Pascual Serrano
Rebelión
Probablemente los choques violentos en la ciudad boliviana de Sucre, los muertos y las imágenes de policías les puedan retrotraer a muchas personas a periodos anteriores de represión y dictaduras en América Latina. Es importante percibir algunas diferencias.
Los opositores a Evo Morales se han escandalizado por el hecho de que los diputados de la Asamblea Constituyente estuviesen reunidos en un cuartel. El ex presidente derechista Jorge Quiroga habló de "una Constitución acuartelada”. Hasta hace poco, los militares latinoamericanos, y en especial los bolivianos, lo que hacían era disolver a los parlamentarios y tomar los parlamentos para instaurar regímenes militares. Sin embargo, lo que había en Sucre eran instalaciones militares “tomadas” por parlamentarios elegidos por los ciudadanos, y militares que les protegían de quienes querían disolverlos. Es un detalle a destacar.
En los anteriores tiempos los muertos eran manifestantes que caían bajo balas de policías y militares. Ahora hay un policía linchado, Jimmy Quispe, cuyo cuerpo sigue sin aparecer y de los tres civiles muertos, se va sabiendo que, por ejemplo, el abogado de 29 años, Gonzalo Durán, murió por un proyectil calibre 22 ó 25 que no es el arma que utilizan los policías ni los militares bolivianos. Las otras dos muertes se siguen investigando, pero se sabe que José Luis Cardozo, de 19 años, falleció por las lesiones que le ocasionó también una bala en la cabeza y Juan Carlos Cerrudo recibió un fuerte golpe de un proyectil en el tórax que le provocó la muerte por hemorragia interna. La policía boliviana tenía prohibido el uso de armas de fuego, muchos de ellos ni las portaban, y sólo utilizó agentes químicos y en algunos casos balines se goma. Es otra diferencia con respecto a los muertos de las movilizaciones contra las dictaduras.
También durante los regímenes militares, los presidentes aparecían en televisión justificando su represión y muerte. En cambio, Evo Morales lanzó un mensaje a la nación durante los disturbios que fue silenciado por todos los medios, y en especial las televisiones. En España sólo pude ver a Evo Morales a través de la Cubavisión mediante antena parabólica.
Se trata de diferencias importantes que nos deben hacer pensar que quienes hubiéramos estado luchando por la democracia contra los regímenes militares de América Latina no somos los que estos días nos habríamos sumado a las manifestaciones que pretendían boicotear la Asamblea parlamentaria de Sucre. En cambio, las televisiones parece que se mantienen en el mismo bando.
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