Estado de los Estados
Por Lilia Arellano
A pesar de las evidencias, FeCal, necio, se aferra a su estrategia contra el crimen totalmente fallida.... (Cuartoscuro)
Narcotráfico domina al país con total impunidad
Deserción de militares fortalece a sicarios
Red de complicidad con autoridades de EU
Mexicanos por consulta para reforma petrolera
“El consejo dado a un necio es como perlas arrojadas al muladar”.
Esopo
A pesar de las evidencias, de los hechos, de la cifras, de las estadísticas, del inconmensurable baño de sangre que tiñe de rojo todo el territorio nacional, Felipe Calderón insiste, necea, se aferra a una estrategia totalmente fallida y a tácticas que no sólo no dan resultado, sino que agravan la situación de la seguridad pública y la seguridad nacional. Las pérdidas de vidas humanas en el país en esta guerra civil no declarada tan sólo en este mes fueron alrededor de 500 cuando en Irak sólo 20 soldados estadounidenses fueron abatidos en el mismo periodo. El total de ejecuciones en lo que va de esta administración son ya más, mucho más que los cuatro mil 86 soldados que ha perdido el ejército estadounidense en ese país en los últimos cinco años. Sin embargo, el michoacano se mantiene en su necia posición y sus “generales” cantan ante todos los micrófonos que les acercan “vamos ganando”.
Este domingo, en Isla Mujeres, Quintana Roo, en las instalaciones de la V Región Naval, el inquilino de Los Pinos declaró que “la lucha por recuperar los espacios que México había perdido –particularmente en el gobierno del panista Vicente Fox- implica necesariamente registrar periodos de confrontación violenta, pero esa es la estrategia y es la estrategia correcta”.
El michoacano reconoció que el gobierno enfrenta bandas organizadas no sólo en el país sino a nivel internacional, y que la policía mexicana siendo superior en número está totalmente fragmentada y dispersa en miles de alcaldías y en las policías estatales. Sin embargo, Raúl Santos Villanueva, subsecretario de Marina, rechazó que el narcotráfico haya rebasado la capacidad de respuesta del Estado.
Pero la realidad, necia, desmiente el discurso oficial y refuta un día si y otro también, las declaraciones de Juan Camilo Mouriño, titular todavía de la Secretaría de Gobernación; de Guillermo Galván, secretario de la Defensa; de Mariano Saynez, titular de Marina; y ni qué decir de las declaraciones del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna; o las del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, quienes este fin de semana estuvieron paseando por tierras quintanarroenses.
El narcotráfico ya está presente en todo el territorio nacional, dominado, si dominado, por tres organizaciones criminales: la “Federación”, que es la alianza de los cárteles de Sinaloa y Juárez- y los del Golfo y de Tijuana, que obtienen ganancias de 300 mil millones de pesos anuales, según cálculos oficiales. Su poder se resiente dramáticamente en los estados de Baja California, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas, pero también en Nuevo León, Coahuila, Durango, Aguascalientes, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Hidalgo, Tabasco, Aguascalientes y, sobre todo, en el Distrito Federal. Y no sólo eso, sino que ha extendido sus tentáculos a los Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
El narco domina el país
El narcotráfico está presente en las 32 entidades de la República, en una gran parte de los dos mil 45 municipios del país, en donde se ubican los “clientes” domésticos, calculados por el Consejo Nacional contra las Adicciones en más de un millón de adictos y 2.5 millones de consumidores eventuales. Según la Procuraduría General de la República, hay en todo el país más de 35 mil puntos de venta al menudeo en donde se ofrecen y expenden alrededor de tres mil millones de dosis de diferentes drogas. Por la desarticulación de las policías, hecho reconocido por el propio don Felipe, la mayoría de narcotraficantes opera en total impunidad, y cuando llegan a ser capturados la mayoría no llega a pisar la prisión. La razón es simple, las autoridades judiciales reconocen que no pueden hacer frente a este ilícito por falta de presupuesto, infraestructura y capacidad suficiente, por lo que tan sólo el dos por ciento de los delitos contra la salud se llega castigar.
