he perdido de vista.”
A la periodista cubana Yuris Nórido, Carlos Montemayor le confesó: “Me falta tiempo, nos falta tiempo. Para el periodismo, para la literatura, para la familia, para la amistad, para el amor… Siempre nos falta tiempo. Gran parte de la lucha de la vida es encontrar tiempo para lo que deseamos”. Creativo y vital, Carlos Montemayor se quedó sin tiempo. Tenía apenas 63 años de edad y muchas cosas que decir.
Basta de hipocresía: Carta al Director de El País
Me escribirá como siempre agradeciendo mi carta, pero excusándose en la falta de espacio y en la gran cantidad que le llegan para no publicarla.
Sin embargo sí que tiene siempre espacio para "pseudoperiodistas" como la "gran bloguera" cubana Yoanis. La gran perseguida en Cuba que, sin embargo, se le puede ver públicamente en algún que otro Hotel de La Habana escribiendo tranquilamente en su ordenador ¡¡¡Ya hubiesen querido tener esa libertad de movimiento miles de luchadores antifranquistas en la larga noche de la dictadura aquí en España!!!
Repito, no tengo ninguna fe en que la publique. Haga con ella lo que quiera, pero ahórrese la hipocresía de justificarse.
La carta viene motivada por la falta de rigor del corresponsal del País en La Habana. Creo que un periodista ha de informar con la máxima neutralidad, y ha de tener en cuenta también los datos a los que él llama oficialistas ¿Por qué pone en duda que el preso Orlando Zapata no era preso por delincuencia común? ¿Por qué pone en duda que el historial de dicha persona (hay documentos a los que el corresponsal seguro puede acceder pero que no le da la gana hacerlo) consta de los siguientes delitos: Procesado por violación a domicilio (1993), Lesiones menos grave (2000), Estafa (2000), lesiones y tenencia de arma blanca con heridas y fractura lineal de cráneo al ciudadano Leonardo Simón (2000), etc...? Como puede ver, todas sus acciones eran propias de un angelito de la caridad.
Lamento enormemente la muerte de esa persona. Pero lamento igual de enormemente la muerte de miles de personas diariamente, si no por huelga de hambre, sí por la falta de echarse el mínimo alimento al cuerpo. Y USTED Y YO, Y TODOS SOMOS CULPABLES DE ELLO Y NO LE DEDICAMOS PORTADAS NI DOBLES PÁGINAS.
¿Qué les pasa a los "demócratas" con Cuba?. ¿Por qué le exigen lo que no son capaces de exigir a otros países? (póngales usted el nombre, ya que bien lo sabe).
Usted y Mauricio Vicent (el corresponsal en La Habana), ¿por qué no hacen un gran reportaje, por ejemplo, del famoso "poeta" Armando Valladares?. Sí, aquél "poeta" (¿alguien sabe alguna poesía de él?) que hace unos 20 años desde su periódico y otros lamentaban sus años de prisión (puso bombas en su día) y pedían su liberación por estar invalido en silla de ruedas. Invalidez que no le impidió bajar a saltitos del avión a su llegada a España. Podían hacer un reportaje de dicho "poeta" sobre sus "negocios" en España y otros países. Podéis empezar por Santander. No os doy pistas, investigad vosotros que sois periodistas.
Podrías hacer también un gran reportaje a dos páginas sobre los CINCO CUBANOS DETENIDOS DESDE HACE ONCE AÑOS EN EE.UU POR LUCHAR CONTRA EL TERRORISMO.
En fin, acá le envío mi CARTA AL DIRECTOR.
Paco Guardeño Sáez
BASTA DE HIPOCRESÍA
Los políticos de derechas de aquí (PP-PSOE y algunos partidos nacionalistas), así como los medios de comunicación "libres e independientes", no han tardado ni un minuto en lanzar toda la artillería.
Aquí, que tenemos más de 30.000 fusilados desaparecidos en las cunetas.
Aquí, que nos permitimos enjuiciar al único juez que se ha atrevido a investigar los crímenes y torturas cometidos durante la dictadura del criminal Francisco Franco.
Aquí, que nos permitimos prohibir y cerrar periódicos, así como encarcelar a periodistas por el simple hecho de defender el derecho de autodeterminación del pueblo vasco.
Aquí, que permitimos y callamos como cobardes los asesinatos, encarcelamientos, y torturas al pueblo saharaui, por parte del país "amigo" marroquí.
Aquí, que miramos hacia otro lado ante el genocidio del pueblo palestino.
Aquí, que participamos en la matanza de civiles de Irak y Afganistán.
Aquí, que no decimos ni pío ante las penas de muerte que constantemente se llevan a cabo en ese país genocida llamado EE.UU.
Con todos estos precedentes, nosotros, que deberíamos ser un poco más humildes y estar calladitos, nos aprovechamos del fallecimiento del preso Orlando Zapata, para tirarnos a degüello contra Cuba ¡¡¡Qué miserables!!!
Paco Guardeño Sáez
DNI 19836597
Honduras - Ante la represión , la organización popular
Por Ricardo Salgado
Las constantes violaciones a los derechos humanos en Honduras, sumadas a las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por grupos armados, evidentemente relacionados con las Fuerzas Armadas, y con el apoyo incondicional de grupos económicos locales y extranjeros, demuestran la necesidad de establecer de forma inmediata una estrategia efectiva para defender la integridad física y mental de aquellos que nos oponemos a un régimen ya oprobioso por la forma cínica en que ignora los problemas esenciales por los que atraviesa nuestro pueblo.
Lamentablemente, debemos entender que la posición de la comunidad internacional respecto al régimen actual no puede permanecer inerte indefinidamente. Los anuncios hechos por presidentes de naciones comprometidas con el bienestar de los pueblos de América Latina, en relación a la búsqueda de una salida a la crisis hondureña, que incluya una negociación con el régimen de Lobo Sosa, demuestra a las claras un pragmatismo que entiende la correlación de fuerzas actual en este país.
No se debe entender este pragmatismo como una forma de traición. Más bien debemos comprender que los presidentes, con un gran realismo, buscan políticamente aliviar la carga de la represión que llevamos a cuestas. Básicamente se comprende que nuestro movimiento pacífico está expuesto a la posibilidad de ser llevado al extremo de la represión, del mismo modo en que se ahogaron en sangre otros movimientos patrióticos en países como Argentina o Guatemala en el pasado reciente.
Nuestra tarea fundamental debe centrarse ahora en seguir los lineamientos establecidos por el Frente Nacional de Resistencia Popular; organizar, formar y movilizar al pueblo hondureño, son tareas esenciales requeridas para llevar adelante un proceso de construcción de poder desde la base, para llegar a entender concretamente el significado de muchos de los conceptos que hoy pretendemos transmitir a nuestro pueblo.
Cuando hablamos de Asamblea Nacional Constituyente, debemos enfocar nuestros esfuerzos en la determinación más exacta posible de las aspiraciones que tiene el ciudadano común; en medio de este proceso de reencuentro con los valores esenciales de la ciudadanía nos encontraremos también con la posibilidad de defender más eficazmente la seguridad física y mental de nuestros compañeros y compañeras.
Foto: Luis Méndez. Manifestación del FNRP, 25 -02 10
http://morazanresiste.Alianzas, conveniencias e hipocresía
MÉXICO, D.F., 28 de febrero.- Las alianzas políticas entre partidos, sean de semejante talante ideológico o no, son parte de la vida pública en todo país donde impera la formalidad democrática. Las coaliciones electorales o parlamentarias son no sólo convenientes sino a menudo indispensables para la gobernabilidad. Y sin embargo, frente a los procesos electorales de este año, los procesos de acercamiento y unión de las agrupaciones partidarias, que deberían ser parte del paisaje, se han convertido en un asunto central, generador de efectos de diversa naturaleza. Uno de esos efectos ha sido poner en evidencia la hipocresía de quienes las objetan y también la de algunos de sus patrocinadores.
