Afp, Reuters y Dpa
Riad, 18 de noviembre. Arabia Saudita, aliado económico y militar de Estados Unidos y Gran Bretaña, detuvo hoy una propuesta de Irán, respaldada por Venezuela y Ecuador, para que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sustituya al dólar por el euro en sus transacciones comerciales mundiales.
Los jefes de Estado de los 13 miembros de la OPEP dejaron fuera de su declaración final toda referencia al debilitamiento de la divisa estadunidense en años recientes, luego que el canciller saudita, Saud Faisal, se plantó contra la medida durante los debates entre los funcionarios que prepararon los resolutivos de la cumbre.
“La mera mención de que la OPEP está estudiando el tema del dólar tendrá un efecto en nuestros países”, indicó el ministro de la monarquía saudita. “Hay periodistas afuera que esperan escuchar sobre este punto y van a exagerar, y puede que el dólar colapse”, insistió el ministro del país que ha ejercido un liderazgo de facto en el cártel en años recientes y ha mantenido las acciones del organismo en los planos técnico y económico.
Sobre el debilitamiento del dólar la OPEP sólo acordó estudiar los aspectos técnicos y financieros en una reunión de ministros que se realizará el 5 de diciembre próximo en Abu Dhabi.
Los presidentes Mahmud Ahmadinejad, de Irán; Hugo Chávez, de Venezuela, y Rafael Correa, de Ecuador, destacaron la relevancia de que el tema se haya introducido en los debates generales de la cumbre y en las próximas citas de los comités técnicos.
El dólar ha perdido este año 15 por ciento de su valor frente al euro y otras monedas de referencia mundial, como el yen y la libra esterlina, e incluso frente a divisas de menor impacto en la economía internacional como el dólar canadiense, que este año se colocó por primera vez a la par del billete verde. El viernes el euro se cotizó a 0.6821 dólares.
Ahmadinejad argumentó en la reunión que el declive del dólar significa que los productores de crudo están subsidiando al gobierno y a los consumidores estadunidenses.
“La caída del dólar no es sólo la caída del dólar, es la caída del imperio estadunidense. Y hay que prepararse para eso”, dijo Chávez al concluir este encuentro inusual de jefes de Estado de la OPEP, sólo antecedida por la citas de 1973 –en los días de la primera gran crisis petrolera– y de 2000. La siguiente será en Libia en 2012.
“Creo que habrá de llegar algún día en que no sólo aquí en la OPEP, sino también en América Latina, nos liberemos del imperio del dólar”, precisó Chávez, que aun cuando no logró despertar reacciones con su propuesta para devolver a la organización sus planteamientos geopolíticos, como en los años 70, atizó el debate sobre la divisa de los negocios petroleros.
A su vez, Ahmadinejad destacó que pese a la exclusión de la referencia al dólar, lo cierto es que el tema estuvo en la mesa de discusión y “todos los líderes estaban descontentos con la baja del valor”.
El mandatario –enfrentado a Estados Unidos y Europa occidental por el impulso que su país ha dado a la investigación atómica y la producción nucleoeléctrica– dijo que la caída del dólar y el uso de esta divisa en las transacciones petroleras beneficia “sólo a un puñado de capitalistas”.
Correa afirmó de su lado que la caída en el valor del dólar ha erosionado algunos de los beneficios de los altos precios del petróleo y señaló que a pesar de que el barril de crudo llegó en noviembre a una cotización récord de 98.62 dólares, en términos reales el precio está por debajo del nivel que alcanzó en los años 80.
El mandatario de Ecuador, quien decidió reinsertar a su país en el cártel tras una década de políticas neoliberales y 15 años de ausencia en la OPEP, respaldó la iniciativa de Chávez de fortalecer el papel del organismo en el escenario mundial. “No hay que tenerle miedo a la visión política; eso es negar la realidad”, puntualizó.
Ahmadinejad dijo en conferencia de prensa que su país podría utilizar el petróleo como arma en caso de que Estados Unidos ataque militarmente a Irán, el segundo productor del cártel.
Chávez dijo al respecto que “si Estados Unidos comete la locura de invadir Irán o de agredir nuevamente a Venezuela, el precio del petróleo a lo mejor no llega a 100, sino a 200 dólares”.
En 1973, cuando se registró un importante alza en los precios del crudo, los miembros árabes de la OPEP, más Egipto y Siria, suspendieron exportacioines a países que apoyaron a Israel en la guerra de Yom Kippur, que implicó una ampliación de sus posiciones estratégicas militares.
En su declaración final, la OPEP prometió un suministro de petróleo adecuado, fiable y oportuno para cubrir la demanda internacional.
El documento también expresó su preocupación por el calentamiento global y destacó la importancia de contar con “tecnologías petroleras más limpias y eficientes”, como la captura y el almacenamiento de carbono, que almacena las emisiones de dióxido de carbono bajo la tierra.
La inclusión de esta referencia fue al parecer un intento de la OPEP por responder a los reclamos de organizaciones ecologistas, que responsabilizan a los países miembros de ser un factor determinante en el cambio climático mundial.
Cuatro de los integrantes de la OPEP –Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Qtara– ofrecieron crear un fondo de 750 millones de dólares para luchar contra ese fenómeno.
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