(Luis Agüero Wagner)
Más traiciones se cometen por debilidad que por firme convicción de traidor (La Rachefoucauld)
En su autobiografía “En la arena”, Richard Nixon resume su visión de la política sentenciando que el idealismo sin pragmatismo es impotente, máxima que debería aplicar todo político que busque el descalabro político, el escándalo y la humillación sufrida por el recordado “Tricky Dick”. La lección de Watergate no parece ciertamente inquietar mucho a nuestros líderes políticos naturales, así como tampoco a quienes hablan de cambio y patriotismo, pero espejean y reproducen el esquema de sus supuestos adversarios.
Uno de estos salvadores de la patria de utilería, nuestro único líder Lugo, ya ha dado muestras de lo mucho que innovará la metodología de los políticos nativos traicionando a la iglesia, institución antidemocrática por excelencia, a la que nadie le obligó a ingresar, con el mismo desparpajo con que se burló del acuerdo del 5 de febrero, que nadie le obligó a firmar. (Y si la expresa prohibición de candidatarse a ministros de religiones inserta en la Constitución no corresponde a su caso ¿A qué casos se refiere?)
De la misma manera que abandonó sus votos religiosos, desairó sin contemplaciones a los fundadores de Resistencia Ciudadana, uno de los primeros grupos en catapultarlo a la notoriedad política, e integrado en principio por meritorios representantes de la lucha social. Traicionó igualmente a Roberto Paredes, leal dirigente e intelectual de prestigio que lo asesoró con solvencia mientras duró la ilusión de una campaña limpia, transparente y sin hombres-escombros.
Dejó también hablando pavadas al partido Patria Querida, soporte fundamental en la gestación de su figura y una de las escasas agrupaciones que ha demostrado un desempeño parlamentario coherente y digno en los últimos tiempos, más allá de los reparos ideológicos. Despreció igualmente con soberbia al partido Unace, que llevó las dos terceras partes de los manifestantes que se reunieron el 29 de marzo de 2007 en las plazas de la costanera, en el primer aniversario de su incursión mesiánica, hecho del cual puedo dar fe porque fui testigo presencial.
A Tekojoja, que le bancó sus viajes al interior y exterior en los primeros balbuceos de su candidatura, abandonó sin remordimientos para insertarse en la “mesa de presidentes” de la Concertación, conglomerado de autoproclamados representantes de partidos fantasmas y extintos cuyo asesoramiento ya le ha costado caer cerca de 50 puntos en las encuestas. Al mismo tiempo deshonró al febrerismo, aceptando en sus filas a su clownesco y resistido “titular”, cuya auto-designación ilegal es considerada una afrenta por la familia febrerista y una humillación para los dirigentes históricos del PRF.
Traicionó a furibundos anti-oviedistas como Carlos Filizzola (gestor sin embargo de una audiencia con el entonces “preso político” Lino Oviedo), mendigando una entrevista al ex jefe de la milicia frente a su prisión de Viñas Cué, plantón presenciado por todos los medios de comunicación del país, incluidos aquellos que hoy le siguen alabando por intereses empresariales sectarios.
Se burló de la izquierda latinoamericana, coqueteando con ella al mismo tiempo que aceptaba en sus filas a personeros del complejo IAF-NED-USAID y a la prensa maccartista heredada de la dictadura anticomunista. Traicionó igualmente a la izquierda paraguaya, abrazándose con los principales impulsores del neoliberalismo en Paraguay y subastándose solícito a la cúpula liberal, en su ansiedad por posesionarse del aparato electoral del PLRA.
Son las ideas de estos mismos neoliberales que anuncian pretender reeditar la estratagema colorada de “Tu voto vale doble”, precisamente, las que descartó con su cantinflesca exposición en Quito, en un discurso indescifrable aún para los más avezados exegetas y hermeneutas del Vaticano.
No se puede negar, a pesar de todo lo expuesto, que nuestro único líder de sotana está representando un papel protagónico fundamental en la política contemporánea del Paraguay.
Ineludiblemente debemos puntualizar, sin embargo, que no siempre tanto vedettismo y protagonismo estelar en la historia es envidiable. Y si no es cierto esto último, que lo diga Judas Iscariote.
CUESTIONARIO PARA LUGUISTAS:
Una prensa maccartista que los paraguayos heredamos de Stroessner pretendió hacernos creer que el obispo “de los pobres” Fernando Lugo era un candidato de la izquierda, como si la Iglesia Católica fuera referente de institución progresista. A ellos les planteamos estas interrogantes:
¿Es izquierdista Ricardo Canese (dirigente luguista) cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno de los dirigentes luguistas protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?Comentario: En todas partes se cuecen habas.
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