Por Celia Hart
(III)
La tempestad ha concluido y estamos en la resaca de la marea. Es éste, el momento del recuento.
Si esperamos demasiado, la marea vuelve a su nivel y no sabremos dónde se esconden las medusas y dónde los caracoles. Hora precisa para salir con buen ánimo por la costa y hacer inventario.
Ya podemos dejar de interpretar, con modelos atrasados, la realidad de ese país y mirar, con ojos verdaderos y honestos, lo que el mar de la revolución quiere decirnos:
Yo conjuro, junto a mi camarada Gonzalo Gómez: "Los resultados del Referendo tienen que ver con múltiples factores y uno de ellos es el PSUV. Afortunadamente, si la derrota tiene alguna compensación es la profunda reflexión y discusión destacada en el partido y en el conjunto del movimiento revolucionario". (1) Eso es: la clave primera está en el PSUV, pero en las bases y no en sus cumbres ¡Por Dios! ¿Qué, los que se encaraman en los aeroplanos durante las tempestades nunca saben "nada"?, y si lo saben no lo dicen, y si lo dicen...es tan intrascendente, que más vale que no lo hayan dicho...
Pero como la dialéctica es implacable, todos proclaman paz navideña y tiempo para pensar. Sé que es molesto, pero no podemos esperar que se serene la mar y que se acomoden los ánimos ¡Créanle a una niña caza-medusas! Ellas, las medusas, renacen huyendo de la tempestad, para luego incorporarse a las aguas apacibles del verano, y los caracoles, cansados de tanta modorra, vuelven a esconderse bajo la arena.
Luego de este referendo y de levantar una copa rápida por el nacimiento del primer caza-medusas del mundo, que fue Jesús de Nazaret, y por entrar en el medio siglo de la linda revolución cubana ¡A la carga, y que el PSUV gane en días los años que no tiene para convertirse en un partido profundo, crítico y responsable! Puede llegar a convertirse en el Partido Socialista Unido...de la Gran Colombia....Ya hago fila para entrar como aspirante.
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