Mucho me ha dolido que Jaime Casillas nos haya dejado. Lo conocí hace más de treinta años. Era muy simpático, nos hacía reír mucho con su histrionismo, su creatividad, sus cuentos y sus carcajadas. Pero además y más importante, Jaime era una buena persona, era inteligente, sensible, culto y sencillo. Hay pocos como él y hacía mucha falta en este mundo.
Otra de sus cualidades que no se encuentra muy frecuentemente en el medio cinematográfico, y en general cuando se trata de mexicanos, es que no era envidioso. Era una artista que no tenía problemas con reconocer el talento de los demás, siempre se entusiasmaba con el trabajo de sus colegas, siempre tenía una frase amable y estimulante. Es también una lástima que no tengamos más películas de él... también para él era difícil levantar un proyecto a pesar de su trayectoria.
Como siempre nos ocurre cuando un amigo se va, siento gran pena por no haberlo disfrutado más, la última vez que lo ví fue hace como año y medio y siento tanto saber que no lo veré más...
Mucho lo vamos a extrañar quienes lo conocimos, fue un gran tipo y era reconfortante saber que entre nosotros había alguien como él. Pensar en él era sonreír de gusto, ahora con ese gusto se mezcla una profunda tristeza por no tenerlo más aquí con nosotros.
Adiós, amigo, siempre te llevaré en mi corazón.
Blanca Montoya
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