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La Convención Nacional Democrática aprobó ayer durante la mega concentración en el Zócalo capitalino una jornada permanente de movilizaciones en contra de la privatización de Petróleos Mexicanos y de la industria eléctrica. Además, convocó a una nueva asamblea el 18 de marzo próximo.(UNIVERSAL)
La Convención Nacional Democrática aprueba jornada permanente de acciones contra la privatización de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la industria eléctrica / Convoca a una nueva asamblea el 18 de marzo próximo / Campanas de la catedral acallan las voces del Pueblo
MEXICO, D.F., 18 de noviembre (LA JORNADA).- La Convención Nacional Democrática aprobó una jornada permanente de movilizaciones en contra de la privatización de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de la industria eléctrica, así como convocar a una nueva asamblea el 18 de marzo próximo, donde se presente un informe de una comisión del Gobierno Legítimo integrada para defender la soberanía energética del país.
En sendos pronunciamientos leídos por la maestra Ifigenia Martínez y el diputado federal José Antonio Almazán, se acordó demandar la terminación de los contratos de servicios múltiples, que violan la Constitución, así como evitar que se acelere la privatización que, a través de la ley secundaria, se ha iniciado de la industria eléctrica. Para 2014, resaltó Almazán, se calcula que el capital privado controlará el 60 por ciento de la capacidad de generación nacional.
Durante la tercera asamblea de la CND, se votó asimismo un acuerdo presentado por Reyna Martínez, ama de casa de Tlalpan, para demandar un aumento salarial de emergencia del 35 por ciento, debido al incremento generalizado de los productos de la canasta básica; además, demandar al gobierno de Felipe Calderón que no promulgue el decreto de aumento al precio de la gasolina y el diesel.
Se aprobó la propuesta de la senadora Rosario Ibarra de Piedra para exigir la libertad de los presos políticos, práctica que, aseguró, se reforzó en el sexenio de Vicente Fox y continúa incesante en el de Felipe Calderón.
“Regresa como una amenaza incontenible la desaparición forzada de personas. No logramos recuperar 557 y en el gobierno de ese señor de ideas cortas y piernas largas (Vicente Fox) hubo 65 desaparecidos.
Y en el del usurpador, del espurio, ya van varios. Podemos citar a los compañeros del EPR y a Francisco Paredes Ruiz”, expresó.
A iniciativa de la senadora perredista, la CND se sumó al Frente Nacional Contra la Represión. “No se trata -expresó ante los miles de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, concentrados en el Zócalo -de hablar de sus presos políticos y nuestros presos. Son los presos de todos”.
También reprochó al gobierno de Guerrero, a cargo de Zeferino Torreblanca, la represión contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. “Estamos muy molestos.
Los compañeros que luchan en contra de la presa de La Parota fueron golpeados sin compasión. No quieren abrir las puertas para un diálogo y pido a esta convención exija ese diálogo al gobierno de Guerrero, porque lo que hace mal un gobierno, no importa de qué tinte político sea.
Hay que decírselo por su bien y el de México”, afirmó.
Por su parte, Ifigenia Martínez reprochó que desde 1982 la renta petrolera ha sido utilizada por los gobiernos federales para pagar el servicio de la deuda, el rescate bancario “y otros lastres del neoliberalismo”, y en cambio se incrementó el endeudamiento de PEMEX mediante el esquema de los Proyectos Diferidos en el Financiamiento del Gasto (Pidiregas) y los contratos de servicios múltiples.
Han dilapidado, denunció, los recursos obtenidos por los altos precios internacionales del petróleo, en beneficio de los funcionarios públicos de alto nivel.
“El alegato de insuficiencia de recursos fiscales se desploma ante la evidencia de ese despilfarro y ante el hecho de que los ingresos de PEMEX, que exceden por mucho sus gastos de operación, provienen no sólo de la exportación sino de sus ventas internas.
Es decir, los mexicanos, todos, financiamos el despilfarro y la desnacionalización de un recurso no renovable”, resaltó.
Ante ello planteó asegurar el rescate de PEMEX y propuso tres resolutivos, que fueron apoyados por la CND: terminar los contratos de servicios múltiples, que significan la intromisión de intereses extranjeros en el patrimonio nacional; exigir la protección de los técnicos y trabajadores mexicanos y del Instituto Mexicano del Petróleo; y convocar a una jornada permanente de movilizaciones en contra de la privatización de la petrolera.