En el interior, los ministerios públicos y las corporaciones policiacas operan en condiciones realmente desventajosas sin capacitación, sin recursos y sin salarios decorosos, lo que los hace presa fácil de los cárteles de la droga, que les ofrecen jugosas recompensas en efectivo para que trabajen a su favor. Así, el cambiar de bando o trabajar infiltrado en las corporaciones policiacas es cosa de todos los días. Este cáncer inclusive alcanza a las fuerzas militares y hasta a los encargados de combatir estos delitos en otros países, incluyendo Estados Unidos.
En el Ejército mexicano la deserción alcanza cifras espeluznante: más de 100 mil soldados desde el año 2000 a la fecha, casi 20 mil en promedio anual, es decir, más de la mitad de los 190 mil efectivos, que han tenido que ser sustituidos. Muchos son muy difíciles de reemplazar como los integrantes del cuerpo de élite del denominado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes), algunos de los cuales han sido reclutados por los cárteles de la droga y se han sumado a sus grupos de sicarios, como los tristemente célebres “Zetas”, que están al servicio del cártel del Golfo.
La adhesión de ex militares ha hecho sumamente poderosas las filas de los narcotraficantes, por lo que ha podido desafiar abiertamente al Ejército, la Armada y la Policía Federal. Su capacidad y movilidad es envidiable como espantosa es su crueldad y falta de principios, como la exhibida por los “Zetas”, quienes, según confesiones de algunos de sus miembros capturados, “matan, levantan y desaparecen a la gente”, sin el menor problema, tanto en los Estados Unidos, como en todo el territorio nacional. Estos ex militares utilizan armamento similar al que usan los equipos especiales de las policías estadounidenses conocidas como SWAT, incluyendo ametralladoras y rifles con tecnología infrarroja.
Muchos de estos ex militares al servicio de los capos del narcotráfico fueron adiestrados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos: entre 2000 y 2006 se adiestraron en ese país dos mil 500 militares mexicanos, además de 300 “agentes especiales de investigación” fueron entrenados por la DEA en ese mismo periodo.
Sobornos en EU
Los narcos mexicanos cuentan por supuesto con la complicidad de agentes estadounidenses en territorio de ese país. Aunque han tratado de minimizarlo, el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos reconoció que investiga actualmente a 200 agentes de migración y aduanas que trabajan en la frontera por su presunta participación en el tráfico de personas, drogas y armas, y que ayudan a los narcos y a los “polleros” a pasar vehículos llenos de inmigrantes ilegales, drogas u otro tipo de contrabando; cuentan con la complicidad de agentes de la Patrulla Fronteriza que les abren camino, a cambio de sobornos que van de entre 70 y 120 mil dólares, como fue el caso del agente fronterizo Michael Gilliland, quien estaba asignado al cruce Mesa de Otay, al este de San Diego, y quien fue condenado el año pasado a cinco años de prisión por permitir que ingresaran a Estados Unidos vehículos con cientos de indocumentados.
Los contrabandistas y narcos mexicanos han incrementado sus “afiliaciones” de empleados federales estadounidenses como el caso de Margarita Crispín, agente aduanal de El Paso, Texas, que entre 2003 y 2007 ayudó a narcos a introducir mercancía a Estados Unidos. Crispín fue juzgada y encontrada culpable por lo que fue sentenciada a 20 años de prisión y multada con cinco millones de dólares. Estos son sólo dos ejemplos de los cientos que sin duda hay.
La corrupción en los cuerpos de vigilancia estadounidense se ha incrementado en forma alarmante al grado de que el año pasado la Agencia de Protección Fronteriza y Aduanas reestructuró una unidad de asuntos internos para investigar los cada vez más frecuentes casos de corrupción. Y la razón es simple: dinero, mucho dinero, más de 23 mil millones de dólares anuales son las ganancias de los cárteles de la droga mexicanos por sus negocios con los distribuidores estadounidenses, cifra superior a las reportadas por empresas como Merkc o Halliburton, pero el negocio es aún más grande pues en los Estados Unidos el valor de las ventas de drogas se estima en 100 mil millones de dólares y a nivel mundial la cifra rebasa los 500 mil millones de dólares. Con la complicidad de autoridades de Estados Unidos, el narco mexicano ha invadido todas las regiones de ese país con un flujo cada vez mayor de drogas, que demandan insaciablemente 35 millones de adictos estadounidenses, que son atendidos por una eficiente red de distribuidores que operan con la complicidad de autoridades de ese país.