Aunque insista en negarlo, protegido por el sacrificio de su secretario de Gobernación, que tuvo que dejar de ser panista para dar verosimilitud a la coartada presidencial, Felipe Calderón ha jugado en el último semestre con dos cartas, animado por la esperanza de ganar con ambas. En cada una de las maniobras que con su autorización llevaban adelante por un lado Fernando Gómez Mont y por otra parte César Nava, estaban en el centro alianzas: en la línea encomendada al secretario de Gobernación se trataba de un acuerdo parlamentario con el PRI, muchas veces aliado explícito del PAN. En la cuerda reservada al presidente del partido blanquiazul se trataba de establecer coaliciones legislativas con los partidos de izquierda, para ganar gobiernos locales en manos del PRI y, por consecuencia, minar la fortaleza del partido tricolor a fin de que no llegue al 2012 con el ímpetu que ha mostrado en los dos últimos años.
Calderón puede ufanarse de que su doble estrategia le dio resultado. Su alianza con el PRI hizo posible el paquete económico vigente, contrario a los contribuyentes a los que, en su modalidad de ciudadanos, dice el Ejecutivo querer complacer con una reforma política que también saldrá avante en una amplia proporción, justamente por su vínculo con el partido antaño oficial. Y sus acercamientos con la oposición fructificaron en alianzas en Durango, Puebla, Oaxaca e Hidalgo. A pesar de ese éxito, como lo consiguió a trasmano, Calderón está obligado a disimular, a hacer creer que las coaliciones son un asunto ajeno a su voluntad, resuelto por la autonomía del partido, autonomía que es lo último que quiere para el PAN el Presidente, como lo muestra el que los dos líderes que ha designado pertenecen a su círculo más estrecho. Por eso, forzado a hablar de las alianzas, Calderón se manifestó indeciso. Dijo que sí pero no, o no pero sí, pues tienen ventajas e inconvenientes. Entre estos últimos citó el desdibujamiento de la identidad panista, como si en su caso dicha identidad estuviera a salvo y no magullada por el pragmatismo. Su principal ventaja es que potencia a los partidos aliados para conquistar el poder.
En ese punto, no debe olvidarse que un panista ganó la Presidencia en coalición de su partido con el Verde, con el cual ya se había unido antes el PAN. Eso ocurrió en 1998 en Hidalgo. Cuando avanzaba la negociación para una alianza con el PRD, el presidente panista Felipe Calderón la hizo descarrilar y luego improvisó coaligarse con el Verde, que carecía de presencia en la entidad, sólo para cubrir las apariencias. Antes y después el PAN y el PRD se habían juntado con resultados diversos: perdieron en 1994 en Durango y 10 años después en Chihuahua, y ganaron en Yucatán, así como en Chiapas y en Nayarit, aunque en estos dos últimos casos los partidos postulantes, todos, resultaron perdedores. El PRI, por su parte, que nunca necesitó vejigas para nadar, ha tenido que hacerse acompañar en los años recientes por el partido Verde, y en elecciones locales se alía con partidos locales, algunos de ellos circunstanciales. También se coaliga ahora con el Panal, partido promiscuo que lo mismo se une al partido que expulsó a su dueña que al partido que le ha reservado una dilatada extensión del campo gubernamental.
Rumbo a julio próximo, las coaliciones adquieren toda clase de tonalidades y modos. En Puebla, apoyan al expriista senador panista Rafael Moreno Valle su propio partido, así como el PRD, Convergencia, el PT y el Panal. El PT está ausente de la coalición que sostiene en Durango al expriista José Aispuro Rosas Torres, en que figuran el blanquiazul y los exiguos PRD y Convergencia de esa entidad. En Oaxaca, Gabino Cué fue ya registrado como candidato de la alianza de su partido Convergencia con el PAN, el PRD y el PT (que hace seis años estaba aliado con el PRI). En Hidalgo, está ya formalizada la coalición entre el PAN y los tres partidos del DIA (caprichoso anagrama que refiere al Diálogo para la Reconstrucción de México). En Veracruz se enfrentarán tres coaliciones: el PAN y el Panal apoyarán a Miguel Ángel Yunes; al diputado Javier Duarte, elegido ya por el gobernador Fidel Herrera y único inscrito en el proceso interno priista, lo postularán su partido, el Verde y el Revolucionario Veracruzano; y a Dante Delgado su propio partido, Convergencia, así como el PRD y el PT. En Zacatecas, en cambio, la alianza de PRD y Convergencia para apoyar a Antonio Mejía Haro no contará con el apoyo del PT sino al contrario, pues el Partido del Trabajo tiene en David Monreal a su propio candidato, que para efecto de ir solo rompió la coalición que ya había adelantado con el PRI, que a su vez se unirá con el Verde, como en todo el país, para en este caso presentar a Miguel Alonso Reyes.
Habrá todavía más coaliciones, pésele a quien le pese. A quien le pesare habrá que tildarlo de hipócrita, pues a su turno no vacilará en aliarse con quien sea.
Aristegui y los Presidentes (videos)
http://www.youtube.com/watch?v=PwzoDe_dLFI
Aristegui - Hugo Chavez (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 2/2
http://www.youtube.com/watch?v=q8GZQHiSOoU
Aristegui - Luis Ignacio Lula Da Silva (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 1/2
http://www.youtube.com/watch?v=XRg89PiBHcE
Aristegui - Luis Ignacio Lula Da Silva (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 2/2
http://www.youtube.com/watch?v=zAOlAa7Mtwc
Aristegui - Evo Morales (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 1/2
http://www.youtube.com/watch?v=AR01Y6WTZXc
Aristegui - Evo Morales (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 2/2
http://www.youtube.com/watch?v=Aag9x8JG-5E
Aristegui - Rafael Correa (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 1/2
http://www.youtube.com/watch?v=L-Dc7-M3f-0
Aristegui - Rafael Correa (Cumbre De La Unidad De America Latina y El Caribe) 2/2
http://www.youtube.com/watch?v=3NtDSHpmwpM
HUGO CHAVEZ DISCURSO EN LA CUMBRE DE LA UNIDAD DEL GRUPO DE RIO 01
http://www.youtube.com/watch?v=9b6kAv1J1no
HUGO CHAVEZ DISCURSO EN LA CUMBRE DE LA UNIDAD DEL GRUPO DE RIO 02
http://www.youtube.com/watch?v=T1vRu8AWgCw
HUGO CHAVEZ DISCURSO EN LA CUMBRE DE LA UNIDAD DEL GRUPO DE RIO 03
http://www.youtube.com/watch?v=xjLz7g3cJN4
Rescatemos la cultura de la depredación neoliberal
http://www.youtube.com/watch?v=qRH1ZwuJyPU
La Oreja de Van Gogh: "Cuidate"
http://www.youtube.com/watch?v=LeAi2fSR1zg
" No puede existir en un pueblo DEMOCRACIA, si no tiene CULTURA "
- Antonio Skarmeta -
La televisión: ¿Medio de Comunicación? o ¿Medio de Dominación?
El sistema televisivo ha sido el laboratorio maléfico de las oligarquías mundiales, transformando a la conocida pantalla chica en un monstruo poderoso, invasor de la familia y de las psiquis de las personas. Sin duda, la televisión ha logrado fortalecer el sistema de dominación mundial, y a su vez el fenómeno de la globalización, creando estereotipos en los seres humanos y estandarizando el gusto y comportamiento de la sociedad mundial (cultura de masas). El nuevo miembro de la familia, nos dice: cómo debemos comportarnos, cómo debemos vestir, qué debemos escuchar y qué tenemos que consumir, cumpliendo una función de vitrina comercial, que sólo al encenderlo tendrás una gran referencia de la “diversidad” de productos comerciales.
Este invento maravilloso del siglo XX además de ser un destacado promotor comercial, ha logrado, tanto deteriorar las relaciones familiares como garantizar el control de nuestras conductas. Tal es el caso, de niños, niñas y jóvenes que crecen y han crecido bajo la tutela de la televisión, siendo severamente afectados, debido a que en numerosos casos el televisor ha suplantado el rol de la niñera y en otros hasta el rol de la madre y el padre, logrando ser la nueva escuela que se fundamenta bajo los principios capitalistas del consumismo, del individualismo, del egoísmo, del racismo, de la codicia, la ficción, el machismo, el sexismo y la superioridad; ejemplo de ello tenemos la conocida serie animada de Superman, la cual transmite la superioridad del hombre blanco, la historia ficticia de una persona súper poderosa que viene de otro planeta a salvarnos para llenar al mundo de felicidad; o la serie animada de Rico Mc Pato, donde prevalece la avaricia por el dinero, la codicia, el egoísmo de un pato que solo piensa en sí mismo, en su fortuna y en la acumulación de riquezas.
