La providencia, victima del desinterés oficial
Foto: archivo
Cintalapa, Chis., 24 de marzo (apro).- Declarado monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el vetusto inmueble que alberga a la fábrica de Hilados y Tejidos “La Providencia”, un conjunto arquitectónico del siglo XIX, ubicado en este municipio, está en riego de desplomarse. En dicha edificación se llevó a cabo la primera huelga de trabajadores en la entidad, a principios del siglo XX, influenciados por el anarquismo de los hermanos Flores Magón. También fue escenario de uno de los clásicos del cine mexicano Rincón Brujo, del director Alberto Gout.La ausencia de mantenimiento y el desinterés oficial por preservarlo, el conjunto de edificios inmueble se encuentra hoy día en ruinas, a punto de desplomarse.La Providencia es uno de los más de 20 cascos de fincas y haciendas que florecieron en la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Fueron símbolo del porfiriato y del poder caciquil.En los alrededores del conjunto hay decenas de pequeñas viviendas para los peones, así como silos, bodegas y áreas para la producción agrícola, los cuales se deterioran cada vez más ante la indeferencia de los lugareños que han contribuido a su destrucción.La construcción de la fábrica se inició en 1886. Cuatro años después, fue inaugurada por sus dueños, dos hermanos españoles de apellido Tort, quienes, en 1896, la vendieron al empresario Leopoldo Gout.Originalmente, el complejo arquitectónico, de estilo neoclásico, estaba compuesto por la casona principal; una nave industrial con chimenea; un edificio para la administración; la tienda de raya “La Industrial”; bodegas; una cortina para el embalse del agua del pequeño arroyo; casas para los trabajadores, y un puente.En sus años de auge, con una maquinaria importada de Inglaterra, la fábrica llegó a producir 460 toneladas de manta al año. La materia prima, procedente de Oaxaca y Guerrero, era procesada por unos 300 trabajadores que vivían con sus esposas e hijos en esta pequeña ciudad, de unos mil habitantes.Influenciados por el anarquismo de los hermanos oaxaqueños Flores Magón, los trabajadores realizaron la primera huelga en Chiapas, en 1907, en demanda de mejores condiciones laborales. El paro se dio en el contexto de otras huelgas de trabajadores textiles en otras partes del país, como en Puebla, y fueron reprimidas por el porfirismo.Gout, quien fue senador de la República y murió en 1912, dejó la fábrica en manos del médico de Comitán, Belisario Domínguez Palencia, quien fue acribillado a tiros por esbirros del presidente de facto, Victoriano Huerta, en octubre de 1913, tras rebelarse ante sus imposiciones.Mermada por la huela de 1907 y golpeada por la muerte de su propietario, la fábrica cerró sus puertas en 1912. Cuando los hijos de Gout pretendieron reactivarla, la revuelta chiapaneca del periodo 1914-1920 le dio la estocada final. En varias ocasiones, la fábrica fue tomada y saqueada por tropas carrancistas y por los mismos chiapanecos sublevados, que eran encabezadas por grupos caciquiles.En 1923, la fábrica cerró sus puertas para siempre. A Alberto Gout, hijo de Leopoldo, el Banco de México le embargó la maquinaria en 1935. Cinco años después fue vendida al presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza García, padre de quien fue derrocado por la guerrilla en 1979.Radicado en la ciudad de México, en 1949 Gout regresó a Chiapas para filmar en la fábrica donde nació uno de los clásicos del cine mexicano, Rincón Brujo, protagonizada por la actriz Gloria Marín.
Sólo en fotografías
Acosada siempre por los lugareños de pueblos vecinos, el interés por La Providencia residía principalmente en sus tres mil hectáreas de tierras de bosques de pino y sus riquezas en flora y fauna.A principios de los años noventa del siglo pasado, campesinos solicitaron la entrega de esas tierras, pero ante la negativa de las autoridades agrarias federales, las invadieron, y construyeron sus viviendas en los alrededores del monumento histórico, inclusive con materiales del conjunto arquitectónico.Más de un candidato a puestos de elección popular ha visitado el lugar siempre con fines proselitistas.En 1999, la arquitecta del INAH, Gabriela Brizuela Morales, pidió que el conjunto arquitectónico fuera declarado monumento histórico. En su dictamen, Briznuela, quien realizó una evaluación del edificio, manifestó entonces su preocupación por el deterioro de la obra, y demandó la aplicación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, para su rescate y conservación. Sin embargo, su llamado no tuvo eco.Según la especialista, la obra "representa uno de los ejemplos de la arquitectura industrial del siglo XIX más importantes en el estado de Chiapas, no sólo por la mezcla del estilo neoclásico y la arquitectura tradicional, sino por su carácter monumental y los acontecimientos históricos del desarrollo industrial y socio-económico del estado".El volumen I de la sección del estado de Chiapas del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles, ocupa en su portada la imagen de la fachada principal de La Providencia.La sección Cintalapa del Colegio de Arquitectos de Chiapas, ha manifestado también su preocupación por el edificio en ruinas, que año con año se deteriora más. Además, hizo un informe que entregó a las autoridades federales, estatales y municipales, en el que demandó inútilmente que se destinaran recursos para rescatar el complejo.El arquitecto José Alejandro Moguel Ortiz estudió y fotografió la los cascos de fincas y haciendas de esta región de Chiapas. En junio de 2005, montó una exposición para tratar de llamar la atención de los lugareños, pero tampoco tuvo eco.Recientemente, las autoridades estatales y municipales de turismo han hablado del rescate del conjunto arquitectónico, con el fin de poner en marcha un proyecto ecoturístico.Moguel Ortiz advierte que, si no se invierte en su rescate, “nada habrá que apreciarse en poco tiempo”, y añade:"Si la Fábrica de Hilados y Tejidos La Providencia ha resistido tantos años a los sismos y al saqueo, nada le hace tanto daño como la indiferencia. Seguramente, en unos años nuestros hijos la conocerán solo en las fotografías".
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