miércoles, noviembre 28, 2007

La gente “está harta de la vida tribal” del PRD, plantea Encinas a simpatizantes

De los próximos comicios internos dependerá el perfil futuro de la izquierda, dice

Alma E. Muñoz

Con el propósito de recaudar fondos para su campaña por la presidencia nacional del PRD, Alejandro Encinas organizó el pasado lunes una cena en un restaurante de Polanco, cuyo costo por cubierto fue de 2 mil pesos.

Al convite acudieron los secretarios del “gobierno legítimo” Bernardo Bátiz, Raquel Sosa, Assa Cristina Laurel y Martha Pérez Bejarano. Del equipo de Gobierno del Distrito Federal, Armando Quintero –secretario de Transporte y Vialidad–; la contralora Beatriz Castelán y Rosa Icela Rodríguez, coordinadora ejecutiva de la secretaría técnica del gabinete de seguridad pública.

También entre los presentes estuvo el científico René Drucker, quien compartió la mesa principal con Encinas, Quintero, el presidente del PRD capitalino, Ricardo Ruiz, y Bernardo Bátiz, entre otros.

En punto de las 20:30 horas Encinas arribó al restaurante Los Girasoles, ubicado en el número 275 de Presidente Mazaryk. Al dar la bienvenida a los comensales, una hora después, aseguró que tras varios años de estar alejado del PRD, por ocupar un cargo en el gobierno capitalino, creyó que iba a ser difícil regresar para competir.

“Decíamos: es como ir a jugar un partido de futbol como visitantes, donde nuestros adversarios (en alusión a Nueva Izquierda) son los dueños del estadio, los dueños de la cancha, los dueños del balón, le pagan al árbitro, tienen la nómina más cara y nos quieren comprar a nuestros jugadores, pero nosotros tenemos al público y a la afición”.

Y la verdad, abundó, “es que no. Nos damos cuenta de que no tienen toda la cancha ni todos los jugadores”. Pese a que aún no empieza la campaña, admitió Encinas, “sentimos que la cosa va muy bien”. Se está sumando, sostuvo, mucha gente que “había sido agraviada, excluida de la vida partidaria. Y cuando digo mucha gente hablo de varias decenas de miles que se han afiliado solamente para acompañarnos en la renovación de la vida del partido”.

Por ejemplo, citó, “en Guanajuato hemos registrado a 8 mil y 12 mil más en Tamaulipas, y el 18 de noviembre en el Zócalo (durante la tercera asamblea de la Convención Nacional Democrática) afiliamos a miles más.

“No obstante –indicó–, sabemos que debemos organizarnos bien, porque la contienda será difícil y vamos a tener que actuar con mucha disciplina y mucha organización.”

El ex jefe de Gobierno capitalino cuestionó en su breve discurso que el PRD pierda “mucho esfuerzo y tiempo en la vida doméstica, en los asuntos internos, y dilapidemos mucho capital político”. Asimismo, criticó el “abismo tan grande que hay entre la dirección del partido y la base”.

La gente, indicó, está “harta de la vida tribal, de los grupos de presión” y de las corrientes que “se han enquistado” en el “aparato” del sol azteca. Pidió a los comensales –unos 120, que le permitieron allegarse por lo menos 240 mil pesos para su campaña– acompañarlo en su proyecto, “porque estoy convencido de que si rescatamos al PRD vamos a rescatar a México y a un proyecto democrático, plural, integrador, donde esté como bandera la lucha contra la injusticia, la desigualdad y contra cualquier intento de exclusión.

“Porque lo que está en juego no es solamente la dirección general de este partido, sino la definición del perfil de la izquierda que queremos para nuestro país, y ésa será la línea que seguiremos en la campaña, porque queremos una izquierda firme, democrática, plural, tolerante y positiva, con vocación de mayoría, de gobierno, de poder, de democratizar el poder público, y eso requiere un cambio cultural.”

Entre los asistentes a la cena –en la cual se sirvieron fideos secos, pechuga de pollo rellena bañada en salsa de flor de calabaza y huitlacoche, y como postre flan– también estaba Óscar Guerra Ford, comisionado presidente del InfoDF; ex colaboradores de Encinas cuando era jefe de Gobierno capitalino, como Alfonso Utrilla, Aarón Mastache y Ana Lidia Cepeda, ex directora general del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México; Alejandro Rojas Díaz-Durán; el diputado federal Alejandro Sánchez Camacho, y los jefes delegacionales de Tláhuac, Gilberto Ensástiga, y de Cuauhtémoc, José Luis Muñoz Soria.

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