Sin embargo, este sistema telehipnotizante no sólo es un modelo alienante para niños, niñas y jóvenes, sino también para adultos y ancianos. Ninguno escapa de esta realidad, ya que todos urgimos por tener a ese intruso en la familia, a ese nuevo huésped con gran ojo de cristal, que para muchos ha resultado ser tan inofensivo y de gran atracción. La televisión y todo el medio que la compone no es más que un sistema hegemónico mundial, un imperio mediático que nos vigila, que nos vende un modelo de vida que atenta contra la idiosincrasia e identidad de los pueblos, es la droga que nos controla, que nos hace dependientes, que nos envicia la mente y nos genera severas consecuencias negativas en nuestro comportamiento. De igual forma, es el encargado de manipular la historia de los pueblos y de quebrantar la creación artística de los seres humanos, limitándonos al consumo inconsciente, que no es más que consumismo, y a la reproducción continua de antivalores que son depositados en nuestras mentes, como si fuera la papelera de reciclaje de un computador.
No cabe ninguna duda, que el capitalismo mantiene una guerra alienante a través de su gran industria cultural, lo que muchos han llegado a denominar como: guerra de cuarta generación, guerra mediática ó guerra silenciosa, en lo personal discrepo de llamarla silenciosa, ya que bastante ruido ha generado en nuestros subconscientes, perturbando nuestra tranquilidad y golpeando fuerte a la memoria, con sus engaños, manipulaciones, amarillismo mediático y persuasiones.
Es importante que todo este panorama nos lleve a la reflexión y organización, no podemos permitir que la televisión y los medios masivos de difusión sigan controlando nuestras mentes. Por ello, es determinante seguir haciendo lo imposible para hacer posible alternativas que logren golpear muy fuerte estas estructuras enemigas de los pueblos. En el caso de Venezuela, se ha sembrado una esperanza para contrarrestar el avance de la manipulación mediática, con la creación del sistema de medios de comunicación alternativa y comunitaria, donde el pueblo ha asumido una labor intachable en el rescate del periodismo, y además, en la innovación de un verdadero modelo comunicacional. Sin embargo, no han faltado los descalificativos del sector clasista de la población venezolana que se aferra más al tradicionalismo exclusivo y excluyente. No obstante, es indudable la gran lección que el pueblo venezolano está propinando a aquellos que dejaron guindada la ética profesional junto con la toga y el birrete, y a los que nunca creyeron que este pueblo “marginal”, como muchos suelen llamar, se armaría de agallas y de conocimientos para desafiar a un sistema tan poderoso y malévolo como el de la televisión.
¡¡¡Es necesario seguir construyendo la comunicación alternativa, popular y revolucionaria. CARAJO!!!
gaprevol@hotmail.com
sábado, febrero 27, 2010
Geografía del terror
La información y la reflexión sobre el creciente poder del narcotráfico en México se impone en las agendas políticas –secretas o públicas– y en las conversaciones cotidianas. Por eso los medios de comunicación lo han convertido, inevitablemente, en su principal eje temático.
No se trata de una maniobra perversa: implica seguir la ruta del dinero, la escala del poder, el entramado de complicidades y de la impunidad. Este hilo negro lleva prácticamente a todas las zonas oscuras de nuestra sociedad: desde el tráfico de influencias, el financiamiento ilegal de campañas y la corrupción policiaca y militar, hasta los ajustes de cuentas y el lavado de dinero.
El libro El México narco (editorial Planeta, Temas de Hoy) es un intento de darle forma al grueso caudal informativo generado desde hace décadas, pero sobre todo desde que el presidente Felipe Calderón decidió darle preeminencia al enfoque militarista de la lucha contra el narcotráfico. Por eso este material, que originalmente fue publicado en las ediciones especiales 24 y 25, publicadas en 2009 con el mismo título, se editó de forma que conservara su impulso periodístico.
Bajo la coordinación del director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, los reporteros de este semanario averiguaron los antecedentes históricos, la situación actual y la magnitud de los cárteles en cada región y estado, e incluso en las ciudades más disputadas por ellos, como es el caso de Ciudad Juárez, martirizada por el narco y por la descontrolada intervención militar.
El libro abre con una revisión de la historia reciente, a cargo de Ricardo Ravelo, para ubicar los tiempos y los lugares de origen de las bandas que se enriquecieron y evolucionaron en organización hasta convertirse en los temibles cárteles de Tijuana, de Juárez y de Sinaloa, que se consolidaron con sus estructuras paramilitares y se procuraron la protección de la policía, el Ejército y las autoridades locales.
A partir de ahí, por estados y en orden alfabético, cada reportero hace la crónica de las confrontaciones, las alianzas y los crímenes que poco a poco se extendieron por ciudades, pueblos y rancherías, desde las áreas cultivables hasta los destinos turísticos.
En este aspecto, el libro es distinto de otros que cuentan historias entresacadas del submundo de la delincuencia organizada. Se trata de un trabajo periodístico en el que muchas de esas historias, en sí mismas dramáticas, se muestran en su contexto social y político, lo cual las hace todavía más preocupantes porque se revelan como expresiones, terribles pero no únicas, del altísimo grado de violencia y degradación que postra al país.
Información documentada, más allá del interés partidista de sesgar las versiones o del afán oficial de negarla. Hablan los hechos, estruendosos como disparos. Aunque ninguna evidencia puede evitar que los jefes policiacos o militares, o el propio presidente, digan después de leer datos como estos: Sigamos con el programa...
En El México narco se cuentan los orígenes de las organizaciones que hoy tienen al país en jaque, la trayectoria de los principales cabecillas, sus principales batallas y sus más sonados crímenes. Por otro lado, o del mismo lado, se indagan las acciones de las autoridades y las llamadas fuerzas del orden, coprotagonistas de esta guerra como verdugos y como víctimas, según la ocasión. Los únicos que siempre son víctimas de esa violencia son la sociedad civil y sus derechos.
El coordinador del volumen describe así el clima social que se ha ignorado olímpicamente en la estrategia contra el narco: “... demasiada violencia, demasiados muertos, demasiada sangre, demasiados descabezados, demasiados torturados... Pero con decenas de miles de soldados y de policías en las calles, con decenas de miles de sicarios dispuestos a matar o a morir, con millones de familias en la pobreza extrema, con millones y millones de jóvenes en la desesperanza, hoy en México nada es demasiado”.
Tampoco los capos tienen medida. De los militares que corrompieron y de aquellos que se integraron a sus bandas, aprendieron a utilizar granadas, bazucas y ametralladoras de grueso calibre. Pero también están atacando a la sociedad con propaganda y desinformación –que suelen ir ensambladas–, además de su más poderosa arma, que es el silencio.
Los cárteles quisieran acallar a los medios para que grite el miedo, y en estados como Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas esto les sale barato, ya que algunas obcecadas acciones y omisiones gubernamentales intensifican el poder intimidatorio del silencio, que destruye fortalezas sociales, como la defensa de los derechos civiles, al tiempo que otorga facilidades al crimen y a la corrupción.
Por eso El México narco se publica también como un homenaje a los 56 periodistas que, según la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, han sido muertos por el crimen organizado en lo que va de la década. (CAJ)
Al rescate ........
Costosas pugnas albiazules
Yanquis en México?
1. La situación del país en los últimos 12 meses se ha agravado al incrementarse el número de asesinados, de confrontaciones entre el ejército y los narcotraficantes, de manifestaciones políticas de inconformidad por altísimo crecimiento del desempleo y miseria, particularmente en los estados de Chihuahua, Sinaloa, Michoacán, Morelos, Sonora, Oaxaca, Guerrero y Ciudad de México. El gobierno derechista de Felipe Calderón, al ser permanentemente derrotado por el narcotráfico y al ver que la situación del país se agrava, parece dispuesto a pedir la intervención de fuerzas armadas yanquis y éstas llegarían de inmediato porque hace mucho que buscan esa oportunidad. El pretexto sería la lucha contra el narcotráfico, pero la realidad sería otra: apuntalar al gobierno derechista de Calderón para evitar el fortalecimiento de las luchas del pueblo.
