Armas: Un negocio suculento y discreto
Berlín, 2 de junio (apro).- Los gastos en armamento alcanzaron en 2006 un nuevo récord a nivel mundial. La cifra destinada a tal fin --un billón 179 mil millones de dólares-- desborda los límites de la comprensión. Los gastos militares globales tuvieron, entre 2001 y 2006, un aumento real del 30%. La tendencia actual se mantiene en ascenso. Alemania es, después de Estados Unidos y Rusia, el tercer exportador mundial de armas. Estas son las conclusiones principales del reporte anual 2007-2008 del Centro Internacional de Conversión en Bonn, (BICC, por sus siglas en inglés), presentado en esa ciudad alemana el 15 de abril pasado.Estados Unidos se mantiene como el mayor productor mundial de armas. En 2006, de acuerdo con el estudio, éste país destinó 542 mil millones de dólares a la producción de armamento. Esta cifra representa casi la mitad del gasto destinado a dicho sector en todo el mundo. El estudio consigna que el continuo aumento del presupuesto militar estadunidense, a partir del 11 de septiembre de 2001, es responsable de una parte considerable del crecimiento total de los gastos de defensa a nivel mundial. A Estados Unidos le siguen de lejos --con cifras calculadas en miles de millones de dólares--, Gran Bretaña (59), Francia (53), China (50) y Japón (44). En Alemania, los gastos militares comenzaron nuevamente a crecer en 2006, pasando de 43 mil millones de dólares a casi 44 mil millones de dólares en 2007. El estudio del BICC estima que, en 2010, Alemania romperá la barrera de los 30 mil millones de euros (unos 46 mil millones de dólares). De este modo, Alemania podría desplazar a Japón del quinto puesto como productor mundial de armas. Esta realidad contrasta con el rol que Alemania gusta jugar internacionalmente en favor del diálogo y la paz.El estudio consigna la vigencia del desequilibrio entre lo que los países ricos destinan a gastos militares y a la ayuda para el desarrollo. En 2006, los 30 Estados miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, según sus cifras en inglés) destinaron 891 mil millones de dólares para gastos militares y 104 mil millones --nueve veces menos-- en ayuda para el desarrollo. "Las prioridades no se establecen correctamente", dice a Apro Marc von Boemcken, uno de los autores del estudio. "Muchos conflictos, que más tarde adoptan la vía armada, bien podrían ser resueltos a través del fortalecimiento del desarrollo regional", puntualiza. Aparte de Estados Unidos, la tendencia global al rearme se evidencia claramente en países emergentes que viven un rápido crecimiento económico, como China, India, Indonesia, Pakistán y Rusia. Los presupuestos militares en Latinoamérica y el Caribe aumentaron en promedio un 10% entre 2001 y 2006. El gasto militar total en la región fue de 35 mil millones de dólares en 2006. Mientras que los gastos de defensa crecieron considerablemente en Colombia y Chile, y sufrieron recortes en Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Uruguay. De acuerdo con datos de otro informe, publicado en marzo de 2008 por el Instituto de Investigación para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo, entre 2003 y 2007 Chile fue el primer exportador de armas en América Latina, y 12 en el mundo, mientras que Venezuela ocupó el segundo y 24 lugar, respectivamente. El BICC se ocupa de investigar alternativas de reconversión de gastos militares en proyectos civiles. Analiza el desarrollo de las fuerzas armadas y de seguridad en todo el mundo y sondea las posibilidad de resolución de conflictos por una vía pacífica. Su informe anual 2007-2008 alerta sobre el peligro que los excesivos gastos militares causan en las regiones del planeta menos desarrolladas. Algunos países asiáticos y africanos destinan mayores recursos a armamento que al área de salud.
Armas alemanas
El informe del BICC alerta acerca del notorio crecimiento de las exportaciones de armas alemanas, que pasaron de 6 mil 200 millones de euros en 2005 a 7 mil 700 millones de euros en 2006. Los envíos consignan más de 200 tanques Leopard I y Leopard II, 99 transportes de tropas acorazados del tipo M113, gran cantidad de morteros y obuses, cohetes tierra-aire, un submarino de la clase 2009, y gran cantidad de armas pequeñas.Los permisos que el gobierno federal otorga a los pedidos de exportación de armas y componentes se dividen en individuales (por país) y colectivos. Estos últimos --que pasaron de 2 mil millones en 2005 a 3 mil quinientos millones de euros en 2006-- se dirigen a países de la Unión Europea o de la OTAN. Se supone que muchas de estas partidas terminan en países del Tercer Mundo. El gobierno federal no informa sobre su destino final. Las exportaciones individuales de armas alemanas a países en desarrollo ascendieron en 2006 a 933 millones de euros. Entre los compradores se encuentra Turquía, en conflicto con el separatismo kurdo, y países cuestionados por su política de derechos humanos, como Arabia Saudita, Pakistán, Malasia y Colombia. Marc von Boemcken critica la reciente aprobación de venta de tres submarinos de tipo 212 y 214 a Pakistán, que podrían ser adaptados para llevar armas nucleares: "De este modo se alimenta el riesgo de conflicto entre Pakistán e India y se desestabiliza la región", sostiene. "A los Emiratos Árabes Unidos se le han vendido vehículos acorazados que también pueden ser usados para disolver manifestaciones", dice el experto del BICC. Cita también el caso del planeado envío de tanques Leopard II a Chile: "Esto produciría un desequilibrio regional, teniendo en cuenta la tensión que ha provocado el conflicto de límites marinos entre Chile y Perú", agrega.Según consta en un informe del gobierno alemán, para la exportación de armamento en 2006, en lo que respecta a pedidos individuales para armas de guerra, Chile recibió armamento por 66.2 millones de euros, México por 1.9 millones, Brasil por 627 mil y Argentina por 86 mil de la misma moneda. Durante 2006, el gobierno alemán rechazó 89 pedidos de venta por un total de 10.3 millones de euros. Una cifra mínima dentro del volumen total del negocio.
