Curiosa "Libertad de Expresión" Practica el Rey de España
Patán como buen reaccionario, Juan Carlos de Borbón se atrevió a querer callar a Hugo Chávez cuando éste hablaba en la Cumbre Iberoamericana de Chile. El rey se portó como gachupín encomendero, ignorando que se dirigía al Jefe de un Estado soberano.
Iracundo por oír las verdades que Hugo Chávez externaba contra el anterior Jefe del Gobierno español, el ultrareaccionario José María Aznar, el rey de España, Juan Carlos de Borbón, creyó que estaba en la Colonia y gritó: "¡¿Por qué no te callas?!"
No le importó que se estuviera dirigiendo al mandatario de un país soberano, uno de los mayores productores y exportadores de petróleo del mundo. Creyó que se trataba de algún cortesano de su castillo o un peón de sus haciendas.
Pero lo peor fue que demostró el carácter ideológico franquista que sigue dominando España, mismo que la llevó a la complicidad en las mentiras de Bush y Tony Blair (de USA e Inglaterra) para atacar Irak y hundir a esa nación en un caos del que no puede salir. La misma ideología del bandidaje y engaño que la hizo padecer la represalia musulmana, aunque el sinvergüenza de Aznarar quiso timar al pueblo hispano haciéndole creer que la ETA fue la responsable de los bombazos.
Mentiras, sabotajes, bandidaje y más mentiras... Y todo en nombre de LA LIBERTAD.
Como la LIBERTAD DE EXPRESIÓN que su majestad nazi entiende que debe ser practicada en el mundo, con una sola voz absolutista que debe ser escuchada y obedecida. De nada han servido los siglos transcurridos. El oscurantismo sigue vivo, no sólo en el Vaticano y la Casa Blanca, sino en los palacios reales de las monarquías medievales de Inglaterra y España.
Afortunadamente, Hugo Chávez no es del tipo que se asusta al primer grito o balazo, o los desplantes bravucones de los neo nazis, como Bush y Fox. Y, lo más importante, que sus detractores no tienen: su pueblo lo respalda, a pesar de los gusanos que contaminan sus entrañas.
A ver en México qué dicen ahora todos los que atacaron a López Obrador cuando éste le dijo al patán de Fox: "¡Cállate, chachalaca!" Veremos su "congruencia" en la libertad de expresión, aunque lo más seguro es que defiendan sólo la del monarca hispano que se comportó como un gachupín encomendero, no como un Jefe de Estado (impuesto a su pueblo) dirigiéndose a otro Jefe de Estado (electo por su pueblo).
Ya veremos, dijo un ciego... y nunca vio.
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