María Teresa Jardí
Como se sabe, a veces ganando se pierde y malas cuentas hace el PRD al mostrarse tan contento con el triunfo anunciado de Godoy en tierras de los Cárdenas tan amigos del usurpador Calderón y hasta de los Fox.
Arreglado desde antes el triunfo, de paso le daban un llegue, como se dice coloquialmente, a AMLO y al movimiento ciudadano. Incluso filtran por estos días, los que hablan con los patos, que Godoy en persona le pidió a AMLO que no se apareciera por Michoacán porque no se cansan de decir, en las encuestas a modo --obviamente-- que le habría bajado tres puntos en la votación --arreglada a modo-- a Godoy la presencia de AMLO.
Quién sabe qué va a pasar con la CND, la gente es bastante más sabia de lo que parece y puede que se vuelva a revertir la intentona, que se volverá a dar, de reconocer al espurio gobernante que en México tenemos como si no se tratase de un usurpador. De legitimarlo, pues, por parte de quien sufrió el robo en primera estancia pero, peor aún, de desconocer el sentir ciudadano borrando de un plumazo al más de un millón de ciudadanos registrados ante la única Presidencia Legítima. Y como si no volara Calderón para pasar a la historia como el primer dictador mexicano, que además acepta ser la puerta abierta a los crímenes que el Imperio yanqui prepara nuevamente en contra de Latinoamérica.
Las intentonas golpistas están a la orden del día y el exabrupto del Rey de España evidencia el descontento que siente incluso España ante gobernantes dignos que no están dispuestos a permitir otra colonización.
Ayer me refería someramente a los hombres y mujeres comunes y corrientes que somos la inmensa mayoría, pero al igual que nosotros hay intelectuales que están preocupados por la pérdida incluso de la moral pública que se da en México y lo lamentable es que de todas maneras y a pesar de que están tan horrorizados como el pueblo mismo por la corrupción que existe y, más aún, por la impunidad que la propicia, de todas maneras no acaban de entender lo que a mi manera de ver hay que entender en primer lugar para lograr que las cosas cambien.
A pesar de que aceptan que se desarmó el entramado ético de las instituciones de la República mexicana, insisten en, a partir de las mismas instituciones, promover los cambios que seguirán siendo los posibles y nunca los necesarios.
Y así, porque el Congreso medio revirtió la Ley Televisa, que era una vergüenza para México, creen que a través del Congreso y con cambios, nunca definitivos, se puede volver a modificar, por ejemplo, la lamentable situación de violación a los derechos humanos. Se equivocan.
Refundar la República pasa por la creación de unas cuantas instituciones que funcionen realmente al servicio del pueblo.
Seguirle dando dinero a la CNDH, como acaban de aprobar los legisladores, urgidos de que se crea que ellos son los buenos, porque ahora quieren estar los parlamentarios por encima o por lo menos a la par del presidente que tengamos, es un crimen contra México que servirá para que el actual o el que venga como presidente de esa institución, que no debió ser, porque lo que se tenía que hacer era lograr que funcionaran como debían las instituciones procuradoras de justicia, vuelva a comprar otro inmueble, para ubicar a la presidencia de esa institución agotada, que volverá a costar otros cien millones de pesos y que volverá a servir para alejar un poco más al "ombudsman", que en México no existe, de los "lumpenes" que se acercan a presentar sus inútiles quejas.
México necesita pocas y funcionales instituciones y no entenderse esto por los que pueden influir en la opinión de algunos, pensantes grupos sociales, lo que propicia es el desarrollo del imaginario que no ve otra salida que la imaginada para decir basta en la fecha precisa que ya está a la vuelta de la esquina.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario