Luis Britto García
Las inmensas mayorías estudiantiles no deben dejar la iniciativa en manos de dirigencias de pasarela mediática ¿Si no se salva el joven, quién salvará al adulto?
1. Avanza diciembre. Aguinaldos, cohetones y campanas disimulan el chisporroteo del afilamiento de cuchillos para degollar inocentes. El rey Herodes sabe lo que hace: nadie más fácil de matar que un ingenuo. Hablándole de reconciliación, se lo puede convencer de que se suicide ¿Si no se salva a sí mismo, quién salvará al inocente?
2. Sucedió la matanza de los inocentes en diciembre, pero puede ocurrir en febrero. Los poderosos infiltran motosierras paramilitares a fin de segar la nueva fuerza de los movimientos sociales. Éstos deben fortalecerse, vigorizar sus estructuras y sus mecanismos de coordinación. No pueden limitarse a los moldes y estructuras institucionales. Deben dar la batalla contra el hampa, a la cual ahora se agrega el componente paramilitar: fronteras y barrios populares son escenarios de una invasión de sicarios que exige urgente respuesta. Si no se la desbarata, en la próxima crisis las masas populares quizá no podrán movilizarse.
Para vencerla, es indispensable la clausura de los centros de legitimación de capitales en garitos y casinos, así como el desarrollo de redes de inteligencia social y de estructuras combativas y solidarias. Que esto es posible lo demostró la Coordinadora Simón Bolívar. Que no haya vacío de poder que no llene el poder social. Los sindicatos deben evitar el verticalismo y reivindicar su condición de irreductibles defensores de los derechos sociales ¿Cómo nos salvará el pueblo, si no se salva a sí mismo?
3. Las Misiones son la más directa vinculación entre masas y aparato político. Urge revisar su funcionamiento, corregir sus fallas, controlar su inversión de fondos y crear un régimen laboral y de remuneración justo para sus participantes ¿Salvarán las Misiones al Estado, si el Estado no salva a las Misiones?
4. A marcha acelerada deben los aparatos políticos definirse ideológicamente, reconstituirse, refundarse desde las bases, trabajar con ellas, consultarlas y obedecerlas a la hora de postular políticas y candidatos. Los aparatos deben adaptarse en lo posible a las peculiaridades de los movimientos sociales y no intentar suplantarlos ni reestructurarlos de acuerdo con sus propias necesidades. Se debe hacer trabajo político para las bases antes que para las dirigencias. Quien se aleja del pueblo sin él se queda ¿Quién salvara a los partidos, si no los rescatan las masas?
5. El movimiento estudiantil popular fue desmovilizado por un Ciclo Medio y Diversificado de sólo tres años y una Educación Superior en semestres que dificultaron la integración de grupos y el sentido de pertenencia. El proyecto bolivariano promovió un crecimiento de la matrícula sin precedentes en Venezuela y posibilitó una potencial movilización juvenil irresistible. Reformas legislativas democráticas y sensatas deben volver al bachillerato de cinco años y desmontar el filtro contra estudiantes pobres de la selección por promedios y los postgrados incosteables. Las inmensas mayorías estudiantiles no deben dejar la iniciativa en manos de dirigencias de pasarela mediática ¿Si no se salva el joven, quién salvará al adulto?
6. Se perdió una reforma constitucional por culpa del desabastecimiento, la tergiversación mediática y la percepción de la falta de eficacia en el combate contra la inseguridad y la corrupción. Los administradores deben iniciar poderosas acciones para evitar que por los mismos motivos se pierda el poder. En pos de la prioridad nacional de la soberanía alimentaria debe el Estado habilitar sistemas productivos, redes de distribución, operativos de importación de emergencia y medidas ejemplares de retiro de licencias de industria y comercio para reos de acaparamiento.
En la lucha contra la inseguridad y la corrupción debe reemplazar consignas por enjuiciamientos y condenas. Contra la tergiversación mediática ha de aplicar las leyes, y sustituir organismos y funcionarios que no las apliquen. Los medios del proceso deben reestructurar organización, mensaje y contenidos. Se debe crear una Oficina de Quejas y Reclamos bajo el control directo del Presidente ¿Podrán salvarnos las autoridades, si no se salvan a sí mismas?
7. La ley es esperanza del inocente y arma del culpable. El proyecto bolivariano debe usar su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional para sancionar en lapso perentorio normas urgentes. Entre ellas: Ley Orgánica de Reforma del Estado, que lo reestructure en función de la eficacia. Ley Orgánica de Reforma de la Administración Descentralizada, que regule las relaciones del Estado con Institutos Autónomos, Corporaciones, Fundaciones, Empresas públicas, Empresas Mixtas y otros entes, y los coordine para el cumplimiento y control de las metas de la República y la defensa de los fondos, aportes y patrimonios a ellos confiados. Ley de las Misiones, que las institucionalice y proteja a su personal, regule sus relaciones con el Estado y paute la progresiva integración con él. Ley de Policía Nacional, que disuelva las milicias privadas de los reyezuelos parroquiales. Ley de Presupuesto y Control Fiscal, que paute la obligatoriedad de fijar metas para los gastos presupuestados; el deber de los administradores de cumplirlas y la responsabilidad civil, administrativa y penal para quienes las incumplan. Ley de inversiones extranjeras, que las controle y armonice con el interés nacional. Ley de Fronteras, atributiva de poderes para combatir la infiltración de capitales ilegítimos y grupos armados irregulares. Ley de Reforma del Código Orgánico Procesal Penal. Ley de Moral y Luces, contra la trata de personas, los casinos y garitos y el narcotráfico. Ley de devolución de prestaciones sociales. Iniciativa de Reforma Constitucional. Y Ley de aplicación de la Ley. Salvarse es salvarnos.
8. Esto no impedirá que llegue el Día de los Inocentes. Pero cuando amanezca, a lo mejor Herodes no encuentra cuchillo ni piedra de amolar.
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