Decio Machado, Bogotá
La concentración del 4 de febrero “contra las FARC” es la última expresión de la estrategia comunicativa del presidente colombiano Álvaro Uribe. Los medios españoles y sus contrapartes en Colombia se han lanzado a una campaña de lavado de imagen tras un año en el que se han destapado las intensas relaciones entre el narcotráfico y los paramilitares con los colaboradores y familiares de Uribe. La diplomacia española se adhiere a las tesis de Bush y las imagenes de Chávez y Uribe reciben un tratamiento mediático en sintonía con la posición del Gobierno y las empresas españolas ante la crisis entre Colombia y Venezuela.
MADRID. Las concentraciones convocadas el 4 de febrero culminan la campaña de limpieza de imagen de Uribe / José Alfonso
Según los medios de comunicación del Grupo Caracol Radio, en información ofrecida el pasado 23 de enero, Álvaro Uribe Vélez se ha convertido en el presidente más popular de toda América Latina. El índice de popularidad del 80% que se le atribuye, es similar al que tenía cuando llegó al Gobierno en 2002. La noticia procede de una encuesta solicitada por Prisa a la empresa Invamer-Gallup, multinacional encuestadora habitual en el panorama político colombiano. La encuesta, realizada por entre el 17 y el 19 de enero, abarca tan sólo mil consultas telefónicas distribuidas en cuatro ciudades: Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Los trabajos de investigación de Invamer-Gallup han sido cuestionados en varias ocasiones por falta de imparcialidad y de posicionarse al lado del proyecto uribista. Como ejemplo, la multinacional mantuvo durante toda la campaña a la alcaldía de Bogotá el que la victoria sería del candidato conservador y ex alcalde de la ciudad Enrique Peñalosa. Sin embargo, los resultados finales fueron apabullantes. Samuel Moreno, candidato del izquierdista Polo Democrático Alternativo, se imponía con 43,7% de los votos frente al 28,1% que obtuvo Peñalosa.
Según Vicente Martínez, miembro de la Asociación Colombiana de Sociólogos: “Las encuestas políticas en Colombia no se han caracterizado precisamente por su imparcialidad. Gallup es un fiel ejemplo de esta realidad”. Las declaraciones realizadas hace unos meses por Jorge Londoño, gerente de Invamer-Gallup, al prestigioso diario francés Le Monde, parecen reafirmar lo anterior: “La gente se está endureciendo frente al diálogo y le está pidiendo más al presidente y al Ejército”, asumiendo más un papel de asesor de Uribe que el correspondiente a su profesión.
El epicentro del terremoto
Prisa, accionista mayoritaria de Radio Caracol, ha difundido la encuesta de popularidad de Uribe no sólo en Colombia. Se ha utilizado también Unión Radio, la mayor red de emisoras radiales en lengua española con 28 millones de oyentes repartidos, además de Colombia, en el Estado español, EE UU, México, Costa Rica, Panamá, Argentina y Chile. Diarios españoles como El País, Cinco Días, Diario Jaén, El Correo de Andalucía, Odiel Press en Huelva o La Voz de Almería se han hecho eco de la noticia al igual que se han utilizado las plataformas de Prisa en México (Radiópolis), Chile (Padahuel) o Bolivia (El Nuevo Día), entre otros. En junio de 2005, el presidente Álvaro Uribe agradecía la “fe y confianza” de los inversionistas extranjeros en Colombia, al inaugurar la nueva sede de emisoras de Caracol Radio, y condecorar con la Orden Nacional al Mérito al fallecido presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco. “Esta nueva inversión de Caracol en Colombia, en esta ocasión liderada por el Grupo Prisa, es una muestra de confianza en nuestra patria”, dijo Uribe en la ceremonia.
Caracol Radio está integrada en el Grupo Latino de Radio (GLR), un holding de más de 1.200 radios que el grupo Prisa controla en América Latina, además de televisiones, varios diarios de prensa, portales de internet y encuestadoras. Bajo la cadena Caracol operan más de 10 cadenas de emisoras de AM y FM en distintas frecuencias de todo el país.
Imagen controvertida
El año 2007 fue crítico para el Gobierno de Uribe. La parapolítica estuvo durante meses en todos los medios de comunicación. 40 parlamentarios del arco político uribista fueron investigados y varios de ellos detenidos. Igualmente, salieron a la luz las relaciones familiares y políticas de Uribe con el cártel de Cali, una realidad silenciada durante mucho tiempo. Relación que se ponía de manifiesto con el descubierto vínculo de su principal asesor José Obdulio Gaviria con el narcotráfico. Gaviria acompañó personalmente a su primo, Pablo Escobar, durante la campaña ‘Medellín sin Tugurios’ financiada por el cártel de Cali. Fue importante también el caso de Santiago Uribe Vélez, hermano del presidente, quien coordinaba las acciones del grupo paramilitar denominado ‘Los Doce apóstoles’, también con vínculos con Pablo Escobar. Otro caso famoso es el de William Vélez, primo del presidente, que acompañó a Escobar en una campaña, y que es compañero de partido de Mario Uribe, otro primo del presidente en el Senado, quien presentó el proyecto de ley Justicia y Paz que otorga el perdón y el olvido a los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por paramilitares.
Con la famosa marcha contra las FARC se ha diseñado una nueva campaña, para eliminar de los medios de comunicación y de un solo plumazo las vinculaciones de Uribe con el narco-paramilitarismo o los cuestionamientos a la ineficacia del Plan Patriota (un proyecto contra insurreccional, disfrazado de lucha contra el narcotráfico), al tiempo que se ha habilitado un nuevo debate nacional sobre un cambio constitucional que permita a Uribe presentase a las presidenciales en 2010.
Tanto Prisa como Planeta cuidan la figura de Uribe con imágenes e informaciones donde predominan sus abrazos con el rey, Zapatero o Rajoy, por encima de denuncias internacionales por represión social y sindical, violación de derechos humanos, atentados contra las comunidades indígenas, o sus ya referidas relaciones con el narco-paramilitarismo.
¡Qué asco!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario