Rosa Rojas (Corresponsal)
Habitantes de Sucre enterraron ayer al universitario José Luis Cardozo, quien murió en los disturbios del fin de semana cuando grupos de estudiantes y de la Unión Juvenil Cruceñista buscaban impedir la sesión de la Asamblea Constituyente Foto: Ap
La Paz, 27 de noviembre. Con “violencia extrema”, grupos de choque de jóvenes armados con palos y trozos de cable, “controlados por el Comité Cívico de Pando y la prefectura” local, obligaron hoy a la población a acatar el primer día del paro de 48 horas decretado por el Consejo Nacional por la Democracia (Conalde), contra medidas del gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, la aprobación “en grande” el pasado fin de semana del proyecto de Constitución por parte de la Asamblea Constituyente y ante la “represión” en Sucre.
Además, al primer minuto del miércoles se sumarán al paro el resto de las regiones más ricas del país como son Santa Cruz, Tarija, Beni, Cochabamba y Chuquisaca, que junto con Pando se han convertido en la punta de lanza de la resistencia de la derecha contra las política nacionalista de Morales, de redistribución de tierras y en materia social, al tiempo que exigen un régimen autonómico que les permita manejar sus recursos.
Pero en Cochabamba, importantes sectores como los magisterios urbano y rural, universitarios y choferes sindicalizados, señalaron que no acatarán el paro porque las fuerzas que impulsan las protestas no representan al pueblo sino a “una derecha fascista”. Tampoco lo acatarán, según anunciaron, las federaciones de campesinos de Santa Cruz y de Tarija.
El prefecto del departamento de La Paz, José Luis Paredes, fue otro de los que rechazó el paro de la media luna “porque buscan el enfrentamiento para entorpecer el cambio por el que luchó el pueblo en octubre de 2003”, que llevó a la postre a la caída del poder de las fuerzas que empujaban las políticas neoliberales.
El líder del derechista partido Poder Democrático y Social (Podemos), el ex presidente Jorge Quiroga, llamó a la Iglesia católica a mediar en la antesala del paro que vienen impulsando en seis de los nueve departamentos del país. Dijo haber enviado una carta al cardenal Julio Terrazas para “salvar la democracia boliviana que está siendo duramente golpeada en los últimos días”.
En tanto, esta tarde se efectuó en Sucre el sepelio del universitario José Luis Cardozo, de 20 años, la tercera víctima de los disturbios del fin de semana, cuando grupos de estudiantes y de la Unión Juvenil Cruceñista buscaban impedir la sesión de la Asamblea Constituyente. El estudiante recibió un impacto de bala en la cabeza.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, informó que el Ejecutivo autorizó el retorno de la Policía Nacional a Sucre, luego que sus efectivos que custodiaban la ciudad se retiraron el domingo a Potosí “por falta de garantías” para realizar su trabajo. Una veintena de locales de esa institución fueron asaltadas por una turba, saqueados e incendiados, lo mismo que 20 vehículos policiales.
Rada mencionó que diferentes instituciones sucrenses solicitaron por escrito el retorno de la policía, y subrayó que en lo sucesivo “no deben producirse más ataques a recintos policiales, y que se ha de controlar a aquellos grupos de violentos que el fin de semana asolaron esa ciudad”.
En otro orden, en la plaza Murillo, miles de indígenas y campesinos realizan una vigilia exigiendo la aprobación de la pensión de vejez pagada con 30 por ciento del impuesto al gas de las prefecturas, entre otras leyes, pero los legisladores opositores de Podemos afirmaron que no hay garantías para apersonarse en la sesión.
El dirigente de los campesinos, Isaac Avalos, subrayó que “la vigilia es pacífica” y que de ninguna manera se está impidiendo el paso de los legisladores opositores, “si lo que queremos es que trabajen”.
Por su parte, trabajadores de diversos medios de comunicación protestaron por las agresiones que han sufrido por parte de manifestantes y por el asedio de turbas de civiles a canales privados de televisión y diarios, al grito “prensa al servicio de la oligarquía”.
El vocero presidencial, Alex Contreras, manifestó la “indignación y condena” del Ejecutivo a esos hechos, dijo que se otorgan todas las garantías para el trabajo de la prensa y pidió a los medios de comunicación y periodistas “hacer una autoevaluación y autocrítica del trabajo que están realizando”.
A todo esto, un grupo de hombres armados atacó dos bancos privados y un canal de televisión la madrugada de este martes en la ciudad de Sucre.
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