lunes, junio 02, 2008

Tribunal Constitucional: Televisa y TV-Azteca

Álvaro Cepeda Neri

Conjeturas

Dados los vicios de parcialidad y su tradicional sometimiento al “señor presidente” en turno (más con Fox y Calderón, dado el conservadurismo de la mayoría de sus integrantes) el haberle dado facultades de control constitucional a la Suprema Corte, cuando arbitrariamente Zedillo la descabezó y dejó a la Nación sin ese órgano judicial por más de dos meses, ha generado que la cúpula del Poder Judicial Federal esté abusando de su poder y, en lugar de arbitrar para impartir justicia, esté constantemente favoreciendo a los recomendados, a los poderosos y a los intereses creados, repartiendo injusticias a los que no tienen dinero ni compadrazgos.

Como si fuera un reflejo del mural de Orozco, en una de las paredes del edificio que alberga a los once ministros y su corte burocrática, donde el genio visionario del muralista plasmó la degeneración de los jueces, quienes ahora presumen de una biblioteca con un millón de libros (¡y solamente con uno: La Constitución, tendrían para cumplirla y hacerla cumplir!) y tienen una campaña publicitaria (además de su inútil canal de televisión) donde muestran una Suprema Corte inexistente, los ministros son, unos más y otros menos, intérpretes antirrepublicanos y antidemocráticos de los contenidos o fines constitucionales y de sus demás leyes reglamentarias y ser un poder público, cuyas resoluciones individuales, en su mayoría perjudican al pueblo.

Ya le dieron entrada a los amparos que solicitar anular, con el pretexto de revisar el procedimiento por el cual se reformó la Constitución, los contenidos para que los particulares (con dinero o sea los empresarios golpistas, apoyados por Televisa y TV-Azteca ya que éstas obtenían millonarios pagos por publicidad) usaran los medios de comunicación para orquestar campañas neofascistas. Alegan que esa reforma vulnera la libertad de expresión. Pero el duopolio de Azcárraga y Salinas Pliego sólo permite ejercer ese derecho a los que contratan las tarifas millonarias, como sucedió cuando los empresarios apoyaron al PAN y a Calderón.

Necesitamos que se establezca un Tribunal Constitucional como órgano autónomo e independiente de la Suprema Corte, para que ésta deje de ser juez y parte, ya que actualmente no se tiene la vía para impugnar a los once ministros que han hecho de la Corte su coto de caza y se convierten en un poder por encima del Congreso e incondicional del presidencialismo para, finalmente, ponerse al servicio de la oligarquía.

Televisa y TV-Azteca se han rebelado contra las reformas constitucionales, negándose a cumplir con las disposiciones electorales. Están abiertamente contra las instituciones, sabiendo que sus gestiones ante las instancias judiciales contarán con la protección de la Suprema Corte. Los ciudadanos lo sabemos, pero la crisis por la parcial conducta de quienes hacen mayoría en ella con la mira de cuestionar las reformas Republicanas y Democráticas, es una tentación autoritaria. Contra esto, urge la creación del Tribunal Constitucional.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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