Stella Calloni (Corresponsal)
Buenos Aires, 6 de diciembre. Con la voz quebrada y arengando en lengua tehuelche, además de abogar por la paz y la verdad, asumió ayer su banca como diputada por la sureña provincia de Chubut Rosa Laudelina Chuiquichamo, la primera indígena que en Argentina llega a un cargo legislativo, en este caso por el oficialista partido Frente para la Victoria.
Fue tan emotivo como simbólico verla en el Congreso, donde hubo un profundo silencio para escuchar la proclama de la comunidad tehuelche del frío sur. “Cinco siglos de dolor, pero estoy viva hermanos, estamos vivos”, afirmó Rosa Laudelina envuelta en una manta de su pueblo, y añadió que la paz se reconstruye con la memoria, “la verdad, la verdad, la verdad”.
A cuatro días del cambio de gobierno en Argentina, la justicia tuvo un fuerte avance en derechos humanos con la decisión de un juez de procesar al ex subcomisario Luis Abelardo Patti, ya detenido y acusado de secuestros torturas y otros delitos durante la pasada dictadura militar, y la solicitud de elevamiento a juicio oral y público de la causa de Automotores Orletti, el centro clandestino de detención, sede de la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur en la década de los años 70, donde desaparecieron argentinos y extranjeros, entre ellos dos jóvenes diplomáticos cubanos.
La solicitud fue enviada hace dos día por el fiscal Federico Delgado al juez federal Daniel Rafecas para juzgar a seis ex militares y agentes de inteligencia por los secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones cometidos en Orletti.
Este siniestro centro de detención clandestino estuvo bajo el control del general Otto Paladino, que era jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado, y también allí operaron el Organismo Coordinador de Actividades Antisubversivas de Uruguay, algunos agentes de la Dirección de Inteligencia de Chile e incluso “terroristas” de la Alianza Anticomunista Argentina (la tenebrosa Triple A) y de los grupos cubanos de Miami, como ha señalado el ex general chileno Manuel Contreras, actualmente recluido en una prisión de su país.
Los imputados son el general Eduardo Rodolfo Cabanillas, el comodoro Néstor Horacio Guillamondegui, el coronel Rubén Visuara y los agentes de inteligencia Honorio Martínez Ruiz, Raúl Guglielminetti –que trabajó en Centroamérica para la Agencia Central de Inteligencia (CIA)– y Eduardo Alfredo Ruffo, lugarteniente de Aníbal Gordon, de la Triple A, entre otros.
Están acusados por 65 casos de secuestros y torturas, y asesinatos como el de Carlos Santucho, hermano del dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo, Mario Roberto Santucho, y de Marcelo Gelman, hijo del poeta argentino Juan Gelman, quien reside en México.
Existió “una maquinaria perfectamente delimitada, jerárquica y organizada”, con grupos de tareas y “normativas formales que cumplían la función de encubrir el accionar clandestino”, actuando como los nazis “con conocimiento y voluntad”, señala la solicitud. Desde Orletti, muchos fueron trasladados a otros centros clandestinos y a países vecinos, entre ellos Uruguay, donde están desaparecidos, como es el caso de María Claudia de Gelman.
Otro anuncio fuerte de la justicia es la elevación a juicio la causa contra el ex presidente Carlos Menem, por falsificar una declaración jurada en la que omitió la posesión de cuentas millonarias en Suiza, dos aviones, inmuebles y acciones de las compañías telefónicas, entre otros.
En tanto, hoy culminó aquí la 27 marcha de la resistencia de las Madres Fundadoras y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros organismos, bajo la consigna “Vamos por más”, para pedir “más verdad, más justicia, más salud, más educación, más inclusión y más redistribución de la riqueza”.
Encabezada por las madres Nora Cortiñas y Taty Almeida, entre otras, la manifestación se realizó desde el pasado miércoles con actos políticos, artísticos, de solidaridad, y se mantuvo una vigilia toda la noche. Estudiantes y docentes llevaron una larguísima bandera donde estaban las fotografías de miles de los 30 mil desaparecidos durante la dictadura (1976-1983).
Este fue el marco que rodeó ayer el juramento de los legisladores recientemente electos, mientras la ciudad se prepara para recibir a los presidentes de los países del Mercado Común del Sur, que el día 9 de diciembre firmarán aquí el acuerdo para poner en vigencia el Banco del Sur, y el 10 participarán junto a otros mandatarios y delegaciones oficiales en la asunción presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.
Un día antes Mauricio Macri, del derechista Propuesta Republicana, asumira la jefatura de gobierno de la ciudad, quien ya ha tenido una serie de tropiezos por el rechazo de figuras para integrar su gabinete, algunas de las cuales ya fueron remplazadas, como por una serie de medidas que anuncia y que avivarán varios conflictos con la sociedad bonaerense.
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