Boletín Informativo ISA núm 256

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Sumario:

I. El accidente en la plataforma petrolera Usumacinta, una muerte anunciada (reportaje de La verdad sea dicha)

II. Lo sucedido en la Usumacinta muestra que “subsisten la corrupción y la ineficiencia en Pemex”: Bertha Luján

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EL ACCIDENTE EN LA PLATAFORMA PETROLERA USUMACINTA, UNA MUERTE ANUNCIADA

reportaje de La verdad sea dicha

El lamentable accidente en la plataforma petrolera Usumacinta en la Sonda de Campeche donde perdieron la vida 22 trabajadores contiene todos los elementos para ser considerado un homicidio industrial. Los sobrevivientes responsabilizan del desastre a la voracidad de las empresas que saquean el Golfo de México.

Así inició, el pasado 6 de enero, el programa televisivo La verdad sea dicha un completo reportaje sobre el recientemente acaecido accidente en la citada plataforma petrolera. Al igual que los posteriores acontecimientos en Tabasco, el programa televisivo semanal del gobierno legítimo (que se transmite a la 1 de la mañana cada martes por el canal 13 y sus repetidoras) pone el énfasis en que el percance no sólo se debió a la fuerza de la naturaleza: fue provocado también por la negligencia, la omisión, el incumplimiento y la irresponsabilidad de autoridades federales, de funcionarios de Pemex y de las empresas privadas que prestan sus servicios a las plataformas marítimas: fue una muerte anunciada.

En ese orden de ideas, el reportaje informa que, tan sólo en lo que va del año, han ocurrido 9 accidentes graves en el Golfo de México, cobrando la vida de 33 trabajadores, y nadie ha respondido por ello, por lo que subraya que el accidente en la plataforma Usumacinta, ocurrido el 23 de octubre pasado, fue causado por una cadena de violaciones a las normas de seguridad con que deben manejarse las plataformas marinas.

Entrevistado al respecto, Manuel Padrón Flores, del Centro de Reflexión y Acción Laboral, afirma: “En el año 2003, hace ya cuatro años, grupos de trabajadores, en particular de Perforadora Central, hicieron denuncias sobre las condiciones laborales y de seguridad en las cuales estaban laborando en las plataformas. Las condiciones de trabajo existentes es algo que tiene por sabido ya la Secretaría del Trabajo; lo tiene por sabido el mismo Pemex, entonces el accidente de ahora no viene a ser algo fortuito, algo que viene a ser simplemente obra de la naturaleza. En ese sentido, hay una profunda negligencia. Se estuvo trabajando, se estuvo priorizando que hubiera un mayor trabajo, una mayor productividad en detrimento de las condiciones de los trabajadores, hasta que se tuvo como consecuencia la muerte”.

El reportaje abunda en la información y señala que esta empresa fue beneficiada por Pemex con millonarios contratos, algunos otorgados vía adjudicación directa para la renta de plataformas marinas, trabajos de perforación de pozos petroleros. Los directivos de la empresa tuvieron conocimiento oportuno de las condiciones climatológicas adversas para la operación de la plataforma, pero no les importó, cuando su decisión debió ser suspender los trabajos y regresar a tierra al personal.

Manuel Padrón Flores da detalles del funcionamiento de Pemex al indicar que la paraestatal “está siendo monitoreada las 24 horas, estaban dadas las condiciones, y de acuerdo con los manuales y reglamentación marítima, era para que ya se hubiera dado una evacuación marítima y no esperar tres horas para que los trabajadores fueran evacuados en esas circunstancias. La misma responsabilidad de tomar la decisión, sí era de Pemex, éste no la dio en su momento”.

El temporal inclinó la plataforma rebasando los límites permitidos, tanto Pemex como Perforadora Central debieron ordenar la inmediata suspensión de los trabajos, y la evacuación; tampoco hicieron nada, prefirieron continuar, a sabiendas de que los trabajadores exponían sus vidas.

“Este tipo de acciones no son excepcionales, los trabajadores suben a las plataformas y en esas condiciones trabajan, es una actitud constante de la misma empresa para que trabajen en las condiciones que sea”, afirma Manuel Padrón Flores, por lo que la acción tardía de Pemex ocasionó que una nube de gas tóxico se acumulara, provocando la salida inmediata del personal a bordo de dos naves salvavidas conocidas como mandarinas.

Al respecto, Padrón Flores señala que las mencionadas mandarinas tienen 10 y 15 años de antigüedad, que no tienen un uso constante y que, por lo mismo, estaban deterioradas. “El hecho de que hayan entrado los trabajadores y al cerrar las escotillas, inmediatamente se empezara a filtrar el agua, significa que las dañó el primer golpe de las olas. La inspección de las mandarinas corre también con una normatividad internacional; en ese sentido se dan las condiciones para que nuevamente tengamos un tipo de homicidio industrial culposo”. Una de las mandarinas fue despedazada por el mar, lo que provocó la muerte de 22 trabajadores; posteriormente, se informa en el reportaje, las autoridades intentaron ocultar los botes salvavidas para borrar la huellas.

El reportaje concluye con la recapitulación de Manuel Padrón Flores sobre dónde radican las responsabilidades por el trágico accidente: “La política misma del gobierno, cuya preocupación está centrada en ir desincorporando, en ir privatizando a Pemex, es despreocuparse de dar mantenimiento a todas sus plantas. Este accidente es responsabilidad de la empresa contratista, pero también hay una corresponsabilidad de Pemex, que es quien debería efectuar también inspecciones cotidianas pero no lo hace. También hay que fincar responsabilidades al sindicato, a la dirigencia, por este tipo de omisiones, para que haya realmente una sanción contra los responsables de este crimen”.

