Querétaro e Hidalgo piden contener alzas de precios
Ya éramos muchos y parió la abuela.
De los corresponsales
La caída de la producción de trigo en el país se suma a la escalada de aumentos de precios de productos básicos generada por el nuevo impuesto a las gasolinas, que aún no entra en vigor.
La Secretaría de Economía (SE) informó ayer que hasta hace ocho años Sinaloa producía alrededor de 370 mil toneladas del cereal, pero esta temporada la cosecha se desplomó hasta 26 mil.
Esto afectará al resto del país, pues seis estados, incluida Sinaloa, producían 35 millones de toneladas del cereal, pero este año apenas llegó a 3 millones, informó la delegación de la dependencia federal en Culiacán.
En días recientes, el costo del pan blanco en Sinaloa llegó hasta dos pesos, luego de haber permanecido en 1.50 la pieza. El bolillo y la telera pasaron de 1.60 y 1.80, respectivamente, a dos pesos, informó la delegación de la SE.
Aunque “existen pocas posibilidades de que baje el precio del pan blanco, se pretende mantener la estabilidad del precio con la importación de harina de trigo”, señalaron funcionarios de esta dependencia del gobierno federal.
Explicaron que se realizan gestiones para importar un millón de toneladas de trigo y estabilizar el precio del alimento; también se valora la posibilidad de aplicar una estrategia similar a la que se usó cuando en diciembre pasado se estabilizó el precio de la tortilla en 8.50 pesos el kilogramo.
En Hidalgo, el Congreso local se sumó al exhorto enviado por su similar de Querétaro al presidente Felipe Calderón Hinojosa para detener el aumento a los precios de la leche, el huevo y el pollo.
El diputado Jorge Malo Lugo, del Partido Verde Ecologista de México, recordó que en diciembre de 2006 el precio del kilogramo de frijol era de 7.95 pesos y hoy, de acuerdo con el Banco de México, es de 15.15, un aumento de 91 por ciento; el de café subió ocho pesos; el chocolate en polvo, 60 por ciento, y el aceite siete pesos.
La SE alertó en Morelos sobre la actividad de especuladores que, con el pretexto de un incremento en el costo de la gasolina, han comenzado a subir precios.
Lo mismo sucede con el gas licuado de petróleo (LP): pese a que el gobierno federal ha garantizado el suministro del energético, las empresas distribuidoras han encarecido el producto o venden cilindros a medio llenar.
Alejandra Jarillo, titular de la delegación de la SE en Morelos, exhortó a la población a no dejarse engañar por quienes incrementan injustificadamente los precios, y consideró viable la organización de un boicoteo para frenar la especulación.
Netzahualcóyolt Salvatierra, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), advirtió que si los recursos que genere el nuevo impuesto a las gasolinas se usan para gasto corriente por los gobiernos federal y estatales, y no para desarrollar infraestructura, se corre el riesgo de generar una “inflación imparable”.
En cambio, “si esto se destina, como en Estados Unidos, para ampliar y modernizar la red carretera, podría generar en principio un circulo virtuoso en torno a la economía y, a largo plazo, disminuir los costos de transporte y el impacto de este impuesto”.
(Javier Valdez, Carlos Camacho y Andrés T. Morales, corresponsales, y Dulce Maya / La Jornada Morelos)
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