miércoles, noviembre 21, 2007
Corrupción: factor común del desastre
Por Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Una vez más la corrupción política por negligencia, económica por hacer de los fondos un botín y administrativa porque los funcionarios de alto nivel se saben a salvo por la impunidad. En los desastres de Tabasco y Chiapas, aunque parezca que los casi diluvios rebasaron la capacidad de las presas (sobre todo de Peñitas) y los ríos, cada vez queda más claro que desde la inundación de 1999 en Tabasco, Zedillo y Fox a nivel federal, y el "gordo" Andrade, desgobernador tabasqueño, son los directamente responsables.
Y antes Cristóbal Jaime Jáquez y ahora José Luis Luege Tamargo en CONAGUA, con aquellos tres, integran los cinco corresponsables de la tragedia. Ninguno se ocupó de las necesidades hidráulicas, sobre todo de Tabasco y cuyo descuido empezó hace 20 años, con lo cual le toca al tramposo Roberto Madrazo parte de esa responsabilidad, siendo seis a quienes la PGR y Calderón, si no quieren compartir la negligencia de aquéllos, deben iniciarles una investigación, lo que parece imposible en un país donde las élites políticas están al margen de la ley.
Los "espigones" proyectados (canales) para desaguar al río Grijalva en caso de exceso de su caudal, se dejaron inconclusos, porque Luege Tamargo y sus intereses creados, rescindieron el contrato con la empresa "Diamante" y ésta, por medio de sus abogados... ¡Diego Fernández de Cevallos y su escudero Lozano Gracia!, obviamente con intereses en la empresa, ganaron la demanda y Luege hubo de pagar, aparte de los 700 millones de pesos invertidos, otros 300 millones en el juicio que perdió. Y se guardó 800 millones de pesos, que a la mejor se invirtieron en el nuevo partido de Luege y Bolio.
La CFE, ante el riesgo de desbordarse o romperse, como sucedió, abrió las compuertas de la presa Peñitas y en pleno diluvio sobre Tabasco y Chiapas, drenó más de 5 mil litros por segundo, que originaron gran parte de la inundación. Y ni el gobierno de Tabasco, de Chiapas, ni el federal, cumplieron con su obligación de monitorear la estructura de los suelos colindantes ni de los cerros. Todo por corrupción en términos del importamadrismo.
Luege, como sabemos, estaba en Europa cuando el desastre y en lugar de regresar inmediatamente, prolongó su estancia dizque para terminar de ver plantas de tratamiento del agua, cuando en la capital del país las empresas internacionales tienen muestrarios; pero, se trataba de irse de paseo y contactar a los fascistas de España para la construcción del partido antiPAN que llevan a cabo Espino, Luege, Bolio, Fox y Mart(h)a para enfrentarse a Calderón y el PAN. Salta a la vista que si los elementos de la naturaleza, precipitaron un diluvio sobre Tabasco y Chiapas, colaboraron para el desastre la negligencia y corrupción de esos funcionarios, que la impunidad hace intocables. Calderón tiene una gran oportunidad de obtener algo de legitimidad: deslindar responsabilidades penales por homicidios y daños por más de 100 mil millones de pesos, más la crisis de desabasto que ya empieza a nivel nacional de productos de primera necesidad.
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