Lo que dijo Evo
Menudo, sencillo, irrumpió en el Alma Máter de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, acompañado del Rector, los y las decanos y representantes del profesorado y estudiantado, Evo Morales.
Ya había tenido el privilegio de escucharle en otros escenarios y noté que su discurso es siempre el mismo, es decir, parte de su experiencia como indígena Es testimonial, coloquial, ausente de retórica, suave, sin estridencias ni poses, y de ahí su efectividad.
A quien vimos frente a nosotros fue a un hombre que narró su resistencia a involucrarse con el poder político convencional: “para nosotros, los indígenas, los políticos siempre han sido sinónimo de farsantes”. Un hombre que va descubriendo cosas: “cuando el movimiento sindical, campesino e indígena necesitaba crearse un instrumento político (entiéndase la diferencia: cuando el movimiento de masas necesitó crearse un movimiento político, no a la inversa), y demandaba tener a alguien en el Congreso, me propusieron como Diputado y yo no quería, porque el pueblo sabia que casi todos los diputados van al Congreso a negociar y a robar plata”.
“(Que) los políticos generalmente no van al poder a ‘servir al pueblo’ sino a ‘servirse del pueblo’, y por eso se hacen tan ricos de repente. Estamos ahora investigando las fortunas recientes, porque no se explican, y porque sabemos que ahí esta el dinero del Estado”.
¿Qué esta haciendo este indígena boliviano en el poder? Primero, devolverle a Bolivia la viabilidad como nación.
“Decían que Bolivia era inviable y que no teníamos ni siquiera reservas monetarias. Con la renegociación de los hidrocarburos hemos pasado de una ganancia anual de 300 millones de dólares a mil 500 millones de dólares. Y con lo que hemos recuperado para el Estado ya tenemos una reserva monetaria de 5 mil millones de dólares, que suenan como poco, pero para nosotros, que somos apenas un país de nueve millones de habitantes, y que partimos de cero, es mucho”.
Y ¿qué están haciendo con el dinero que van recuperando?
“Lo primero es asegurar que todos los niños y niñas de Bolivia puedan ir a la escuela y alimentarse, para combatir el analfabetismo desde la raíz. Lo segundo es garantizarles a todos los ancianos y ancianas, a perpetuidad, su seguro social. En Bolivia solo la clase media y alta tenía seguro social, y los que se levantaban a las cuatro de la mañana y trabajaban hasta las ocho de la noche se morían como animales. Ahora todo el mundo tiene seguridad social”.
Lo tercero es la tierra. “Yo crecí en una comunidad donde la madre tierra era de todos y lo que se producía en ella era para todos. No conocíamos el capitalismo y no lo entendíamos. Los ricos no comprenden que el dinero no se puede sembrar, que el dinero no se puede comer, que cuando uno se muere nada se lleva”.
“Entonces nosotros estamos planteando que la madre tierra es nuestra madre, y uno no la vende, no la hipoteca, no la contamina, no la comercia, uno la ama y la cuida.
A eso llamamos Socialismo del Siglo XXI, nada que ver con teorías políticas, ni con politiquerías. Es algo que todo el mundo puede entender, y sentir y asumir”.
“En cuanto a los servicios básicos a la población: agua potable, salud, educación, vivienda, los estamos planteando en el Nuevo Referéndum como derechos humanos que el Estado debe garantizar”.
¡Qué distinta la experiencia nuestra con la transferencia de los servicios básicos a la población al sector privado, para fomentar, entre otras razones, el crecimiento del sector financiero, que en el ultimo informe sobre crecimiento del PBI anunciaba un desarrollo de un 47% versus apenas un 2% de la agricultura y un porcentaje bajísimo en la manufactura.
Y ¡qué diferencia puede hace un gobernante cuyo interés no es convertirse en un multimillonario más de los que tanto abundan sin ninguna trascendencia, sino logra un espacio de inmortalidad en el corazón de su pueblo, no dejándose deslumbrar por espejitos y abalorios!
A cada descubrimiento de Evo sobre las diferencias e injusticias del sistema político tradicional en su país, los estudiantes dominicanos en el Alma Máter gritaban “¡como aquí!”, pena que no pudieran gritar lo mismo cuando mencionaba lo que intentaba hacer para remediarlos.
Al final, cuando recibió el Honoris Causa, Evo hablo de la diferencia entre el conocimiento ancestral de la población indígena y popular, que en su país es generalmente iletrado, y el conocimiento académico, y bromeo con el hecho de que gracias a los y las dominicanos ahora le dirán “Doctor”.
Conmovidos, no sabíamos que hacer cuando Evo salio del salón.
¡Ay Dios mió, grito alguien: ¡ahora hay que regresar a la casa e intentar volver a reconciliarnos con la realidad, con nosotros mismos!