2. Los narcotraficantes tienen 10 veces más presencia en México que la oposición política real porque ellos sí están bien entrenados, poseen enormes cantidades de dinero, están equipados con armas modernas y son protegidos por innumerables empresarios, gobierno y Estado. Al parecer se vive desde hace tres años en el país una especie de guerra civil o delincuencial no declarada con casi 20 mil muertos en tres años de confrontaciones. Por eso el gobierno de Calderón no ha dejado de enviar soldados y policías en toda la nación, de enviar militares a los EEUU para ser capacitados, ni de buscar la mayor ayuda económica y de asesorías del gobierno yanqui. La realidad es que, como pasó en Colombia, con el argumento que los narcos han rebasado la capacidad del gobierno, Calderón podría pedir la intervención norteamericana.
3. En Ciudad Juárez, frontera con EEUU, la situación es incontrolable. El gobierno del Estado ha planteado que pasaría su despacho y el de sus secretarios de gobierno en esa ciudad con el fin de parar los asesinatos que se registran un día y otro también; el mismo presidente ilegítimo Calderón viajó dos veces en una semana con el fin de frenar las protestas del pueblo contra su gobierno. La misma situación peligrosa se registra en Sinaloa, Michoacán y Morelos donde se ha acusado a los gobernadores de tener mucha relación con los narcotraficantes. El presidente y el secretario de Gobernación están realizando visitas “sorpresas”, es decir, sin avisar a los gobernadores, para que no se les reciba con protestas del pueblo. En Yucatán el día de ayer llegó Calderón sin avisar a la gobernadora y coordinándose solamente con sus partidarios los panistas. Parece que la situación es más grave cada día.
4. En diversos estudios se ha planteado que el narcotráfico representa cerca de un 30 por ciento de la economía mundial. Que el valor de su comercio ha superado al del petróleo y que sólo se sitúa bajo las inmensas cantidades de dinero que mueve la producción y ventas de armas. El narcotráfico está apuntalado en todos sus niveles por poderosos grupos capitalistas que lo han convertido en una gran mercancía que –como la industria armamentista y la del petróleo- ha servido para conformar monopolios o consorcios. No me olvido que hace unos 30 años, el jefe narco, Caro Quintero, decía: dénnos un poco de facilidades para movernos y en unos cuantos años pagamos toda la deuda externa nacional. ¿Sabías que hay en el mundo un mercado de 20 millones de consumidores de marihuana, un número poco menor de cocainómanos y alrededor de 500 mil personas que demandan heroína?
5. Pero también se sabe que el consumo determina siempre la producción, no al revés. ¿Se seguiría produciendo un producto que no se consume? Simplemente deja de ser mercancía capitalista. En México, como en otros países, el consumo es mínimo comparado con los gigantescos embarques que llegan a los EEUU y Europa donde circulan toneladas de dinero y la crisis existencial es profunda; sin embargo, de acuerdo a las cifras, mientras que a la prevención del consumo el gobierno norteamericano sólo dedicó 250 millones de dólares al combate antinarcóticos, en los países pobres se dedicaron 21.000 millones de dólares, desde 1981. Mientras se acusa, persigue y asesina a decenas de miles de campesinos desempleados y miserables por cultivar la yerba, en EEUU y Europa se hacen fuertes negocios entre traficantes y magnates del capital. Otra vez la lucha de clases reaparece.
6. En Colombia el pretexto para la intervención de militares yanquis fue el combate contra el narcotráfico, luego el gobierno dijo que narcotráfico, crimen organizado, guerrilla y oposición política izquierdista estaba ya en el terrorismo y la delincuencia, y ahora, no sólo ha estado el ejército yanqui en Colombia sino que han instalado siete u ocho bases militares en ese territorio para amenazar e intervenir en los demás países de Latinoamérica. En México puede suceder exactamente lo mismo comenzando con la militarización yanqui de la frontera norte, pero también la del sur de México. Bastaría con ese pretexto de combate al terrorismo para que todo el país fuera intervenido por miles de agentes de la CIA, el Pentágono, de la DEA y la llamada INTERPOL. Ello es lo que lleva a pensar que para apuntalar a Calderón los gringos pueden intervenir.
7. El gobierno de los EEUU, por lo menos desde los avionzazos a los edificios de las “torres gemelas” en 2001, en los momentos en que invadía a Afganistán y a Irak, pensaba que las fronteras norte y sur de México deberían ser selladas para evitar la entrada de “terroristas” para evitar que penetren a su territorio. ¿Cuántos pretextos más puede usar el gobierno de Calderón para “justificar” que los yanquis tengan que cuidar físicamente sus fronteras? El pueblo mexicano tiene que rechazar cualquier pretexto por toda la experiencia histórica de las invasiones y ocupaciones gringas. Todo ha comenzado en México como en Colombia: ofreciendo un apoyo para combatir al narcotráfico; luego convertirse en una fuerza de persecución contra los izquierdistas y el movimiento obrero/campesino, para luego llegar a la ocupación total. ¡Uníos contra el imperio!
pedroe@cablered.net.mx
Presentación del Libro Camisas Azules, Manos Negras El Saqueo de Pemex desde los Pinos
La corrupción en Pemex tiene nombre
El libro “Camisas Azules, Manos Negras” pone rostro y apellido a la corrupción en Pemex
MEXICO, D.F., 26 de febrero.- Así es como describe la propia autora, Ana Lilia Pérez, el texto publicado bajo el sello de Editorial Grijalbo. En entrevista exclusiva, Ana Lilia relata que al investigar las actividades de Pemex en las que presuntamente estaban involucrados Marta Sahagún y sus hijos, fue descubriendo otras irregularidades. Y en ellas aparecieron implicados personajes como Juan Camilo Mouriño y César Nava, entonces director jurídico de la paraestatal y actual presidente nacional del PAN.
Con respecto a Nava, la periodista documenta el caso en el que una firma de abogados de Coatzacoalcos cobró 44 millones de pesos por “defender” a Pemex.
“(Los auditores de la Función Pública) en la investigación descubren que los abogados a quienes César Nava designó para defender a Pemex despachaban en el mismo domicilio que los abogados a quienes el Ayuntamiento de Coatzacoalcos contrató para demandar a Pemex”, explica.
Sin embargo, no es el único caso que presenta. Revela otros en los que aparece involucrada la familia Mouriño. “Se pone en evidencia que el problema de Pemex no es un asunto de reformas, sino que es un asunto de una mala administración. Una corrupta administración”, afirma Ana Lilia Pérez.
(Félix Arredondo / Reporte Indigo
3er Aniversario de la Revista "El Chamuco"
La mejor revista de humor político en México, El Chamuco, celebró ayer su tercer aniversario, en el Museo Nacional de Culturas Populares.
Acompañados por Jesusa Rodríguez, el Fisgón, Helguera, Hernández, Cintia Bolio, Pedro Miguel y Federico Arreola, comentaron con geniales ocurrencias, la situación que atraviesa nuestro país y sus graves problemas.
Asimismo, pasaron lista a los culpables de la debacle nacional, como son el chaparrito de lentes, el peloncito orejón, la maestra o demás delincuentes que ejercen impunemente sus cargos públicos.
How the Mountain of Climate Change Evidence Is Being Used to Undermine the Cause
Twenty-one years ago, in 1989, I wrote what many have called the first book for a general audience on global warming. One of the more interesting reviews came from the Wall Street Journal. It was a mixed and judicious appraisal. “The subject,” the reviewer said, “is important, the notion is arresting, and Mr. McKibben argues convincingly.” And that was not an outlier: around the same time, the first president Bush announced that he planned to “fight the greenhouse effect with the White House effect.”
I doubt that’s what the Journal will say about my next book when it comes out in a few weeks, and I know that no GOP presidential contender would now dream of acknowledging that human beings are warming the planet. Sarah Palin is currently calling climate science “snake oil” and last week, the Utah legislature, in a move straight out of the King Canute playbook, passed a resolution condemning "a well organized and ongoing effort to manipulate global temperature data in order to produce a global warming outcome" on a nearly party-line vote.
