Por María Teresa Jardí
Más allá de que la marcha atrás en la Ley Televisa tampoco iba a servir, saltaba a la vista, para que, por fin, se hiciera una reforma para controlar al duopolio productor de Telebasura, como es evidente que sucedería si se dieran las concesiones de otra manera y si la ley reglamentara la posibilidad de otorgar muchas otras concesiones incluso por respeto a los mexicanos dado que en el mundo se sabe que cuando la oferta es mayor más posibilidades existen de que el televidente pueda elegir no ver la basura que aquí, con impunidad absoluta, producen Televisa y Tv Azteca.
Los legisladores, a modo del sistema, no tenemos de otros, bien comprados todos se convierten en más de lo mismo, ya cedieron ante el chantaje de las televisoras y eliminaron de la reforma al Cofipe la sanción de suspender transmisiones de radio y TV, con el pobre argumento de que lo hicieron para no afectar al público --tarado y lumpen, así nos consideran a los ciudadanos los legisladores mexicanos que sólo se representan a sí mismos en términos de sus propios personales y bastardos intereses-- en nombre del pueblo aceptan el chantaje, que les engrosará el bolsillo, evidentemente, porque "se podría quedar sin ver el fútbol o las telenovelas".
Modificaron, pues, la sanción, que iba a ser y que ya no fue, consistente en sacar del aire, desde una hora hasta un máximo de diez días, nada más tampoco se vayan a creer, al medio que aceptara propaganda denigrante para los candidatos e incluso para los partidos, en los que se supone que militan esos impresentables señores, aceptan darles "permiso", que no necesitan, habrían hecho igual lo que les viniera en gana, así se funciona en los países que nada tienen de democracia, le dan "permiso", qué tiernos, a las televisoras para hacer de nuevo otra campaña para generar el miedo para imponer a un usurpador en la silla, que de todas maneras ganó el mentirosamente calumniado.
Se arrugaron porque son delincuentes también y como en manos de delincuentes lo único que funciona bien son los actos delincuenciales, el hecho evidencia que no tenemos ni instituciones ni poderes ni partidos para enfrentar nada de nada.
Somos un pueblo a la deriva que sobrevive, porque su grandeza es mucha, que intuye que la violencia sólo va a servir para que lo repriman y así y todo está llegando al hartazgo que se da cuando ya no hay nada que perder, porque todo está perdido.
El problema, que no quieren entender ni siquiera los académicos investigadores que no lo son a modo del sistema, está en la necesidad de la refundación de todas las instituciones de la República. Lo demás son paliativos que incluso pueden causarnos regocijo, como el saber que le llueven a la universidad gringa cartas en contra de que Ugalde sea nombrado profesor de Harvard. Pero seguimos empantanados en medio de una nada que, aunque también poética a veces es siniestra.
"AFIS de día, de noche Zetas", no me digan que no es poético el título de la grave denuncia consignada por nuestro diario hace unos días. Pero el señalamiento, que ya a nadie asombra, tiene un fondo profundo que en cualquier lugar del mundo a todos los habitantes horrorizaría.
Los que se fingen policías de día, con todo el poder del mundo para afectar impunemente a las personas, son narcotraficantes de noche desahogando así su verdadera vocación incluso de homicidas.
Y otro dato de lo mal que se están analizando las cosas y regreso de nuevo a mis amigos investigadores no a modo del sistema, pero de alguna manera sometidos al mismo, aunque no lo hagan por dinero como los otros y aunque se sientan tan desolados como se siente el pueblo mexicano, "a la reserva, por diez años, decretada por el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI)", otra institución a modo del sistema, es decir, sin el debido andamiaje ético necesario para que las instituciones cumplan con el cometido de ser la estructura blindada de una nación que aspire a ser algo más que la narco bananera república en que México hoy se encuentra
convertido, "a la reserva ha sido enviado el Informe sobre la situación del narcotráfico en México, 2007, elaborado por el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la Procuraduría General de la
República (PGR), en el primer semestre de este año". Y la razón es que: "En el informe de 18 cuartillas, dividido en tres apartados principales, según constató el IFAI, se involucra a servidores públicos de los tres niveles de gobierno y a ciudadanos en calidad de testigos o denunciantes, por lo cual la `difusión constituiría un riesgo real para todos los que participan directa e indirectamenteï en la conformación de ese documento de "inteligencia".
Es decir, para proteger a los emisarios, convenientemente, se entierra el fondo que de conocerse espeluznaría al mundo. En manos de narcotraficantes se encuentran las decisiones políticas.
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