Rosa Rojas (Corresponsal y agencias)
La Paz, 6 de diciembre. Los gobernadores opositores bolivianos recibieron hoy con desconfianza y reparos la iniciativa del presidente Evo Morales de someterse a un referendo revocatorio, con que el mandatario retó a sus adversarios a que sea el pueblo el que decida si está de acuerdo con el cambio que propone su gobierno o que se mantenga la política neoliberal de la derecha.
En principio aceptaron los prefectos de Cochabamba, La Paz, Tarija y Pando, que han acusado a Morales de “atropellar la democracia”, pero la condicionaron a que dé marcha atrás en la aprobación de la nueva Constitución y deje sin efecto la pensión para ancianos. Chuquisaca y Beni estarían en la misma tónica, pero Santa Cruz retrasaba su anuncio formal al respecto.
De hecho, sólo los gobiernos de Oruro y Potosí, dominados por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), aceptaron sin condición alguna la iniciativa, que el presidente prometió que enviaría al Congreso esta misma noche para aprobación.
Por el contrario, el vocero presidencial Alex Contreras aseveró que el referendo revocatorio al que se sometería el presidente y los nueve gobernantes regionales no tiene nada que ver con el proceso de nueva Carta Magna, que la Asamblea Constituyente debe tener lista para el 14 de diciembre, fecha en que vence el plazo.
Frente a la posición de la derecha de que el tema que ha dividido, la nueva Carta Magna, no puede proseguir en medio de un referendo de sus autoridades, el constituyente oficialista Carlos Romero afirmó que la Asamblea no puede detenerse por cuatro prefectos opositores y sus “planes conspirativos”, y que si quieren derrocar al presidente que lo hagan por las urnas.
Morales, en entrevista con la cadena de televisión internacional Telesur, declaró que llamará a elecciones anticipadas si pierde el referendo revocatorio. “Si revocan mi mandato, llamaremos de inmediato a elecciones generales anticipadas”, dijo.
En Cochabamba, Potosí, Santa Cruz y La Paz miles de campesinos, indígenas, organizaciones vecinales y universitarios efectuaron marchas en apoyo a la ley del pago a la pensión de vejez con el recorte a los ingresos regionales y al proyecto constitucional aprobado “en grande” por la Constituyente, frente a actos hostiles de la derecha en algunas ciudades.
En Riberalta, Beni, un grupo de derecha atacó y obligó a despegar de urgencia un avión militar venezolano, en medio de gritos de “autonomía”, “independencia” y “fuera militares de mierda”, y estuvieron a punto de agredir al gerente del Banco de Desarrollo de Venezuela, Luis Ferrel, que fue rescatado por la policía local.
El presidente Morales se disculpó ante el gobierno venezolano “por esta agresión de un grupo de bolivianos que no apuestan por la patria grande”. Se preguntó si esos grupos van a atentar también contra los helicópteros de Estados Unidos, que cumplen una función de lucha contra el narcotráfico y que en el pasado provocaban o agredían a los movimientos sociales en el Chapare.
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