*intelectual dominicana, miembro del Consejo Asesor de TelesurChiqui Vicioso
Menudo, sencillo, irrumpió en el Alma Máter de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, acompañado del Rector, los y las decanos y representantes del profesorado y estudiantado, Evo Morales.
Ya había tenido el privilegio de escucharle en otros escenarios y noté que su discurso es siempre el mismo, es decir, parte de su experiencia como indígena Es testimonial, coloquial, ausente de retórica, suave, sin estridencias ni poses, y de ahí su efectividad.
A quien vimos frente a nosotros fue a un hombre que narró su resistencia a involucrarse con el poder político convencional: “para nosotros, los indígenas, los políticos siempre han sido sinónimo de farsantes”. Un hombre que va descubriendo cosas: “cuando el movimiento sindical, campesino e indígena necesitaba crearse un instrumento político (entiéndase la diferencia: cuando el movimiento de masas necesitó crearse un movimiento político, no a la inversa), y demandaba tener a alguien en el Congreso, me propusieron como Diputado y yo no quería, porque el pueblo sabia que casi todos los diputados van al Congreso a negociar y a robar plata”.
“(Que) los políticos generalmente no van al poder a ‘servir al pueblo’ sino a ‘servirse del pueblo’, y por eso se hacen tan ricos de repente. Estamos ahora investigando las fortunas recientes, porque no se explican, y porque sabemos que ahí esta el dinero del Estado”.
¿Qué esta haciendo este indígena boliviano en el poder? Primero, devolverle a Bolivia la viabilidad como nación.
“Decían que Bolivia era inviable y que no teníamos ni siquiera reservas monetarias. Con la renegociación de los hidrocarburos hemos pasado de una ganancia anual de 300 millones de dólares a mil 500 millones de dólares. Y con lo que hemos recuperado para el Estado ya tenemos una reserva monetaria de 5 mil millones de dólares, que suenan como poco, pero para nosotros, que somos apenas un país de nueve millones de habitantes, y que partimos de cero, es mucho”.
Y ¿qué están haciendo con el dinero que van recuperando?
“Lo primero es asegurar que todos los niños y niñas de Bolivia puedan ir a la escuela y alimentarse, para combatir el analfabetismo desde la raíz. Lo segundo es garantizarles a todos los ancianos y ancianas, a perpetuidad, su seguro social. En Bolivia solo la clase media y alta tenía seguro social, y los que se levantaban a las cuatro de la mañana y trabajaban hasta las ocho de la noche se morían como animales. Ahora todo el mundo tiene seguridad social”.
Lo tercero es la tierra. “Yo crecí en una comunidad donde la madre tierra era de todos y lo que se producía en ella era para todos. No conocíamos el capitalismo y no lo entendíamos. Los ricos no comprenden que el dinero no se puede sembrar, que el dinero no se puede comer, que cuando uno se muere nada se lleva”.
“Entonces nosotros estamos planteando que la madre tierra es nuestra madre, y uno no la vende, no la hipoteca, no la contamina, no la comercia, uno la ama y la cuida.
A eso llamamos Socialismo del Siglo XXI, nada que ver con teorías políticas, ni con politiquerías. Es algo que todo el mundo puede entender, y sentir y asumir”.
“En cuanto a los servicios básicos a la población: agua potable, salud, educación, vivienda, los estamos planteando en el Nuevo Referéndum como derechos humanos que el Estado debe garantizar”.
¡Qué distinta la experiencia nuestra con la transferencia de los servicios básicos a la población al sector privado, para fomentar, entre otras razones, el crecimiento del sector financiero, que en el ultimo informe sobre crecimiento del PBI anunciaba un desarrollo de un 47% versus apenas un 2% de la agricultura y un porcentaje bajísimo en la manufactura.
Y ¡qué diferencia puede hace un gobernante cuyo interés no es convertirse en un multimillonario más de los que tanto abundan sin ninguna trascendencia, sino logra un espacio de inmortalidad en el corazón de su pueblo, no dejándose deslumbrar por espejitos y abalorios!
A cada descubrimiento de Evo sobre las diferencias e injusticias del sistema político tradicional en su país, los estudiantes dominicanos en el Alma Máter gritaban “¡como aquí!”, pena que no pudieran gritar lo mismo cuando mencionaba lo que intentaba hacer para remediarlos.
Al final, cuando recibió el Honoris Causa, Evo hablo de la diferencia entre el conocimiento ancestral de la población indígena y popular, que en su país es generalmente iletrado, y el conocimiento académico, y bromeo con el hecho de que gracias a los y las dominicanos ahora le dirán “Doctor”.
Conmovidos, no sabíamos que hacer cuando Evo salio del salón.
¡Ay Dios mió, grito alguien: ¡ahora hay que regresar a la casa e intentar volver a reconciliarnos con la realidad, con nosotros mismos!
*intelectual dominicana, miembro del Consejo Asesor de Telesur
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