Un informe elaborado el año pasado por la Oficina de Contabilidad Gubernamental (GAO), agencia de investigaciones del Congreso de EU, precisa que de 2000 a 2007 se introdujeron cada año 275 toneladas de cocaína a Estados Unidos, pero sólo se confiscaron 36, es decir que 239 toneladas de droga llegaron puntualmente y sin problemas a los millones de adictos estadounidenses. En cuanto a heroína y marihuana fue, en promedio de 19 y 9 mil 400 toneladas, respectivamente, mientras que las incautaciones reportadas fueron de una y 2 mil 900 toneladas, también respectivamente.
De los pasillos
Una encuesta realizada a nivel nacional por Gea-Isa revela que más del 78 por ciento de los ciudadanos mexicanos están a favor de que se realice una consulta directa sobre la reforma energética, mientras que el 34 por ciento esta de acuerdo en que los legisladores sean los que decidan el futuro de la industria petrolera. Más de la mitad de la población mexicana, el 56 por ciento, considera que de aprobarse las reformas de PEMEX se estaría privatizando. A pesar de todo, tanto el PAN como el PRI en la Cámara de Diputados rechazan la propuesta de consulta ciudadana que puso en el tapete de la discusión el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y que impulsa el PRD en todo el país, con Andrés Manuel López Obr
Los excedentes petroleros se los gastó Felipe Calderón en “gasto corriente”. Un reporte de Finanzas Públicas dado a conocer por la Secretaría de Hacienda, informa que de enero a abril los ingresos petroleros crecieron en 31 mil 636 millones de pesos con respecto al mismo periodo del año pasado, y alcanzaron el monto de 306 mil 806 millones de pesos. En ese mismo lapso, el gasto corriente aumentó 49 mil 256 millones de pesos y se colocó en 507 mil 199 millones, por lo que los ingresos adicionales provenientes del crudo no fueron suficientes para cubrir ese dispendio.
El ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, exigió al gobierno federal que transparente lo recaudado hasta el momento por excedentes petroleros. El Tabasqueño acusó que desde el tercer año del gobierno de Vicente Fox han sido escondidos esos recursos. Durante una gira por el Estado de México, dijo que nunca como ahora se vende el petróleo a precios tan altos y destacó el hecho de que extraer un barril le cuesta a México 4 dólares, mientras que se vende en más de 100. “Diariamente se extraen 300 mil y se exportan un millón y medio al día, pero de manera cínica y descarada Calderón y Carstens dicen que no hay recursos”.
El secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, le confirmó a la Confederación Nacional Campesinas (CNC) que los cuatro mil 500 millones de pesos anunciados para el Programa Oportunidades saldrán del presupuesto aprobado al campo para 2008, por lo que los dirigentes agrarios acusaron a Felipe Calderón de mentir otra vez, ahora con el Plan Federal Alimentario. El dirigente cenecista Cruz López Aguilar precisó que los recortes al presupuesto se darán en los programas Comercialización y Procampo, de la Sagarpa; Caminos Rurales, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; y el Programa de la Mujer en el Sector Agrario, de la Secretaría de la Reforma Agraria. Organismos civiles llamaron al Senado de la República a evaluar la actuación del ombudsman José Luis Soberanes, considerar la posibilidad de someterlo a juicio político y removerlo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Estos organismos como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro e Incide Social, entre otros, manifestaron su preocupación por la salida del representante en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amerigo Icalcaterra, y calificaron como vergonzosa la actuación de Soberanes, quien acusó a Incalcaterra de incumplir su mandato y pidió a la Alta Comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Louise Arbour, su remoción.
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