En el programa radiofónico de Carmen Aristegui este lunes, el Presidente del Colegio de Abogados Católicos, Armando Martínez, amenazó con demandar a la compañera Rosario Ibarra por las protestas que un grupo de 200 personas hicieron dentro de la Catedral ayer domingo. La amenaza del representante legal de la Iglesia es la continuación de la declaración de ayer del Dean de la Catedral diciendo también que demandarán.
La airada protesta de muchos asistentes a la asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND) se debió a que exactamente cuando Rosario Ibarra iniciaba su informe sobre la situación de los derechos humanos en México y las propuestas que votaría la CND, sorpresivamente empezaron a tocar las campanas de Catedral durante un tiempo inusitadamente largo. Rosario tuvo que interrumpir la lectura de su informe, luego improvisar y resumir el mismo, elevando la voz para poder continuar. Primero hizo silencio un momento para ver si el llamado a misa terminaba en tiempo normal y al no ocurrir justo preguntó (como recogieron muchos periódicos) "¿Será que las campanas saludan a esta convención o querrán hacer que callen las voces del pueblo? Hay que indagarlo".
Es falso lo dicho por el abogado católico de que Rosario Ibarra llamó a la violencia. La gente, espontáneamente, protestó por la interrupción al discurso de Rosario en lo que la inusitada campanada parecía una provocación. Desde la asamblea la gente volteba hacia Catedral gritando "pederastas, pederastas". Otros en Catedral gritaron "Norberto Rivera, el infierno te espera" y "es un honor estar con Obrador". Todo esto, así como la entrada de gente protestando a Catedral, al mismo tiempo que Rosario intentaba continuar con su discurso y las campanas seguían tocando.
Las campanas dejaron de tocar hasta que inició la siguiente oradora de la asamblea. La acusación de la Iglesia contra Rosario no sólo es infundada sino absurda tratándose de ella que históricamente ha propuesto luchar pacíficamente y reclamado el respeto a los derechos humanos. Ella que ha explicado que las madres de los desaparecidos no quieren venganza, sino
justicia y volver a ver a sus hijos. Las protestas contra la jerarquía tienen que ver con su beligerante participación política y su desprecio a las manifestaciones populares lo que les ha ganado también las críticas de la gente. El desprecio a la gente y su cínica protección a pederastas explican las denuncias y protestas de los manifestantes. Si se atreven a demandar a Rosario Ibarra, acusándola de violenta, elevarán su beligerancia política contra el movimiento popular y aumentarán su desprestigio. Bien se verán esos abogados católicos demandando a Rosario Ibarra al tiempo que protegen a curas pederastas.
Josefina Chávez, Sara Lovera, Elizabeth Plácido
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El texto anterior está aconsulta para firma. Las compañeras interesadas en
firmar o hacer consideraciones pueden dirigirse a los correos arriba
señalados o al correo de Josefina Chávez:
josie@laneta.apc.org
o de la revista "Cuadernos Feministas"
csapn@laneta.apc.org
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