Por Julio Pimentel Ramírez
Presupuesto de Egresos 2008
En tanto en Tabasco y Chiapas continúa la crisis humanitaria desencadenada por la confluencia de fenómenos naturales, irresponsabilidades políticas y corrupción de los grupos en el poder, en la Cámara de Diputados se escenifica un capítulo más de la alianza entre el PRI y el PAN que promueven, desde su posición mayoritaria, la aprobación de un presupuesto de egresos 2008 que relega a un segundo plano la educación superior, la atención a la actividad agropecuaria y a urgentes problemas sociales fundamentales.
Las desavenencias entre el PRD y el PRIAN en San Lázaro aumentaron al debatirse dos propuestas distantes sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación. Mientras el tricolor y el blanquiazul retomaron como suyo el documento elaborado por la calderonista Secretaría de Hacienda que pretende asignar elevados recursos adicionales a carreteras y caminos rurales privilegiando entidades gobernadas por correligionarios del mencionado binomio, pero omite el apoyo a la educación superior, el sol azteca sostuvo la necesidad de impulsar el gasto social.
En la propuesta de Hacienda las asignaciones adicionales, que son del orden de los 85 mil millones de pesos, se destinan a distintos programas seleccionados por el Ejecutivo federal: para las universidades públicas, el gobierno calderonista no considera asignar un solo peso, mientras que la propuesta del PRI es destinarles 800 millones, en tanto que Acción Nacional sólo prevé 500 millones, y a su vez el PRD planteó una partida extraordinaria de 18 mil millones de pesos, dada la precariedad financiera por la que atraviesan las instituciones de educación superior.
Para todos es claro, debería serlo, que el futuro de cualquier economía, de toda sociedad, radica en el ámbito educativo y cultural, en el nivel de escolaridad con excelencia alcanzado por su población, en el lugar que se le otorgue a la ciencia, a la tecnología y a la investigación.
Cabe observar que en los últimos años, según estudios de organismos financieros internacionales tan caros a nuestros ilustrados neoliberales, México ha quedado rezagado en cuanto a competitividad internacional se refiere, sin obviar los bajos escaños que ocupamos en cuanto a la educación básica.
A pesar de eso la administración calderonista, que representa la continuidad del modelo económico instrumentado desde hace cuatro sexenios y que ha sumido a gran parte de los mexicanos en la pobreza, el desempleo, la informalidad, la migración y la desesperanza, carece de visión de largo plazo o para ser más certeros no contempla en su proyecto de nación la importancia de fortalecer la educación pública superior.
De entrada, en la reasignación de recursos que se negocia en la Cámara de Diputados, la propuesta presentada por Agustín Carstens, no da un centavo adicional a las universidades públicas que durante los últimos años ha padecido el olvido gubernamental y muchas de ellas, principalmente en provincia, se encuentran en franca crisis financiera, con todo lo que ello conlleva.
Así vemos que la negociación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2008 se mantiene empantanada. Los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional no ceden a la demanda del de la Revolución Democrática, que pretende asignar recursos extraordinarios a programas destinados a las universidades públicas, el bachillerato, asuntos indígenas, equidad y género, cultura y ciencia y tecnología, entre otros.
La mancuerna formada por PRI y PAN ha manifestado una abierta actitud de exclusión contra el Distrito Federal al negarse a hacerlo partícipe de bolsas de recursos extras para el año próximo. Los que a cada momento pronuncian encendidas arengas en contra de quienes "politizan" los problemas, se muestran al desnudo en sus intenciones facciosas en contra de una administración que intenta hacer las cosas diferentes.
En tanto al presentar su propuesta de presupuesto para el agro, las organizaciones que conformaron el Frente Unitario Campesino se toparon con la cerrazón de los legisladores de PRI y PAN, quienes les comentaron que "ya no era tiempo de modificaciones".
En el documento que entregaron, las 27 organizaciones aglutinadas en el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas, el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala y el Frente de Productores de Leche subrayaron que el sector rural vive una "situación de emergencia" debido a la apertura total de la agricultura, a partir de 2008, en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la grave pobreza y las asimetrías entre los agricultores.
La demanda del citado frente es un presupuesto de 212 mil millones de pesos como "techo" y un "piso" de 204 mil millones. "Pedimos 29 mil millones de pesos más a la propuesta del Ejecutivo, ya que la producción agrícola y pecuaria, sobre todo de la economía campesina, requiere apoyo emergente".
En este punto la fracción parlamentaria del PRD propone una reasignación de 28 mil millones de pesos, cifra que es similar a lo pedido por las mencionadas organizaciones campesinas, en la que destacan 12 mil millones de pesos para canalizarlos a la producción de alimentos básicos estratégicos, entre ellos el maíz. También se contemplan tres mil millones más para el Consejo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDPI), así como otro tanto para desarrollo social y mil 300 millones de pesos adicionales para atender el medio ambiente.
Finalmente, cabe anotar que invertir en infraestructura, específicamente en carreteras y caminos rurales, es algo positivo tanto para la población como para la economía, genera empleos temporales entre otros beneficios para la actividad productiva, lo que es cuestionable es el inequitativo criterio de distribución de los recursos utilizado por los diputados priístas y panistas, además de voltear la espalda a la educación y a los campesinos que más apoyos necesitan.
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