domingo, noviembre 11, 2007

Incineración masiva

En un predio de la ranchería Río Viejo, a siete kilómetros al noroeste de Villahermosa, fueron incinerados centenares de animales, en una pira funeraria que generaba gruesas columnas de humo y un desagradable olor a carne quemada. (UNIVERSAL)

Para evitar epidemias, creman en Tabasco a centenares de animales muertos durante la inundación / Tanto en ranchos ganaderos y granjas avícolas, como de traspatio y hasta los domésticos

VILLAHERMOSA, Tabasco, 10 de noviembre (UNIVERSAL).- Para evitar la propagación de epidemias, particulares y autoridades sanitarias iniciaron la cremación de centenares animales muertos durante la inundación; tanto en ranchos ganaderos y granjas avícolas, como de traspatio y hasta los domésticos.
En un predio de la ranchería Río Viejo, a siete kilómetros al noroeste de esta capital, fueron incinerados centenares de animales, en una pira funeraria que generaba gruesas columnas de humo y un desagradable olor a carne quemada.
Los animales, cuyos cuerpos fueron recolectados por 20 elementos de la Armada de México, con el apoyo de maquinaria pesada, murieron por tomar agua contaminada de la inundación, según Fernando León, propietario del Rancho San Genaro.
El grupo de marinos, comandados por el teniente coronel Moisés Chacón, recorrió los municipios de la periferia de Villahermosa juntando los cadáveres de los animales y también proporcionó el combustible para la incineración de los semovientes.
La tarea de calcinamiento de cientos de cuerpos se dificultó en un principio, porque vacas, caballos, cerdos, chivos, perros y hasta gallinas, permanecieron varios días dentro del agua y la piel o el plumaje se mantenían mojados.
La principal preocupación de las autoridades sanitarias federales y estatales es el grave riesgo por el foco de infección que representa la mortandad de animales, tanto en la zona urbana como la rural.
Al respecto, los secretarios de Salud, tanto federal y estatal, señalaron que se pone especial atención en la disposición final de los animales muertos, que aparecen conforme baja el nivel de agua.
Por ello se construye una fosa para enterrar a todas las especies mayores y prevé la adquisición de hornos crematorios para eliminarlos y así evitar que se conviertan en focos de infección de enfermedades intestinales y leptospirosis.
Sin embargo, la población señala que por todos lados existen perros, cerdos, gatos y gallinas muertas, y no se observa que se estén levantando, sino que siguen putrificando al aire libre e incluso en el cauce de ríos y arroyos que cruzan los municipios afectados por la inundación.
El alcalde de Centro, Evaristo Hernández, estimó que hay alrededor de 3 mil perros y mil 500 gatos, además de un número no cuantificado de aves de corral y cerdos muertos en ranchos, granjas y hasta en las calles de pueblos y ciudades.
Además del ganado cremado este sábado, autoridades del municipio informaron que en otros lugares también se recolectaron ocho aves, 24 caninos, un silvestre, dos felinos, nueve porcinos y dos vacunos.
El propietario del hato que este día fue destruido, dijo que desde el domingo pasado en que se murieron las reses, buscaron apoyo para destruirlos; sin embargo fue hasta este sábado que lograron trasladarlos al lugar donde los quemaron.

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