Enrique Gutiérrez (Corresponsal)
Santiago, 10 de noviembre. La 17 Cumbre Iberoamericana finalizó hoy con un altercado en que el rey Juan Carlos de España gritó al presidente Hugo Chávez “¡¿Por qué no te callas?!”, poco después de que el venezolano acusó al ex gobernante español José María Aznar y a empresarios del país europeo de haber sido cómplices en el golpe de Estado que lo retiró 48 horas del poder en abril de 2002.
Tras gritarle a Chávez, el rey abandonó el pleno y Michelle Bachelet, anfitriona de la cumbre, tuvo que salir detrás de él para convencerlo de que regresara, a lo que accedió minutos después.
Además, la cumbre fue escenario de choques entre Argentina y Uruguay por la próxima inauguración de una planta productora de papel cerca de la frontera común, en la que España ha sido facilitadora de un diálogo que no ha producido acuerdos ya que pobladores argentinos mantienen protestas contra daños ambientales.
Juan Carlos, que esta semana debió enfrentar los reclamos del rey Mohammed IV de Marruecos por su visita a los enclaves españoles de Ceuta y Melilla en la costa mediterránea marroquí, también escuchó aquí las quejas de los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Bolivia, Evo Morales, sobre la privatización de servicios públicos como agua potable y electricidad, en que empresas españolas han estado involucradas con malos resultados que se han reflejado en alza de precios y apagones. José Luis Rodríguez Zapatero salió en defensa de esas políticas.
Ortega, que cedió parte de su tiempo para hablar en la sesión plenaria, señaló que los pueblos americanos han sido saqueados por colonialistas europeos, pero celebró que en este encuentro se hayan abordado de fondo “las problemáticas del norte y del sur”.
El altercado entre Chávez y Juan Carlos de Borbón –quien nunca ha faltado a una cita desde que comenzaron las cumbres iberoamericanas en 1991– ocurrió en momentos en que el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, trataba de pedir a Chávez respeto para Aznar, “porque fue elegido por los españoles”.
Rodríguez Zapatero pidió la palabra para poder responder a Chávez en el momento en que éste acusaba a Aznar de ser “fascista”, una “serpiente”. El rey español se mostraba intranquilo, volteaba a ver al presidente de Venezuela con enojo, y le apuntó en dos ocasiones con el dedo, mientras el jefe del gobierno español hablaba.
“Estamos en una mesa donde hay gobiernos democráticos, que representan a sus ciudadanos en una comunidad iberoamericana que tienen como principios esenciales el respeto”, de acuerdo con una transcripción del diálogo difundida por la Afp. “Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica, no seré yo el que esté cerca del ex presidente Aznar, pero el ex presidente fue elegido por los españoles, y exijo, exijo...
Chávez: Dígale a él que respete.
RZ: Exijo que tú, un momentín.
Chávez: Dígale lo mismo a él.
RZ: Exijo ese respeto, por una razón, además...
Chávez: Dígale lo mismo a él.
RZ: Por supuesto.
Chávez: Dígale lo mismo a él...
Rey Juan Carlos: ¿Por qué no te callas?
Bachelet: Por favor, no hagamos diálogo, han tenido tiempo para plantear su posición, presidente, termine.
Chávez: Podrá ser español el presidente Aznar, pero es un fascista y es un ...
RZ: Presidente Chávez, creo que hay una esencia y es que para respetar y para ser respetado, debemos procurar no caer en la descalificación. Se puede discrepar radicalmente de las ideas, denunciar los comportamientos, sin caer en la descalificación.
La discusión fue transmitida en directo a la sala de prensa montada con motivo de la reunión, pero en momentos fueron inaudibles las declaraciones de Chávez.
Según la versión difundida por la venezolana Agencia Boliviariana de Noticias, Chávez dijo que “con la verdad ni ofendo ni temo”, cuando Rodríguez Zapatero hablaba.
Tras de que el rey intervino, Chávez afirmó que el gobierno de Venezuela se reserva el derecho a responder cualquier agresión en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono.
Más tarde, en una universidad de Santiago, Chávez aseguró que “ni vi ni oí al rey, porque yo no estaba hablando con él. Él es tan jefe de Estado como yo lo soy, con la diferencia de que yo soy electo y tres veces con 63 por ciento”.
Apuntó además que “el que quedó muy mal fue el que pierde el control y entonces manda a callar pensando que todavía somos súbditos del siglo XVII, siglo XVIII”.
“Nosotros somos indios alzados, rebeldes, nadie nos va a callar, no nos vamos a callar”, agregó.
La presidenta Bachelet, en postura conciliatoria, dijo en una rueda de prensa que la disputa reflejó la “diversidad” de posturas y el “apasionamiento” en la reunión. “El debate no tiene que asustar a nadie. No hay que dramatizar los debates”, afirmó.
Desde Madrid, Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación del derechista Partido Popular, en el que milita Aznar, responsabilizó del incidente a la gestión diplomática de su sucesor.
“Una vez más ha tenido que ser el jefe del Estado (el rey Juan Carlos), quien con su actitud de firmeza, buen juicio y servicio al Estado ha sabido dar una respuesta adecuada a los gravísimos insultos” contra Aznar.
Pero dos horas más tarde, Aznar corrigió a Elorriaga al agradecer a Rodríguez Zapatero por su apoyo ante las críticas de Chávez, quien ha señalado en repetidas ocasiones que sólo diplomáticos de España y Estados Unidos convalidaron con su presencia en el Palacio Miraflores, en Caracas, la usurpación del poder en 2002, a manos del empresario Pedro Carmona.
En Latinoamérica no nos gustan ni los "monarcas", ni las "majestades", ni los "reyes", son figuras de regímenes atrasados que representan la antidemocracia, la injusticia y la holgazanería. Si los europeos quieren mantenerlas que se queden en su país y si es posible en los museos.
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