Ramón Pedregal Casanova
Rebelión
Tres mil personas éticas, morales, honestas. Un espacio en blanco. Hay que poner tres mil nombres, nombres de tres mil personas asesinadas. La ciudad de Madrid se vio sacudida por el terrorismo franquista que acabó con la vida de tres mil republicanos en Madrid llevándolos al paredón entre los años 1939 y 1945. Tres mil asesinados por los terroristas. El miedo, el terror, se metió en la médula de la mayor parte de la población. Quienes corrían más peligro buscaban refugio. También hubo quien no encontró la manera o el lugar de protegerse. Y, desde luego, quien creía que no tenía por qué sucederle nada, que aquello había terminado, no podía estar más equivocado.
Las zonas pobres, los barrios populares de la ciudad, en buena parte, estaban reducidas a escombros. El pueblo de Madrid y un grupo de voluntarios venidos de todos los países de la tierra, habían luchado hasta el final de sus energías para impedir el paso del fascismo.
Si la lista de muerte y destrucción estremecía a las personas una a una y a la sociedad en su conjunto, los tres mil republicanos arrebatados de los ojos y los brazos de la familia común antifascista, la hicieron sufrir, se vio inyectada de terror en medio del hambre, de la continencia de la palabra, de la absoluta miseria que atenazaba su garganta.
Tres mil asesinados más. ¿Dónde están sus nombres? ¿En qué lugar de nuestro recuerdo? ¿Quiénes los vieron vivos por última vez? Tres mil. Sus nombres están en sus familiares. El lugar de nuestro recuerdo es la memoria histórica de lo sucedido. Quienes les vieron vivos por última vez fueron sus asesinos. ¿Hitler? ¿Musolini? ¿Pinochet? ¿Varela?... No. Estos tres mil los mandaron fusilar Franco y sus seguidores. Tres mil obreros y trabajadores de toda condición: “Artículo primero de la República Española: España es una República de trabajadores de toda condición”.
Entre los miles de presos republicanos que abarrotaban las cárceles madrileñas y los conventos que hacían de cárceles, los fascistas los sacaron para asesinarlos como venganza por habérseles resistido como demócratas y republicanos. Sentenciados por tribunales militares formados por los golpistas, les arrancaron la vida. Sobre los nombres de los ideólogos y partícipes de tanto asesinato pesa la acusación de los Tribunales de Derechos Humanos, reconocidos por la ONU: cometieron Crímenes de Lexa Humanidad, declarados así para indicar que ante el Derecho Internacional, ante los Tribunales Internacionales, ante la legalidad a la que se atienen todas las naciones, estados, y, gobiernos, son crímenes que no prescriben. ¿Qué ética, qué moral, que principios cívicos, políticos, protege un gobierno que no se atiene a los derechos mínimos establecidos para el conjunto de los países?
Durante estos últimos años el trabajo llevado a cabo por familiares y amigos de los asesinados ha luchado para anular los juicios ilegales, para encontrar y abrir las fosas comunes, para denunciar las persecuciones y las confiscaciones por medio de las que se enriquecieron los fascistas; han eliminado y denunciado nombres fascistas de las calles, han lanzado iniciativas de búsqueda y recuperación histórica y familiar, han puesto en marcha recursos parlamentarios, han difundido los valores sociales, democráticos, de igualdad y justicia social de la República, y ahora piden, es de justicia que lo pidamos todos, la anulación de aquellas condenas ilegales e injustas. Asociaciones, organizaciones republicas, han hecho gestiones para levantar un monumento a los fusilados en el Cementerio de la Almudena de Madrid, buscan recuperar sus biografías y trabajan por la creación de un Centro de la Memoria Democrática en Madrid. Por lo pronto, van a celebrar un Homenaje a las Republicanas y Republicanos fusilados en Madrid, será el sábado 12 de Abril de 2008, a las 12 horas en el Cementerio de la Almudena. Avenida de las Trece Rosas. Puerta de O´Donell. Convocan: Familiares de las víctimas.
www.memoriaylibertad.org
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1 comentario:
¡Alli estaremos!
¡Salud, Memoria y Libertad!
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