Forum 176
Gerardo Peláez Ramos
Gerardo Peláez Ramos
El pleno del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, celebrado en marzo de 1948, acordó expulsar del seno del partido a Carlos Sánchez Cárdenas, Alexandro Martínez Camberos, Miguel Aroche Parra y Alberto Lumbreras. Culminaba así la lucha interna de 1947-1948, que tuvo como ejes la caracterización del gobierno de Miguel Alemán, la posición ante la formación del Partido Popular y la actitud frente a los grupos marxistas y los expulsados del PCM.
Efectuado en noviembre de 1947, el X Congreso Nacional del PC se desenvolvió bajo irregularidades en el terreno de la democracia: con un número inferior de delegados al que se estimaba que asistiría, manipulación de representantes, circulación del rumor de que existía un grupo fraccional e interrupción de oradores que mantenían discrepancias con la dirección. Dicha reunión resolvió que el gobierno de Alemán era representante de la burguesía progresista, y por ello sólo debían criticar los errores de él y apoyar sus medidas progresistas.
Comunistas del Distrito Federal se reunieron y señalaron su oposición a la definición anterior, a la vez que declararon formado el Movimiento de Reivindicación del PC, con un Comité Nacional, integrado, entre otros, por Sánchez Cárdenas y Lumbreras. La dirección de Dionisio Encina fue desconocida.
El MRPC inició una etapa de crecimiento. El 24 de junio, realizó, junto con Acción Socialista Unificada, un mitin en el que intervinieron Sánchez Cárdenas, Valentín Campa y Narciso Bassols. El 28 de julio, el Comité Estatal del PCM en Guerrero acordó desconocer a la dirección de Encina “por aplicar una política oportunista”. Posteriormente abandonaron al PC otras organizaciones de base e intermedias.
De cara a la ofensiva del Buró de Información de los Partidos Comunistas contra el PC de Yugoslavia, el MRPC adoptó una posición ortodoxa inmediatamente, y el 20 de julio, las dirigencias del MRPC y de ASU suscribieron una resolución conjunta de apoyo al Kominform y de condena a “la dirección” del PCY.
Las acciones conjuntas entre el MRPC y ASU aumentaron poco a poco. El 29 de septiembre se llevó a efecto un mitin de afirmación marxista, en el que hablaron Manuel Mesa, Lumbreras y Hernán Laborde. El 21 de enero de 1949 tuvo lugar un mitin de homenaje a Lenin, que presidieron Sánchez Cárdenas, Laborde y Miguel Ángel Velasco; intervinieron como oradores Consuelo Uranga, Velasco y Camberos. De esta manera, en pleno período de la guerra fría y ante la crisis del encinismo, se abría paso la unidad de los marxistas que no estaban en las filas del PCM.
La vida del MRPC y su alianza con ASU, se dieron cuando el gobierno alemanista concedía el derecho de amparo a los terratenientes, hacía práctica corriente la intromisión oficial en la vida interna de los sindicatos, daba amplias facilidades a los inversionistas extranjeros y, en general, favorecía con amplitud a los capitalistas, y cuando el imperialismo yanqui, a través de la guerra fría, impulsaba una política agresiva, con lo que se convirtió en el nuevo gendarme del mundo y en la principal amenaza para la paz.
La alianza MRPC-ASU, que seguía una orientación de crítica más decidida contra la política del alemanismo, significó una opción más acorde con la realidad, lo que le permitió fortalecerse, mientras la dirección del PCM se vio obligada a introducir cambios hacia la izquierda.
En mayo de 1949, la ASU y el MRPC hicieron un llamado a todas las organizaciones fieles a la causa del socialismo, particularmente al PCM, para realizar la unidad en la acción y para trabajar unidos en la tarea de construir, a la mayor brevedad y como resultado del común esfuerzo, el gran partido obrero revolucionario que tanta falta hacía al pueblo mexicano.
La respuesta del PCM fue violenta. Encina afirmó que contra los reivindicadores no cabían concesiones, sólo la lucha sin cuartel. El MRPC y ASU eran caracterizados como “pandilla de traidores”.
Como concreción del proceso unitario, del 23 al 28 de enero de 1950, se realizó el primer período de sesiones del Congreso de Unidad Marxista, que envió saludos a José Stalin, Mao Tsetung y Campa, quien permanecía preso desde fines de 1949.
La reunión llamó al PCM a participar en su próximo período de sesiones. La respuesta fue negativa. Así, del 18 al 28 de julio se realizó el segundo período de sesiones del citado congreso, del cual surgió el Partido Obrero-Campesino Mexicano, que en un llamamiento planteaba la necesidad de que se unificaran los comunistas de México en un solo organismo.
Con la fundación del POCM, la división orgánica del comunismo en México estaba consumada.
Después de la caída del encinismo en el PCM, Valentín Campa y otros militantes retornarían o se incorporarían por primera vez al Partido Comunista, mientras Sánchez Cárdenas y otros miembros del POCM pasarían a militar en el Partido Popular Socialista.
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