Enrique Galván Ochoa
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, espera que el año próximo se recaudarán 3 mil millones de pesos por concepto del nuevo impuesto a los depósitos bancarios que superen los 25 mil pesos mensuales y en efectivo. Lo que no se ha dicho es cómo y cuánto ganarán los bancos, sobre todo los grandes: Banamex, Bancomer, Santander, Banorte y HSBC. El quid está en el procedimiento: ¿dejará Hacienda que jineteen la recaudación varios días o semanas, y de ese modo cobren su servicio? A los banqueros no les gusta esta opción. Calculada sobre el 5 por ciento, sólo les dejaría alrededor de 150 millones al año. No es negocio. No hay que descartar que muchos clientes harán la operación chapulín: andarán brincando de uno a otro y al final del mes no tendrán saldo. La segunda opción es que Hacienda pague por el servicio de recaudación. Y éste costaría, tal vez, alrededor de mil 200 millones de pesos anuales. O sea que no se le ve gran futuro al nuevo impuesto, que supuestamente se aplicará a partir de julio, porque aparte se prevé un número importante de amparos. No será el primero que fracase, recuerden el famoso Renave.
e@Vox Populi
Asunto: un cadáver lleno de salud
Asiduo lector de La Jornada y de tu columna, soy ingeniero siempre ligado a las causas sociales del sector rural y me he cuestionado la efectividad de las giras de López Obrador, duda que ahora se me recrudece al ver los resultados de las elecciones en Puebla. Visitó todos sus municipios, sin embargo, el PRD, según cifras preliminares, obtuvo únicamente 3 por ciento de una votación donde triunfó el abstencionismo. ¿Han servido de algo los recorridos de López Obrador? Parece que no.
Carlos Manuel Castaños / Distrito Federal
Este cuestionamiento sobre las giras de López Obrador y su efectividad la tienen muchos, sin embargo, independientemente de las votaciones y el abstencionismo, hay una cuestión de máxima importancia: crear conciencia de la situación que vive México y el ánimo de que se pueden cambiar las cosas, y ésta es la función principal que tienen las giras y que puede no verse reflejada en las votaciones. Son cuestiones que toman tiempo en asimilarse tanto en la gente que acude a las reuniones como en la configuración de redes que comiencen a actuar en el sentido del cambio. Insisto, visitar a la gente de todos los municipios y llevarles información es en sí algo muy valioso, ahora si los resultados no se ven inmediatamente es porque los cambios toman más tiempo en darse. No se puede negar que a esa gente le hace muchísima falta que le lleven información y esperanza, el descalificarlo es otra vez querer hacer las cosas sin que la gente tenga la menor idea de que sucede. La politización toma mucho tiempo y ni modo.
Saludos desde la Sultana del Norte. Leí la información sobre la proyección de la película de Luis Mandoki en esta ciudad y por desgracia debo decirte que no tiene la afluencia esperada. Creo que los siguientes son los motivos: a) este fin de semana mucha gente viajó a la frontera a aprovechar los remates de ropa y otras mercancías del Día de Acción de Gracias en Laredo, Brownsville y Houston; b) a pesar de que no hubo una censura como se temía, Monterrey no ha dejado de ser “la cuna de la reacción”. Aquí la mayoría de los estudiantes universitarios tanto de instituciones públicas como privadas al único autor que han leído en su vida es a Carlos Cuauthémoc Sánchez.
Por último le sugiero al señor Mandoki que también incluya a nuestra ciudad en su gira de promoción.
Dr. Francisco J. Sepúlveda Cañamar / Monterrey
Aprovechando el escándalo provocado el domingo 18 de noviembre por el repique a vuelo de campanas durante 15 minutos, como si fuera Año Nuevo (soy testigo presencial, nos molestó a todos y contestamos las campanadas con el grito de siempre “¡Obrador, Obrador!”) en el momento en que Rosario Ibarra hablaba en el Zócalo, lo que empujó a unas cuántas personas molestas a introducirse en plan de protesta a la Catedral. Ayer, en el Canal 152 entre las 6 y 6:30 am, en el canal de Puebla de Sky, sección Buenos días, buenas noticias, un sacerdote católico-locutor, después de leer su versión de los hechos, llamó a los que él llama “cristianos escondidos” a que “salgan a defender a su Iglesia” y, peor aún, los retó a que “si no fueron capaces de defender la vida contra la ley del aborto, ahora es su deber defender a su Iglesia; salgan ya, cristianos escondidos”. Esto representa un llamado de la Iglesia a la violencia.
Martha León / Distrito Federal
Si Calderón se decide por la privatización de Pemex en su afán de consolidarse, ya que está más débil que un tuberculoso en artículo de muerte, lo que sucederá es que va a dar un gran impulso a Andrés Manuel, a quien no va detener nadie. Entonces sí el tal Calderón no va a querer queso...
Cristina Aguirre Beltrán / Puebla
R: Querid@s amig@s del Distrito Federal, Monterrey y Puebla: ¿se pusieron de acuerdo para documentar nuestra 20-novembrina depresión? En particular me movió a reflexión el comentario de Cristina: ¿de veras crees que Calderón está “más débil que un tuberculoso”? Veamos: tiene el mando del poder militar. Además, el control de la administración de la justicia y la injusticia –decide quién es culpable y quién es inocente (caso Fox)– mediante la PGR. Dispone sin restricciones de los elementos de la Secretaría de Seguridad y del aparato de espionaje del Cisen. Aparte, es el jefe de la primera fuerza del Congreso –la suma de los legisladores del PAN, Verde y Panal, y, cuando le conviene negociar, maquila servicios de los capos del PRI, Manlio Fabio y Gamboa. Cuenta con la sumisión de los gobernadores perredistas y priístas del corte de Leonel Godoy y Natividad González Parás. Está por asumir el control de su partido, con Germen, perdón, Germán Martínez como punta de lanza. Por lo demás, su alianza con el sector privado internacional y nacional está bien aceitadita (el regalo de Aeroméxico y los 30 mil millones de pesos para el Fobaproa en el presupuesto 2008). A pesar de la reforma electoral, prospera su modus operandi con las televisoras. Cuenta con los servicios del cardenal Campanita y la incurable división de la izquierda. Eso por no meternos en terrenos pantanosos como el presunto obscuro arreglo de altos funcionarios con los jefes del narcotráfico. Pero, sobre todo, controla la chequera del gobierno, con 2 billones y medio de pesos. ¿Le sigo? Entonces ¿para qué querría Calderón queso si la ratonera es una delicia?
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