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LO SUCEDIDO EN LA USUMACINTA MUESTRA QUE “SUBSISTEN LA CORRUPCIÓN Y LA INEFICIENCIA EN PEMEX”: BERTHA LUJÁN

La secretaria del Trabajo del gobierno legítimo de México, Bertha Elena Luján Uranga, afirmó que los accidentes en las plataformas de operación de Petróleos Mexicanos (Pemex), a cargo de empresas subcontratistas, son cada vez más frecuentes, debido a que existen pésimas condiciones laborales, falta supervisión adecuada por parte de la paraestatal y no se cuenta con las condiciones de seguridad necesarias para operar.

Prueba de ello es que la paraestatal subcontrató a la empresa privada Perforadora Central, la cual se encargó de la operación de la plataforma petrolera Usumacinta, donde el pasado 23 de octubre se registró un accidente donde perdieron la vida 22 trabajadores.

La secretaria de Trabajo del gabinete legítimo detalló que desde 2004, la compañía Perforadora Central contaba con antecedentes de que trabaja en pésimas condiciones laborales, debido a innumerables fallas en seguridad de sus equipos, así como por el sobrecupo sistemático en sus lanchas de transporte personal.

En el incidente de la plataforma petrolera Usumacinta, recordó la funcionaria lopezobradorista, se encuentra también involucrada la empresa Oceonografía, SA de CV, la cual ha sido denunciada reiteradamente por tener vínculos con los hijos de Martha Sahagún, Manuel y Jorge Alberto Bribiesca. Oceonografía es encargada, entre otras actividades, de la inspección de plataformas marinas localizadas en la Sonda de Campeche, y especialmente tuvo que supervisar la plataforma Kab-101, donde estaban ubicados los trabajadores involucrados en el accidente del pasado 23 de octubre.

Oceanografía estuvo también implicada en el naufragio del barco Seba’an ocurrido el 11 de octubre de este año, a partir del cual falleció una de las personas que se encontraban a bordo, como consecuencia del incendio del cuarto de máquinas, comentó. “En este caso no sólo el equipo de emergencia no funcionó, sino que las balsas de salvamento tampoco fueron suficientes para atender al personal en riesgo”, explicó.

Pese a que Pemex canceló los contratos de transportación de personal con Oceanografía, esta empresa privada, que tiene a su cargo a casi 4 mil trabajadores, realiza otro tipo de labores con la paraestatal, detalló Luján Uranga, y agregó que del resto de contratos que no se refieren a la transportación no se dice nada.

Según un periódico de información nacional, mencionó la colaboradora de Andrés Manuel López Obrador, la empresa Oceanografía posee una importante flota compuesta por 6 buques multipropósito, seis abastecedores, seis remolcadores, tres buques utilitarios, un chalán de carga, una barcaza de tendido de ductos submarinos además de siete lanchas de pasaje.

“Los accidentes en las plataformas de operación de Pemex, a cargo de empresas subcontratistas (mismas que aceleran el proceso de privatización en Pemex, pues son empresas privadas que vienen realizando una gran cantidad de labores que debieran estar a cargo de la paraestatal), son cada vez más frecuentes, debido en parte a las condiciones en que laboran y a la falta de supervisión adecuada de Pemex en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones, incluidas las condiciones de seguridad en que deben operar”, dijo.

Otro factor importante, manifestó, es la ausencia de la labor de inspección que deberían realizar las autoridades laborales en las plataformas de operación; sin embargo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno de facto de Felipe Calderón no lo hace y un ejemplo claro fue lo que sucedió en el accidente de Pasta de Conchos, Coahuila.

Bertha Luján recordó que sólo en octubre de este año, además de los siniestros señalados en la Plataforma Usumacinta y del hundimiento del barco Seba’an, ocurrió otro accidente al incendiarse y hundirse el barco “Oficina Porvenir”, perteneciente a Transportación y Servicios Marítimos, reportándose una persona desaparecida entre los 14 pasajeros.

“El Comité de Acción y Orientación Sindical de Plataformas Marinas, que agrupa a trabajadores de distintas empresas que subcontratan con Pemex, ha venido denunciando las pésimas condiciones en que laboran”, explicó.

Mencionó que a los trabajadores se les pagan salarios y prestaciones mucho más bajas de los que perciben los trabajadores en la paraestatal por trabajos similares, además de que no tienen estabilidad en su trabajo y no se les reconoce antigüedad, están inscritos en el IMSS con salarios menores a los que perciben, y el índice de accidentes de trabajo motivados por la falta de seguridad es cada vez más alto.

“La situación de la subcontratación en Pemex es un eslabón más del modelo neoliberal, representado en este caso por el proceso de precarización laboral que se viene dando a nivel mundial y en nuestro país, lo cual se ha convertido en un cáncer para los trabajadores, en la medida en que se trata de un modelo que deteriora sensiblemente las condiciones laborales y salariales de los trabajadores, en función de privilegiar las ganancias empresariales, y que acaba con los derechos laborales contenidos en la Constitución y la ley, como son la estabilidad en el empleo y la seguridad social”, señaló.

En México se considera que alrededor de 2 y medio millones de trabajadores están sujetos a este régimen laboral, esto es, 10 por ciento del total de asalariados no son contratados por las empresas con quienes laboran, sino por empresas intermedarias, mencionó.

Afirmó que es claro que la ausencia de organizaciones sindicales auténticas en nuestro país es uno de los motivos importantes que provocan que los trabajadores tengan una gran dificultad para mejorar sus condiciones laborales en estas empresas, por lo que la lucha por la libertad sindical, así como el cumplimiento de la Constitución y la ley, sean demandas esenciales para enfrentar la situación de los trabajadores en las empresas subcontratistas, sostuvo.