Continúa sin control el pozo Kab 121, en la Sonda de Campeche: Pemex
Foto: archivo
Ciudad del Carmen, Camp., 9 de noviembre (apro).- A 18 días del accidente que cobró la vida de 22 trabajadores, Petróleos Mexicanos informó hoy que continúa en descontrol el pozo Kab 121, ubicado en la plataforma Kab 101, en la Sonda de Campeche, y dijo que la adversidad climatológica ha obstaculizado los trabajos para contener la fuga de hidrocarburos. No obstante, Pemex argumentó que el hidrocarburo solidificado que en grandes cantidades llega a las playas de la región, situación que se le acusa de haber tratado de ocultar, proviene “en su mayoría” de “chapopoteras naturales, que emanan cada año en épocas de norte”.Por medio de un comunicado, la paraestatal dijo que, desde el accidente, autoridades ambientales y de Pemex realizan diariamente vuelos de inspección por la zona afectada “para monitorear y evaluar el derrame, así como las tareas de contención de hidrocarburos”.Argumentó que las condiciones meteorológicas imperantes en la región “han sido poco propicias para los trabajos del control del pozo”, porque “durante los primeros días, después del accidente, ocurrió la entrada del frente frío número 5, que obligó a retirar varios días a los técnicos y embarcaciones de la zona”. Añadió que, en “los últimos días, el escaso o nulo viento que sopla en la Sonda ha impedido que el gas amargo (tóxico) se disperse y, por ende, se mitigue el riesgo de explosión o intoxicación”.Empero, indicó que, para tratar de controlar el pozo siniestrado, están estacionadas en la zona embarcaciones contra-incendio, con los que personal técnico de Pemex arroja chorros de agua para formar una cortina que permita a los especialistas realizar las maniobras de control del pozo. “Dichas maniobras consisten en la instalación de conexiones que permitirán inyectar fluido de control, para después bombear cemento, a fin de obturar el pozo KAB-121”, explicó, e insistió que los trabajos “se realizan con mayor lentitud a lo deseado por la peligrosidad que representa la presencia de gas amargo en la plataforma afectada”. Respecto del derrame, que para grupos ambientalistas es el segundo en importancia desde el accidente del Ixtoc, en 1979, Pemex indicó que se realizan acciones de contención y recuperación a través de “seis frentes de trabajo para la contención de hidrocarburos en el mar, mediante la colocación de barreras flotantes, para lo que se dispuso de seis barcos y cuatro lanchas dispersoras”, tareas en las que, dijo, participan 155 trabajadores.Calculó el derrame en “aproximadamente 422 barriles por día de crudo ligero de 37 grados API”; empero, acotó que ese tipo de hidrocarburo “por su consistencia, facilita su dispersión”.Dijo: “El crudo derramado, al hacer contacto con el medio ambiente, se estima que un 40 por ciento se evapora, otro tanto se emulsiona, y del 20 por ciento restante, una parte se limpia con las acciones que se llevan a cabo desde las embarcaciones y otra se solidifica”.Añadió que, al día de hoy, se ha logrado recuperar un volumen total de 644 barriles de hidrocarburo, y detalló que se han aplicado cinco mil 800 litros de absorbentes oleofílicos, “que facilitan la recuperación”.Así mismo, aceptó que en los monitoreos aéreos que realizan personal de Pemex y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), “se han podido observar manchas de aceite, en forma de líneas, de bajo espesor”, así como “la presencia de algunas natas de crudo que han llegado cerca de la desembocadura del río Usumacinta, por lo que de inmediato se enviaron cuadrillas de trabajadores de Pemex a la zona para su confinamiento y recuperación”.Sostuvo que, “hasta este momento, la desembocadura del río Usumacinta es en el único lugar, cerca de la costa, donde se tiene registrado presencia de hidrocarburos derivado de este accidente. En todo caso, serán las autoridades del Medio Ambiente quienes realizarán el dictamen correspondiente”. Dijo que personal de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) recorrió las playas de Nuevo Campechito, en la Península de Atasta, “registrando una presencia mínima de pequeños grumos distribuidos de manera aislada”. Añadió: “Los análisis realizados hasta el momento establecen que los grumos encontrados en las playas corresponden a emanaciones naturales (chapopoteras) que en épocas de nortes brotan de manera habitual y son llevadas por las corrientes marinas hacia las playas”.Señaló que la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) evalúa 184 kilómetros de costas en Tabasco y Campeche, y monitorea la presencia de hidrocarburos en agua, suelo, vegetación y fauna, así como efectos potenciales.“Hasta el momento, de acuerdo con la observación diaria que realiza Pemex, no existe evidencia física de daño a fauna, flora, aves, organismos o afectaciones al sector pesquero. Cabe señalar que, en esta materia, igualmente serán las autoridades del Medio Ambiente las que determinen la situación y, en su caso, establezcan las compensaciones que correspondan”, agregó.Indicó que entre lugareños, empresas contratistas y de personal de Pemex Exploración y Producción (PEP) se limpiaron 13 kilómetros de playa, trabajos en los han participado mil 606 personas, que hasta ayer habían recolectado 21 mil 476 kilos de arena impregnada con hidrocarburos en diversas playas.“Del total recolectado, se estima que la proporción de hidrocarburo es de cinco por ciento y el resto es arena y material diverso”, aclaró. Los trabajos de limpieza se realizan a través de seis frentes: Sánchez Magallanes a Dos Bocas; de Dos Bocas a Río Grijalva; de Frontera a San Pedro; de San Pedro a Atasta; de Atasta a Punta Disciplina, y de Playa Norte a Puerto Real. Adicionalmente, en playas de Ciudad del Carmen, se han recolectado 3.5 toneladas de basura.
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