And here’s what’s odd. In 1989, I could fit just about every scientific study on climate change on top of my desk. The science was still thin. If my reporting made me think it was nonetheless convincing, many scientists were not yet prepared to agree.
Now, you could fill the Superdome with climate-change research data. (You might not want to, though, since Hurricane Katrina demonstrated just how easy it was to rip holes in its roof.) Every major scientific body in the world has produced reports confirming the peril. All 15 of the warmest years on record have come in the two decades that have passed since 1989. In the meantime, the Earth’s major natural systems have all shown undeniable signs of rapid flux: melting Arctic and glacial ice, rapidly acidifying seawater, and so on.
Somehow, though, the onslaught against the science of climate change has never been stronger, and its effects, at least in the U.S., never more obvious: fewer Americans believe humans are warming the planet. At least partly as a result, Congress feels little need to consider global-warming legislation, no less pass it; and as a result of that failure, progress towards any kind of international agreement on climate change has essentially ground to a halt.
Climate-Change Denial as an O.J. Moment
The campaign against climate science has been enormously clever, and enormously effective. It’s worth trying to understand how they’ve done it. The best analogy, I think, is to the O.J. Simpson trial, an event that’s begun to recede into our collective memory. For those who were conscious in 1995, however, I imagine that just a few names will make it come back to life. Kato Kaelin, anyone? Lance Ito?
The Dream Team of lawyers assembled for Simpson’s defense had a problem: it was pretty clear their guy was guilty. Nicole Brown’s blood was all over his socks, and that was just the beginning. So Johnnie Cochran, Robert Shapiro, Alan Dershowitz, F. Lee Bailey, Robert Kardashian et al. decided to attack the process, arguing that it put Simpson’s guilt in doubt, and doubt, of course, was all they needed. Hence, those days of cross-examination about exactly how Dennis Fung had transported blood samples, or the fact that Los Angeles detective Mark Fuhrman had used racial slurs when talking to a screenwriter in 1986.
If anything, they were actually helped by the mountain of evidence. If a haystack gets big enough, the odds only increase that there will be a few needles hidden inside. Whatever they managed to find, they made the most of: in closing arguments, for instance, Cochran compared Fuhrman to Adolf Hitler and called him “a genocidal racist, a perjurer, America’s worst nightmare, and the personification of evil.” His only real audience was the jury, many of whom had good reason to dislike the Los Angeles Police Department, but the team managed to instill considerable doubt in lots of Americans tuning in on TV as well. That’s what happens when you spend week after week dwelling on the cracks in a case, no matter how small they may be.
Similarly, the immense pile of evidence now proving the science of global warming beyond any reasonable doubt is in some ways a great boon for those who would like, for a variety of reasons, to deny that the biggest problem we’ve ever faced is actually a problem at all. If you have a three-page report, it won’t be overwhelming and it’s unlikely to have many mistakes. Three thousand pages (the length of the latest report of the Intergovernmental Panel on Climate Change)? That pretty much guarantees you’ll get something wrong.
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The Great American Bank Robbery
The following is Part I of a two-part excerpt from Freefall: America, Free Markets, and the Sinking of the World Economy by Joseph Stiglitz ( W.W. Norton & Co., 2010). Read AlterNet's recent interview with Stiglitz by Zach Carter.
Bankruptcy is a key feature of capitalism. Firms sometimes are unable to repay what they owe creditors. Financial reorganization has become a fact of life in many industries. The United States is lucky in having a particularly effective way of giving firms a fresh start—Chapter 11 of the bankruptcy code, which has been used repeatedly, for example, by the airlines. Airplanes keep flying; jobs and assets are preserved. Shareholders typically lose everything, and bondholders become the new shareholders. Under new management, and without the burden of debt, the airline can go on. The government plays a limited role in these restructurings: bankruptcy courts make sure that all creditors are treated fairly and that management doesn't steal the assets of the firm for its own benefits.
Banks differ in one respect: the government has a stake because it insures deposits....The reason the government insures deposits is to preserve the stability of the financial system, which is important to preserving the stability of the economy. But if a bank gets into trouble, the basic procedure should be the same: shareholders lose everything; bondholders become the new shareholders. Often, the value of the bonds is sufficiently great that that is all that needs to be done. For instance, at the time of the bailout, Citibank, the largest American bank, with assets of $2 trillion, had some $350 billion of long-term bonds. Because there are no obligatory payments with equity, if there had been a debt-to-equity conversion, the bank wouldn’t have had to pay the billions and billions of dollars of interest on these bonds. Not having to pay out the billions of dollars of interest puts the bank in much better stead. In such an instance, the role of the government is little different from the oversight role the government plays in the bankruptcy of an ordinary firm.
Sometimes, though, the bank has been so badly managed that what is owed to depositors is greater than the assets of the bank. (This was the case for many of the banks in the savings and loan debacle in the late 1980s and in the current crisis.) Then the government has to come in to honor its commitments to depositors. The government becomes, in effect, the (possibly partial) owner, though typically it tries to sell the bank as soon as it can or find someone to take it over. Because the bankrupt bank has liabilities greater than its assets, the government typically has to pay the acquiring bank to do this, in effect filling the hole in the balance sheet. This process is called conservatorship. Usually the switch in ownership is so seamless that depositors and other customers wouldn't even know that something had happened unless they read about it in the press. Occasionally, when an appropriate suitor can’t be found quickly, the government runs the bank for a while. (The opponents of conservatorship tried to tarnish this traditional approach by calling it nationalization. Obama suggested that this wasn’t the American way. But he was wrong: conservatorship, including the possibility of temporary government ownership when all else failed, was the traditional approach; the massive government gifts to banks were what was unprecedented. Since even the banks that were taken over by the government were always eventually sold, some suggested that the process be called preprivatization.)
Long experience has taught that when banks are at risk of failure, their managers engage in behaviors that risk taxpayers losing even more money. The banks may, for instance, undertake big bets: if they win, they keep the proceeds; if they lose, so what? They would have died anyway. That's why there are laws saying that when a bank’s capital is low, it should be shut down or put under conservatorship. Bank regulators don't wait until all of the money is gone. They want to be sure that when a depositor puts his debit card into the ATM and it says, "insufficient funds," it's because there are insufficient funds in the account, not insufficient funds in the bank. When the regulators see that a bank has too little money, they put the bank on notice to get more capital, and if it can't, they take further action of the kind just described.
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Frustra la Corte intento de reelección de Alvaro Uribe
MÉXICO, D.F., 26 de febrero (apro).- Luego de que la Corte Constitucional de Colombia frenó su intentona de reelegirse, el presidente Álvaro Uribe acató el fallo judicial. “El estado de derecho exige que todos los ciudadanos nos sometamos a la ley, pero especialmente un gobernante", dijo.
El magistrado presidente de la Corte, Mauricio González Cuervo, informó que ese organismo rechazó, por siete votos contra dos, la Ley de Referendo que hubiera permitido Uribe optar por una segunda reelección en los comicios del próximo 30 de mayo.
"La corte declaró inexequible en su totalidad la ley 1354 de 2009, por medio de la cual se convoca a un referendo constitucional y mediante la cual se somete al pueblo a un proyecto de refrendo constitucionalidad", dijo González Cuervo, quien alegó "vicios de forma" en el planteamiento de la ley ante el Congreso, donde fue aprobada a finales de 2009.
"No se trata de meras irregularidades formales, sino de violaciones sustanciales al principio democrático", insistió el magistrado presidente, luego de dar a conocer que dos de los nueve magistrados del tribunal se abstuvieron.
Tras el fallo de la Corte, el presidente Álvaro Uribe aseguró que lo único que lo ha animado en la vida es su amor por Colombia y que estaba dispuesto a servir al país desde "cualquier trinchera". En un breve discurso desde Barranquilla, en el departamento de Atlántico y a unos 700 kilómetros al norte de Bogotá, Uribe dijo: "Acato y respeto la sentencia de la honorable Corte Constitucional... El estado de derecho exige que todos los ciudadanos nos sometamos a la ley, pero especialmente un gobernante".
Y añadió:
"Compatriotas, tengo un deseo: el deseo de poder servir a Colombia desde cualquier trinchera, desde cualquier circunstancia hasta el último día de la vida. Apreciados compatriotas, me anima una ilusión: que nuestra democracia mejore el rumbo, pero que no abandone el rumbo" de mejorar la seguridad.
