Por María Teresa Jardí
Para la derecha, por encima de la ética, está siempre el dinero. Nada une tanto como los intereses económicos, y más aún cuando son compartidos, de ahí que cuando la derecha toma el poder en México, el PAN se convierte en PRIAN, porque es a través de las siglas del PRI que la derecha llega al poder en nuestro país. Lo que se suele olvidar, a pesar de la importancia que reviste. Y en particular tendría que recordarse en este momento, trágico, de nuestra historia. Incluso porque la derecha llega, entre otras cosas, debido al costo de la anterior “guerra sucia”, decidida, erróneamente, por los gobiernos de Díaz Ordaz y de Luis Echeverría Alvarez. “Guerra sucia” salida del todo de control, en el de López Portillo. Y eso que entonces existía Fernando Gutiérrez Barrios. Así pasa con las “guerras sucias”: se sabe cuándo, por qué y quién las empieza. Pero nunca se sabe cómo terminan, aunque la historia del mundo permite adelantar que siempre terminan mal, incluso para aquellos que deciden su inicio y ni qué decir para los componentes de las mismas. En el mejor de los casos, asesinados entre ellos mismos.
No hace falta mucha imaginación para saber lo que viene aquí sin el control de nadie desde el inicio. Lo que ya va quedando claro en Ciudad Juárez.
Dice el correo, que sigue al de la denuncia de la situación de las policías con los ojos vendados desnudas frente a militares: “Policías preventivos arrestaron a Cipriana Jurado, activista que lucha por el esclarecimiento de los feminicidios en Ciudad Juárez, y al dirigente campesino Carlos Chávez, cofundador de la Organización Agrodinámica Nacional. Caminos y Puentes Federales acusa a Cipriana Jurado de ataque a las vías de comunicación por su participación, en julio de 2007, en el bloqueo al puente internacional Santa Fe para exigir la presentación con vida de mujeres desaparecidas. Carlos Chávez es activista del Comité Promejoramiento del Agro, originario de Nuevo Casas Grandes, y estuvo vinculado a Armando Villarreal Marta, dirigente de Agrodinámica Nacional, asesinado hace tres semanas en esa población, donde un grupo de productores agrícolas han reconectado la energía eléctrica a sus pozos, a pesar de que la Comisión Federal de Electricidad les ha suspendido el servicio por una huelga de pagos en demanda de tarifas bajas…”.
De La Madrid es de derecha y lo es Salinas, y ni qué decir de Zedillo. Pero la derecha en México no se encuentra enraizada exclusivamente en el PRIAN. Ojalá y así fuera. Pero no. Y esto también hay que tenerlo presente. La descomposición política tiene que ver con la toma de control de la derecha del resto de partidos políticos integrados por sujetos que aceptan corromperse a cambio, las más de las veces, de las migajas que la derecha les tira como si de palomas se tratase, a las que se les comparte un poco del arroz roto que se usa para alimentar a las gallinas.
Y así, a la vocación suicida de la izquierda, como piensan algunos, convertido en basurero, se suma la derechización del PRD, lo que ha acabado por cancelar la opción de izquierda, requerida incluso, por cuestión de inteligencia, para generar la esperanza de que los cambios se pueden alcanzar por la vía partidaria.
Nada justifica la usurpación y, menos aún, cuando en manos del usurpador está el reclamar también, en lugar de oponerse al recuento de los votos, en aras de transparentar la elección.
La usurpación provoca perversión y con la “guerra sucia” se busca callar, de entrada; luego siguen los demás, a todo el que se oponga a esa descomposición brutal.
La “guerra sucia” de nuevo pende, como la mayor de las amenazas, sobre la cabeza de todos los mexicanos. La “guerra sucia” de nuevo está aquí y, esta vez, apoyada por la Ley GESTAPO.
La usurpación provoca también descomposición y ésta ya brota por cada poro de la nación. Difícil, a partir de ahora, será hablar de Patria porque, en el uso y desgaste de esa palabra, se fincan las dictaduras y los kaibiles son entrenados para cortar cabezas a nombre de la patria.
La “guerra sucia” está aquí, de la mano de una corrupción inaudita, y ahí está, como un ejemplo más para entender el daño que a México le está haciendo el fecalismo usurpador, la charla que se puede ver en Youtube (tecleando “encuentros Davidow and Calderón November 2003), donde se reproduce una charla entre el ex embajador estadunidense Jeffrey Davidow y el entonces secretario de Energía, Felipe Calderón, y en el que el ahora usurpador mexicano detalla el esquema de la compra del gas peruano, que él y su coordinador de asesores, Juan Camilo Mouriño, ya estaban preparando para Repsol”, el 11 de noviembre de 2003. Si les interesa tener más datos, estos están sacados de la columna Desfiladero que escribe Jaime Avilés todos lo sábados, en La Jornada.
La derecha lo deshumaniza todo. No podría ser de otra manera cuando es el dinero el que dicta todas las reglas del juego, en la vida de los individuos que optan por esa ideología como forma de vida. Ni hablar! El becerro de oro dictando las reglas.
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