lunes, noviembre 19, 2007

Fraude 2006


Por Ricardo Andrade Jardí

Pese a los intentos de censura de la telecracia, poder de facto, que actualmente desgobierna a nuestra agraviada patria, a través del caballerito usurpador que se negó una y otra vez a recontar los votos con los que afirma su cuñado y proveedor estrella del IFE ganó las elecciones presidenciales del 2006, el documental FRAUDE 2006, dirigido por Luis Mandoki, es hoy en día la película más taquillera del país, muy por encima de otros estrenos y películas hollywoodenses actualmente en cartelera.
Esta cinta que documenta desde el ojo ciudadano, cientos de miles, esos mismos que siempre están en boca de los comentaristas a modo de la radio y la televisión: "la sociedad opina", "el auditorio quiere saber", "la opinión pública tiene derecho a..." y que nunca jamás tienen voz real en esos concesionados medios electrónicos, que confunden la libertad de expresión con la expresión de la rapiña, es un ejemplo más de las subjetividades de resistencia nacidas en oposición a las subjetividades de opresión que la telecracia ha deseado imponernos como forma de control represivo para "fortalecer" ya no al Estado dependiente y absolutamente sometido a estas empresas de la comunicación monopólica, FRAUDE 2006 es el instrumento de lucha y la respuesta ciudadana de una muy buena parte de la naciente organización civil de resistencia pacífica, contra un sistema político que durante décadas ha privilegiado la corrupción y la impunidad de una minoría empresarial y ladrona que han hecho de nuestro país su particular negocio, empobreciendo a algo así como 80 millones de mexicanos, más los que se acumulen esta semana, frete a la vergonzosa e ilícita súper riqueza de no más de 20 familias, todas beneficiadas por una política de gobierno que actúa más como administradora de esta veintena de cretinos, que como función pública de quienes se supone representa.
FRAUDE 2006 efectivamente es una visión (como han querido desacreditarla los seudo intelectuales a modo de la telecracia y del gobierno usurpador) del proceso electoral del 2006, pero es justamente el otro lado de la realidad, el de los millones de mexicanos que por más de un año han estado en las mesas de "discusión y debate" de los intelectuales orgánicos y comunicadores a modo y que hemos sido una y otra vez calumniados, ignorados, sobajados, humillados, desacreditados, tratados como ignorantes manipulados y acarreados, justamente por aquellos que no hacen otra cosa que defender las limosnas arrojadas por un poder de facto, que paga sus complicidades "garantizando la estabilidad de su pantanoso y confortante estilo de vida; FRAUDE 2006, es un importante aporte a la memoria histórica del México contemporáneo, frente a quienes sin tener razón jurídica se han reivindicado vencedores y defensores de una institucionalidad decadente y corrupta, que hoy ya sólo sirve para garantizar la impunidad de sus rapiñas empresariales y ocultar el verdadero poder de la delincuencia organizada que dicta ya las reglas del juego frente a un Estado debilitado y dependiente de las facturas que lo han hecho "gobierno". Pero este documental devela también la nula democracia, devela el hecho de la censura existente del estado y los poderes de facto, contra las voces opositoras y disidentes, devela asimismo quiénes son los que están detrás de la maquinaria represiva del opresor sistema, ya no tanto político sino empresarial que desgobierna nuestro país, es un documento que a su vez pone en tela de juicio la visión "única" de la supuesta "inexistencia de las pruebas del fraude" con la que los acomodados intelectuales a modo han querido desacreditar la visión y las pruebas (físicas) de buena parte de la ciudadanía, que por falta de recursos y fundamentalmente por ética se han quedado fuera del masivo alcance de los medios de comunicación, verdaderos orquestadores del fraude electoral y perfectos manipuladores de subjetividades que han logrado crispar a México por medio de una terrible campaña de odio y miedo, pero que afortunadamente y gracias al ojo y la voz ciudadana, documentada por una presa alternativa y por diversas alternativas comunicacionales, pasarán a la historia en el justo lugar que eligieron para hacerlo, como los buitres que han querido hacer de nuestra cultura su feudo de mediocridad e inhibición a modo.
FRAUDE 2006, que pese a los intentos de censura ha podido llegar a las carteleras comerciales de nuestro país (porque al fin de cuentas, como afirma el documentalista norteamericano Michael Moore, representa la posibilidad de un negocio y para los empresarios del neoliberalismo "si la soga con la que se ahorcarán a ellos mismos puede generar alguna ganancia, o interés económico, ellos mismos la comercializarán") se suma a los múltiples esfuerzos de contrainformación, que si bien no son nuevos, gracias a la posibilidad masiva del cine comercial, abrirá otros frentes de interés para que el público, hasta hoy pasivo, encuentre otras fuentes de información y logre desde muchas visiones crear su particular punto de vista, lejos de la uniformidad manipulada de los masivos medios de comunicación electrónicos, para los que ha llegado el momento histórico, toda vez que se trata de una concesión del Estado, es decir, de un bien público, de reglamentarlos en función de un comportamiento que los obligue a conducirse con ética frente a la veracidad de la información generada por los acontecimientos reales de un momento histórico determinado que, de una u otra forma, involucra a la sociedad en su conjunto y compromete la construcción de un futuro con justicia y dignidad para TODOS...

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