De acuerdo con el mandatario colombiano, quien asumió por primera vez la presidencia en agosto del 2002, el único sentimiento que ahora alberga “es un sentimiento de amor por Colombia... Deseo que en los años de vida que me restan yo pueda sentir más amor por Colombia”.
La Constitución colombiana no contempla la posibilidad de un tercer mandato presidencial consecutivo, por lo que los partidarios del presidente Uribe propusieron el año pasado desde el Congreso un referendo para modificarla.
Uribe, de 57 años y niveles de popularidad por encima de 60%, había impulsado en 2005 una reforma a la Carta Magna para permitir por una única vez la reelección, que estaba prohibida. Con esa modificación constitucional Uribe ganó su segunda mandato de cuatro años en los comicios del 2006, pero un tercero fue rechazado este viernes por la Corte.
Los próximos comicios presidenciales están previstos para el 30 de mayo y al menos cuatro aspirantes ya se han inscrito ante las autoridades electorales.
Álvaro Uribe culmina su mandato el 7 de agosto de 2010, cuando deberá entregar el poder a su sucesor.
Zedillo: nombramiento y pago de facturas
A primera vista, el nombramiento podría pasar como reconocimiento a la reputación de “economista experto” que el ex mandatario se ha forjado desde que, a su salida del cargo en diciembre del año 2000, se dedicó a moverse en distintos ámbitos empresariales, académicos y en organismos financieros, lo cual lo ha llevado a desempeñarse como funcionario de varias compañías trasnacionales, como Procter & Gamble, Alcoa y Union Pacific, algunas de las cuales se vieron ampliamente beneficiadas durante su mandato.
Esta supuesta virtud colisiona, sin embargo, con la impericia económica con que el egresado de la Universidad de Yale se condujo durante sus años en el poder. Debe recordarse, por principio de cuentas, la crisis en la que se vio sumido nuestro país días después de la llegada de Zedillo a la Presidencia de la República, en la que confluyeron por igual las maquinaciones inconfesables del gobierno de Carlos Salinas y la incompetencia económica de su sucesor, por más que el primero se empeñe en sostener –como ocurrió el pasado martes– que ese quebranto económico fue responsabilidad exclusiva del segundo. Pese al enorme costo que esta crisis arrojó en términos de pobreza y zozobra social, el gobierno zedillista optó por abandonar a su suerte a los estratos medios y bajos, y emprendió, en cambio, sendos procesos de “rescate” en favor de un puñado de empresarios.
En consonancia con la oleada privatizadora desatada durante el salinato, Zedillo impulsó y logró la aprobación de modificaciones legales que permitieron a firmas extranjeras –Citigroup, entre ellas– hacerse de la propiedad de los activos del sistema bancario en México. Al mismo tiempo, el flamante consejero de Citigroup socializó los pasivos de las empresas privatizadas en el sexenio anterior, y su gobierno alentó, diseñó y ejecutó, con el respaldo de legisladores priístas y panistas en el Congreso de la Unión, un “rescate bancario” que constituye el mayor atraco a las arcas públicas en la historia del país.
México SA
La reprivatización de Salinas benefició a especuladores
Cosecha Zedillo chambas de lujo por su “rescate”
Carlos Fernández-Vega
Pues bien, va el último tramo (ver México SA del 25 y 26 de febrero) del paseo por las instituciones bancarias reprivatizadas, con base en información de documentos oficiales divulgados en 1993-1994, para conocer qué tan favorable era su balance y qué tan lejos estaban de una situación de crisis: en junio de 1994, el 63 por ciento de los bancos que pasaron a manos privadas se encontraban en quiebra técnica, mientras que 37 por ciento restante estaban a un paso de tal condición; al cierre del primer semestre de ese año, la cartera vencida de las ex sociedades nacionales de crédito significó 96.2 por ciento de su capital contable, casi tres veces más que en diciembre de 1991, de acuerdo con la aquel entonces denominada Comisión Nacional Bancaria.
Año tras año el margen de maniobra de dichas instituciones se fue reduciendo: en 1991 la cartera vencida representó 35 por ciento del capital contable; en 1992, concluida la reprivatización, se incrementó a 65 por ciento; en 1993 llegó a 83 por ciento y, como se menciona, en el primer semestre de 1994 el 96.2 por ciento; dos años después de la venta, la cartera vencida de los bancos reportaba un incremento de 431.52 por ciento, de tal suerte que ni siquiera aplicando íntegramente las utilidades acumuladas en el periodo (casi 23 mil millones de nuevos pesos, equivalentes a 61 por ciento del precio que se pagó por los bancos) podría paliarse el peso que significaba la cartera vencida en el margen de maniobra de la banca comercial.
Lo anterior como promedio, porque algunas instituciones reportaban signos de verdadera asfixia: la cartera vencida de Banco de Oriente resultaba 185.23 por ciento superior a su capital contable (2.23 veces más que en agosto de 1991, cuando fue privatizado a favor del Grupo Margen, de los hermanos Margain Berlanga); Serfin (vendido a Operadora de Bolsa, de Adrián Sada, en febrero de 1992) registraba una cartera vencida 43 por ciento mayor que su capital contable; Comermex (cedido a la familias Autrey, Legorreta y Robinson Bours, de Bachoco), la cartera vencida resultaba 35 por ciento superior al capital contable; Unión y Cremi (de Carlos Cabal Peniche, el empresario “modelo” presumido por Carlos Salinas de Gortari), reportan carteras vencidas superiores en 21 y 37 por ciento a sus respectivos capitales contables. Los más grandes del sistema, Banamex (Roberto Hernández) y Bancomer (Eugenio Garza Lagüera) se encontraban muy cerca de cruzar la barrera: al cierre del primer semestre de 1994, la cartera vencida del primero equivalía a 83.23 por ciento de su capital contable, mientras que en el segundo caso la proporción se situó en 87.5 por ciento. De hecho, más de 55 por ciento de la cartera vencida total correspondía a Banamex, Bancomer y Serfin. Y así por el estilo.
Desde que se privatizó la primera institución bancaria (Multibanco Mercantil de México, el 11 de junio de 1991, a favor del Grupo Financiero Probursa, con José Madariaga Lomelín como cabeza visible) la constante de los neo banqueros (en realidad especuladores bursátiles la mayoría de ellos) fue recuperar lo más rápido posible lo que –se supone– pagaron por los bancos reprivatizados, para lo cual los exprimieron a más no poder. Así, en septiembre de 1993 –apenas 14 meses después de concluido el proceso reprivatizador– las utilidades de la banca comercial reportaban un vigoroso crecimiento y, de acuerdo con las estadísticas que en aquel entonces proporcionó la Asociación Mexicana de Bancos, los nuevos propietarios de las 18 ex sociedades nacionales de crédito vendidas por la administración salinista habían recuperado, en promedio, 42 centavos de cada peso invertido para quedarse con ellas.
Sin embargo, la rebanada no fue igual en todos los casos. Banamex, vendido a la casa de bolsa Accival, oficialmente fue entregado a sus nuevos propietarios el 26 de agosto de 1991. Entre esa fecha y septiembre de 1993, Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, juntos con sus accionistas, recuperaron 48 centavos de cada peso; Bancomer, asignado el 28 de octubre de 1991 a Valores Monterrey, de Eugenio Garza Lagüera, 46 centavos de cada peso; y Serfin, propiedad de Operadora de Bolsa desde el 27 de enero de 1992, 55 centavos de cada peso; Bancrecer, a cargo de Roberto Alcántara desde el 20 de agosto de 1991, 75 centavos de cada peso; Multibanco Probursa (originalmente Multibanco Mercantil de México, el primero en venderse, el 10 de junio de 1991, a José Madariaga Lomelín y socios), 61 centavos de cada peso. Y así por el estilo.
Cuando se concretó la reprivatización, un viejo banquero mostró su preocupación, pues la mayoría de las instituciones se vendieron a personas con “cultura netamente bursátil”, es decir, “a personas cuya costumbre es hacer grandes negocios, con mínimos riesgos y en muy corto plazo”. Y sucedió lo que era lógico: un año después, en septiembre de 1994, el promedio de recuperación, según la misma fuente, se aproximó a 95 centavos de cada peso. Lo que vino después es conocido: quiebra, “rescate”, “saneamiento”, extranjerización, 16 años después, sólo un banco reprivatizado permanece en manos mexicanas, las de sus compradores originales: Banorte.