Ventas a México
El Código de Comportamiento de la Unión Europea (UE) para la exportación de armamento excluye expresamente los envíos a países en los que hay conflictos internos o donde se violan los derechos humanos. En la práctica, sin embargo, éste Código se tiene poco en cuenta. La Conferencia Común Iglesia y Desarrollo (GKKE, por sus siglas en alemán), que reúne a especialistas de las iglesias Católica y Evangélica, presenta cada año un informe completo sobre la producción y venta de armas alemanas. Según consta en su informe para 2006, el gobierno alemán aprobó permisos de exportación a 44 países en los que se violan los derechos humanos y a otros 19 países que atraviesan por conflictos internos. "El hecho de que el gobierno deje de la lado esa regulación muestra que persigue una política expansiva", sostiene Bernhard Moltmann, autor de ese informe.En lo que respecta a la exportación de armas pequeñas para uso militar, el gobierno alemán sigue un principio por el cual el país comprador debe comprometerse a destruir las armas que reemplaza y abstenerse de su venta a terceros países. El informe de la GKKE sostiene que no pudo constatarse que algo así haya sucedido en el caso de la citada venta de este tipo de armas destinada a México, por un monto de 1.9 millones de euros. La producción de armas pequeñas que las empresas alemanas hacen en terceros países escapa a la estadística de las ventas aprobadas por el gobierno federal. El informe del gobierno alemán para la exportación de armamento en 2006 consigna dos envíos de 110 mil 755 componentes de armas militares y de 405 componentes para ametralladoras hacia México. Tampoco en este caso el gobierno alemán ha brindado información sobre el destino de las armas producidas con dichos componentes.La coalición de gobierno entre conservadores y socialdemócratas se había comprometido a restringir la aprobación de ventas. Los hechos difieren de las palabras. Sobre los envíos importantes no decide el gabinete de ministros, sino una pequeña comisión llamada Consejo de Seguridad Federal. El Parlamento federal recibe –hasta 18 meses más tarde– el informe de los negocios concretados. Su posibilidad de influir en las ventas es ínfima. Pero eso tampoco parece incomodar a nadie. Los informes oficiales de exportación de armas de los años 2004, 2005 y 2006 ni siquiera fueron debatidos en pleno por los diputados. La clase política alemana no parece hacer gran cosa para desalentar este negocio suculento.“Tanto en el Parlamento como en la opinión pública alemana hay un gran desinterés frente a las exportaciones de armas convencionales”, opina el experto Marc von Boemcken. "Los diputados no se interesan por la política de exportación de armas. También influye el hecho de que los informes se publican mucho después de haberse realizado las ventas. Nosotros intentamos sensibilizar a la opinión pública y al Parlamento".
Futuro incierto
Lejos de lo que suponían los expertos al desplomarse el bloque soviético, los gastos militares, lejos de descender, han crecido desde entonces. “Estamos viviendo una nueva versión de la política de la guerra fría sin guerra fría. En otras palabras: una paz fría", señala Hans Blix en uno de los prefacios del estudio. Blix es director de la Comisión Internacional de Armas de Destrucción Masiva y miembro del consejo internacional del BICC. A su juicio, mientras los acuerdos de desarme están paralizados, hay incluso tendencias que indican un resurgimiento de la carrera armamentista. Blix explica: Estados Unidos desarrolla una nueva arma atómica e invierte millones en su sistema de escudo de protección contra misiles. Con la puesta en órbita de un nuevo satélite climático, China ha dado pruebas de su capacidad para llevar adelante acciones militares en el espacio. Rusia ha vuelto a usar aviones con armas atómicas para vuelos de rutina de largo alcance. Gran Bretaña ha dejado abierta la posibilidad de continuar su programa de construcción de submarinos nucleares. Corea del Norte ha probado con cierto éxito su bomba atómica. Irán continúa trabajando en su plan de enriquecimiento de uranio, que en el futuro podría servirle para usos militares, lo que desestabilizaría aún más la región.Ante semejante cuadro, Blix mantiene el optimismo: “Se han comprobado algunos procesos preocupantes, pero en suma considero que las previsiones para la paz y el desarme son buenas”, señala en el estudio. “No necesitamos ningún mapa de ruta nuevo. Los planes para avanzar están ya sobre la mesa”.
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