También José Antonio Almazán presentó una radiografía para explicar cómo los sucesivos gobiernos federales han permitido la intervención de empresas trasnacionales en la generación de energía eléctrica. “Ha sido de tal grado el despropósito privatizador que el margen de reserva de generación es de 50 por ciento, lo cual ha llevado al cierre anticipado de plantas de la Comisión Federal de Electricidad aún cuanto todavía tienen vida útil, para garantizar la compra de energía a las empresas privadas”, expuso.
Informó que a la par de la movilización, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) emprenderá acciones jurídicas y constitucionales para frenar la privatización. “¡No pasarán! El pueblo de México se levantará y llenará las plazas para defender nuestros recursos estratégicos”, exclamó.
Asimismo, la senadora Rosalinda López Hernández leyó el acuerdo por el cual la CND se solidarizó con los habitantes de Tabasco y Chiapas, afectados por las lluvias e inundaciones, expresó un reconocimiento por el apoyo incondicional de la sociedad mexicana , y exigió “una profunda investigación” para conocer las verdaderas causas de la tragedia”.
Y mientras, de manera inusual, las autoridades eclesiásticas de la Catedral Metropolitana modificaron el esquema para hacer tañer las campanas del recinto, justo cuando se realizaba la tercera asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND), que provocó una irrupción de decenas de personas al templo, culpando al cardenal Norberto Rivera Carrera de querer “callar las voces del pueblo”.
Antes de la acostumbrada misa dominical del mediodía, los campaneros de la Catedral regularmente realizan tres llamados. Pero hoy, sólo hicieron repicar las campanas una vez, al 10 para las 12, justo cuando la senadora Rosario Ibarra de Piedra presentaba a los convencionistas un análisis sobre la situación de los derechos humanos en el país, prolongando su tañer por dos minutos más.
La decisión asumida por el clero desembocó en la protesta al interior del recinto, por espacio de 10 minutos, tomando por sorpresa a elementos de seguridad interna y capitalina, y propició el anuncio de la Arquidiócesis de México de cerrar la Catedral Metropolitana a partir de este lunes, hasta que los gobiernos federal y estatal “garanticen la libertad de culto”.
Los hechos fueron calificados por las autoridades religiosas como “actos terroristas”, y anunciaron que interpondrán una denuncia en contra de quien resulte responsable.
Consideraron que se trató de una agresión que pudo derivar en “una tragedia”.
A punto de liarse a golpes con feligreses, los convencionistas exigían a la Arquidiócesis de México una explicación del porqué dejaron sonar durante casi 12 minutos --y no diez como se acostumbra-- las campanas llamando a misa de mediodía, cuando la senadora Rosario Ibarra de Piedra hacía un análisis sobre la situación de derechos humanos en el país.
La irrupción de los manifestantes tomó por sorpresa a los elementos de seguridad del recinto, quienes no pudieron cerrar las puertas del templo ni contar con el apoyo de los policías capitalinos que el Gobierno del Distrito Federal asignó para resguardar el lugar y la integridad física de Rivera Carrera, quien “se informó” hoy viajó a Roma para participar en el ceremonia donde el arzobispo de Monterrey, Francisco Robles, será nombrado cardenal.
Apenas había tomado Ibarra la palabra, comenzaron a sonar las campanas. Gente congregada en el zócalo capitalino comenzó a gritar: “Obrador, Obrador, Obrador”, y consignas en contra del cardenal Rivera Carrera, a quien culparon de intentar boicotear su asamblea. Sobre el circuito vial, un grupo de por lo menos 50 personas pedía a los campaneros que dejaran de tañer. Como nadie les hizo caso, optaron por ingresar al recinto, sin que nadie pudiera frenarlos, y decenas de personas los siguieron. En cuestión de segundos uno de los pasillos laterales del templo fue tomado, lo cual retrasó el inicio de la acostumbrada celebración dominical, en medio de mentadas de madre, recriminaciones contra Rivera Carrera y enfrentamientos verbales entre laicos, feligreses, algunos religiosos y personal de seguridad contra convencionistas.
Seguridad interna colocó vallas para impedir el paso de los protestantes, quienes lograron instalarse a unos metros de la sacristía, muy cerca del Altar Mayor gritando en contra del cardenal frases como “pederasta, el infierno te espera”.
Uno que otro convencionista le exigían: “pinche perro maldito, ¿por qué no das la cara?” ¡Qué poca madre!”.
Feligreses y religiosos respondieron de forma similar, aunque algunos optaron por abandonar el lugar. Respondían con mentadas de madre, pedían en voz alta la salida de sus detractores, a quienes tachaban de revoltosos y rijosos. Unos decían, “Dios los perdone”, otros “rateros”, y unos más “putos”.
Cuando las campanas dejaron de sonar, los de la CND iniciaron su retiro en medio de la consigna “el pueblo unido, jamás será vencido”.
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