Como se constata, “los bancos enfrentaban problemas, pero no una situación de crisis” (Salinas dixit).
Las rebanadas del pastel
Mientras Ernesto Zedillo no deja de cosechar chambas y de cobrar facturas por su “rescate” bancario (ayer lo colocaron en el consejo de administración de Citigroup, el supuesto dueño de Banamex), el inspirado subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Dionisio Pérez Jácome, justificó la matanzinga que registra México con la siguiente oda a la neurona pasmada: “uno de los logros en la guerra contra el narcotráfico es que los inversionistas reconocen, con su toma de decisiones, el imperio del Estado de derecho en el país”, algo que, por lo demás, se confirma fehacientemente con el hecho de que en los tres años de Calderón los capitalistas mexicanos han sacado del país 57 mil 700 millones de dólares, “la mayor emigración de activos desde el error de diciembre de 1994” (La Jornada, Roberto González Amador)… Va un enorme collar de besos y abrazos para Camila, por su cuarta velita en el pastel.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
La crisis nunca pasó por San Lázaro
MÉXICO, DF, 26 de febrero (apro).- Recientemente nos enteramos que la crisis económica en México “ya pasó”. Por lo menos así lo afirmaron las autoridades hacendarias en Estados Unidos en enero pasado.
Este mismo viernes, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Dionisio Pérez Jácome, comentó que “afortunadamente la situación se ha revertido y hay indicadores alentadores en los últimos meses”.
Sin embargo, para el ciudadano común y corriente esto no es así, y si no, que se lo pregunten a los 503 mil mexicanos que en enero, según el INEGI, perdieron su empleo.
O qué se lo pregunten a un trabajador de salario mínimo general que al mes gana mil 750 pesos y que ahora tiene que pagar más impuestos, como por ejemplo 16% de IVA, contra 15% que pagaba hasta fines de 2009.
La crisis económica del año pasado fue tan mala, que el gobierno federal aseguró que habría un “boquete”, es decir, un faltante de 480 mil millones de pesos en las finanzas públicas, y por tanto tenían que subir los impuestos.
Recientemente, los diputados del PRI, que sin su voto no se habría consumado el incremento a los impuestos, dijeron que avalaron los aumentos porque el gobierno les habló de tal boquete y les presentó un escenario catastrófico para los mexicanos este 2010. ¡Más catastrófico que la pérdida de 503 mil empleos en un mes!, se pregunta uno.
Esa fue la razón por la que avalaron los aumentos, nunca por el tan sonado trueque de las no alianzas del PAN --aunque con el paso de los días tuvieron que aceptar que sí hubo tal acuerdo sobre las coaliciones y que, al final, el gobierno no les cumplió.
Los priistas pretendieron curarse en salud diciendo que habían aprobado los impuestos porque el país se iría a la quiebra; y a tal grado fue su reclamo, que acusaron luego al gobierno federal de haberles mentido, pues el boquete de 480 mil millones de pesos resultó ser de 300 mil millones.
Ciertos o no los argumentos de los diputados que avalaron los nuevos impuestos, la verdad es que a ellos parecen no afectarle mucho los incrementos y la pérdida de empleos, pues mientras en enero 503 mil mexicanos cayeron en la desocupación, los 500 legisladores tienen empleo seguro hasta el 2012 y con sólo ocho días de trabajo “intenso”, que es el número de sesiones que realizan cada mes.
Otro de los motivos por los cuales los legisladores aprobaron los nuevos impuestos pudiera estar en su cheque, en su jugoso salario.
Y para muestra uno de sus cheques mensuales.
Cada diputado percibe un salario bruto de 151 mil 164 pesos, el cual se divide de la siguiente manera: 105 mil 378 pesos por concepto de “dieta” y 45 mil 766 como pago a su “asistencia legislativa”.
Es cierto que de los 151 mil 164 pesos que gana cada uno de los 500 diputados federales, se le restan entre impuestos, cuotas y fondo de ahorro, la cantidad de 60 mil 93 pesos.
A pesar de ello, el dinero libre que recibe cada diputado es de 91 mil 70 pesos, nada despreciable frente a los mil 750 pesos que obtiene un trabajador de salario mínimo general; sin embargo, a la cantidad mencionada todavía hay que sumarle 28 mil pesos más, en lo que se conoce como “gastos de gestión legislativa”. Y a esta cifra no se le aplica descuento.
En total, cada mes, un diputado recibe 119 mil pesos, quizá por esto cada vez que aprueban impuestos no se sienten afectados, y lo hacen con un cinismo que para el resto de los mexicanos nos resulta insultante, por decir lo menos.
Pero si un ciudadano común y corriente tiene que pagar de sus mil 750 pesos mensuales lo que invierte en transporte y alimentación, con los diputados no sucede lo mismo, pues además de su jugoso salario reciben algunas prebendas, como por ejemplo vales de comida por 2 mil 700 pesos, 12 mil pesos en vales para gasolina (3 mil 500 si vive en el Distrito Federal) y, por supuesto, una tarjeta IAVE para no pagar ni una sola de las casetas que utilizan cada vez que viajan por carretera, eso sin contar el seguro de gastos médicos mayores.
Si vemos estas cifras y conceptos por los cuales un legislador recibe dinero, cómo podría uno imaginarse que a los diputados les dé resquemor el aprobar aumentos en los impuestos.
Un trabajador asalariado debe estar laborando cuando menos ocho horas diarias para lograr los mil 750 pesos al mes, mientras que un diputado, con que asista sólo ocho veces al pleno de la Cámara de Diputados (que es el número de sesiones por mes), se lleva los más de cien mil pesos a la bolsa.
Y ni qué decir de los funcionarios del gobierno federal que ganan por lo menos 150 mil pesos libres, más prebendas similares a las de los legisladores.
Por eso no es de extrañar que las autoridades digan con tanta liviandad que la “crisis ya pasó”; lo cierto es que, para ellos, nunca llegó.
Funcionarios y legisladores nunca atienden los reclamos de la ciudadanía, no así cuando de grandes empresarios se trata; quizá ahora que la iniciativa privada presente su declaración de impuestos respecto a 2009, --entre marzo y abril--, y que vean que sí tuvieron grandes pérdidas, al grado que decidan no pagar impuestos este año, es que el gobierno se detenga a pensar si el camino que está tomando en materia económica es el correcto.
Porque al tener pérdidas las grandes empresas resultará obvio que harán todo lo posible por pagar menos o, incluso, no pagar impuestos, y esto repercutirá definitivamente en las finanzas federales, pues la recaudación será menor.
Entonces, para septiembre próximo, cuando el Ejecutivo federal vuelva a presentar su paquete económico para el 2011, volverá a decir que tiene otro “boquete” y quizá pretenda recetarnos nuevos incrementos de impuestos.
Habrá que esperar los reportes fiscales de las empresas, sobre todo ahora que se nieguen a pagar 25% del total de impuestos que vienen adeudando al fisco desde 2004; sólo a partir de ahí podríamos ver cuál será la pretensión del gobierno federal para el año que viene, y cómo empezará a trabajar con los diputados, qué argumento presentará ahora para convencerlos de la necesidad de buscar nuevas vías de ingresos.
Como para entonces las elecciones en los diversos estados ya habrán concluido, el pleito entre PRI y PAN ya no será tal, y de nuevo volverán a trabajar juntos; unos para tratar de salvar al gobierno y otros para intentar recuperarlo.
Los priistas dirán entonces que piensan en la ciudadanía y en su economía, y que no están de acuerdo con nuevos impuestos, pero seguramente los avalarán, como lo hacen año con año. Y qué importa que esto suceda, si ellos seguirán llevándose a sus bolsas la nada despreciable cantidad de 119 mil pesos libres de polvo y paja cada mes… ¿jodidos?
Jodidos los demás, los ciudadanos que no son diputados, senadores, funcionarios, presidentes municipales o el titular del Ejecutivo federal y a quienes por cierto este año les irán a pedir su voto en 15 estados de la República con el argumentos de que ellos “sí mejorarán su economía”.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
Un país que se diluye
MÉXICO, D.F., 25 de febrero.- En el proceso de vaciamiento, de ausencia de sentido en las perspectivas de largo plazo, el país parece como los ríos de agua sucia que causan pérdidas irreparables, humanas y materiales, pero sobre todo de generaciones enteras de jóvenes que ya no tienen confianza en la educación y viven a la deriva.
Es este el peor signo de la actual ingobernabilidad, pues la pérdida progresiva de las funciones del aparato del Estado y del sistema escolar se traduce en los inenarrables episodios de violencia y degradación que ocurren. La violencia generalizada que hace posible la actual ingobernabilidad es directa pero también indirecta. Así, además de manifestarse hasta en el asesinato de jóvenes departiendo alrededor de sus logros escolares o grupales, se expresa en la falta de políticas de gobierno para prevenir y solucionar lo más elemental de la seguridad de todos desde alguna racionalidad, o en el hecho de que, cuando esas políticas se emprenden, siempre llegan tarde o se dirigen en contra de la libertad (por ejemplo, contra la sexualidad de cada quien), aduciendo juicios morales o religiosos. Y todo ello, en un ambiente de demagogia y corrupción política.
En el fondo lo que se expresa es una violencia indirecta generalizada contra el sentido de la educación que forma o debiera formar para la defensa de los derechos humanos y la integridad emocional, cultural e intelectual.
La escuela mexicana está golpeada por la violencia que se deriva de esta pérdida de sentido de las políticas de gobierno. Hay hostigamiento verbal y hasta golpes en las aulas, mientras que los excluidos del sistema educativo no encuentran ninguna otra perspectiva que la ilegalidad o el crimen organizado: Con sus errores gramaticales, todas las “narcomantas” ponen de manifiesto dicha exclusión educativa.
Es una descomposición que a estas alturas abruma, sobre todo cuando se la ve desde la perspectiva de los educadores. Uno de ellos, Fernando Reimers, como si se refiriera a México, señala: “Cuando la escuela, los educadores y la sociedad no actúan decididamente para romper el ciclo de reproducción de la pobreza; cuando aceptan como inevitable, como un hecho natural, que aquellos estudiantes que han nacido en las comunidades de menores recursos tendrán por ello significativamente menos oportunidades de desarrollar su talento, es ésta aceptación cómplice de una forma de violencia indirecta. Otro aspecto de esta violencia lo constituye la utilización de los recursos que la sociedad asigna a la educación para fines distintos que el de promover el aprendizaje de los estudiantes. Cuando los sindicatos de maestros se hacen cómplices o promueven el bajo desempeño profesional de los profesores, o cuando los administradores públicos abusan para fines personales de la confianza que el Estado les asigna, son éstas formas de violencia indirecta contra aquellos en la sociedad que tienen menos voz para resistirla”. (Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, Metas Educativas 2011, página 135, 2009.)
En otras palabras, se incrementa la desconfianza hacia quienes tienen a su cargo el manejo de las políticas educativas cuando no saben adónde dirigir los recursos para la educación, o cuando, al aplicarlos, procuran obtener beneficios para sí mismos o para alguien en particular, de modo que su gestión tiene resultados políticos exitosos para ellos, pero no para mejorar la calidad y la cobertura del sistema educativo.
En suma, mientras los jóvenes no tienen ninguna otra salida que la pobreza y la ignorancia, pues la educación que reciben –cuando la reciben– se les escurre como el agua entre los dedos, el país también se nos diluye.
La suerte de El Chapo
MÉXICO, D.F., 24 de febrero (apro).- Hace un mes aproximadamente el gobierno de Felipe Calderón dio una orden tajante de rechazar a nivel internacional toda expresión periodística en la que se afirmara que Joaquín El Chapo Guzmán es el narcotraficante protegido por su gobierno y el de Vicente Fox. Comenzó así una campaña diplomática para limpiar su imagen y, al mismo tiempo, una serie de acciones policiales dirigidas precisamente a cambiar esta impresión, lo cual ya es demasiado tarde.
La versión de que El Chapo – el mote viene por su estatura de 1.55 metros--, ha sido favorecido por los gobiernos panistas en la lucha contra el crimen organizado no es nueva y muchas voces se han referido a esto desde que escapó de la cárcel de manera inverosímil en 2001, y luego dejaron libres a su hijo y a una de sus sobrinas, acusados ambos de lavado de dinero.
Pero ha habido un par de publicaciones que parecen una llamada de atención del gobierno de Estados Unidos o de la opinión pública internacional para que el gobierno de México haga algo efectivo en la lucha contra el crimen organizado, y ajuste las acciones de manera pareja para todos los grupos y no siga favoreciendo al Chapo.
La revista Forbes publicó recientemente la lista de los hombres más adinerados del mundo y puso en el lugar 71 con mil millones de dólares producto del tráfico de drogas al jefe del Cartel de Sinaloa.
La segunda publicación fue la del diario inglés The Economist que, en un análisis de la guerra de Calderón contra el narcotráfico, dio cuenta de lo favorecido que ha sido el narcotraficante sinaloense pues solo unos cuantos de sus aliados han sido detenidos, ninguno de importancia.
Forbes y The Economist ponen énfasis en lo destacado en que se ha convertido Joaquín Guzmán Loera y al hacerlo ponen de relieve la impunidad con la que ha actuado en los últimos diez años, pues va y viene por todo el país e incluso ahora se dice que se la pasa muy bien en Centroamérica, principalmente en Honduras.
Frente a estas publicaciones que demeritan la imagen de Calderón su equipo de gobierno ha tenido la maravillosa idea de montar una estrategia de daños desplegando una campaña de defensa en todas las embajadas y consulados mexicanos.
La primera señal de esta estrategia fue la que se dio hace unas semanas en contra de una reportera mexicana, Martha Durán, quien realizó un reportaje para una estación de radio de Noruega hablando precisamente de la buena suerte de El Chapo durante el gobierno de Calderón.
Las protestas de la embajada mexicana se le vinieron encima cuando escucharon el trabajo de la reportera e incluso se presentaron ante los responsables de la radio asegurando que todo era una mentira. Las pruebas presentadas por la reportera echaron para abajo los argumentos oficiosos de los funcionarios mexicanos quienes tuvieron que apechugar.
Al parecer la orden proveniente desde Los Pinos es protestar y condenar todo intento de afirmar que El Chapo es el protegido del gobierno de Felipe Calderón. Y esta orden es también para quienes se atreven a hacer el mismo señalamiento en el país, como lo hizo Manuel Clouthier, el hijo del famoso Maquío.
El diputado sinaloense realmente no reveló nada nuevo, sólo dijo que en Sinaloa el gobierno de Calderón no estaba actuando como en otros estados, lo cual se interpretó como si se refiriera a una protección al cartel comandado por El Chapo. En su intento por hacer voltear la atención hacia su estado llego a caer en el exceso de decir que la situación estaba peor que en Juárez por la vinculación del narco con la política.
Lo estridente de la declaración de Clouthier tuvo su efecto dentro del gobierno y en las filas del PAN. Lo acusaron de todo, principalmente de traidor, pidiéndolo que renunciara al partido, lo cual resultó ridículo pues nunca ha pertenecido al panismo sino que es un adherente.
Otro caso similar, aunque nunca menciono a cartel alguno, es el de Javier Aguirre. El entrenador de la selección nacional de futbol dijo en España que no se quedaría en México por los grados de inseguridad y violencia que existen. De alguna manera hizo una crítica a la ineficacia gubernamental en la guerra contra el crimen organizado. Casi de inmediato hubo una rectificación del Vasco Aguirre, al parecer le jalaron las orejas de Los Pinos y tuvo que recular.
Sin embargo, con esta acción en contra del legislador sinaloense, contra el entrenador de fútbol y la campaña desplegada en todos los cuerpos diplomáticos, lo único que ha hecho el gobierno de Calderón es ponerse el saco, aceptar implícitamente que se siente responsable de no actuar en contra del cartel de Sinaloa y confirmar que en su gobierno, por lo menos, el Chapo ha tenido mucha suerte pues hasta tuvo una boda en Durango sin que lo molestaran el ejército, las policías federal, estatal y municipal.