México, D.F., 2 de junio de 2008
DEBE SINDICALISMO AUTENTICO GENERAR NUEVAS ESTRATEGIAS
FRENTE A LA RECOMPOSICION DE LA DELINCUENCIA CORPORATIVA
• Presentó Javier Aguilar su libro Radiografía del Sindicalismo en México
• Perversa la alianza Gordillo- Deschamps, sólo busca consolidar cacicazgos y ganar espacios electorales
• Urgente replantear trabajo sindical para enfrentar embate de la derecha: CILAS
Los sindicatos independientes y auténticos deben generar nuevas estrategias de lucha para defender los derechos laborales, sindicales y económicos de los trabajadores y enfrentar de manera eficiente el embate neoliberal que busca avasallarlos y ante la recomposición de la delincuencia sindical que se manifestó en la alianza Gordillo-Deschamps, señaló este lunes el investigador de la UNAM, Javier Aguilar García.
El sindicalismo mexicano se ha ido agotando a causa del sometimiento de sus liderazgos al poder en turno, la falta de democracia en el ámbito laboral y por la falta de propuestas para encarar la nueva realidad y las necesidades que ha impuesto una globalización desigual e injusta para los trabajadores, agregó.
Durante la presentación de su libro Radiografía del Sindicalismo en México editado por el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), el académico explicó que las principales organizaciones corporativas del país no se prepararon para las necesidades que requerían los nuevos mercados y se aferraron a las cuotas de poder que detentaron durante varias décadas.
Sin embargo, dijo, la nueva realidad sindical es sombría para los trabajadores porque de 45 millones de Población Económicamente Activa (PEA), que tiene México, apenas cinco millones están sindicalizados; sólo 15 millones tienen seguridad social; es decir, si descontamos dos millones de empresarios, alrededor de 28 millones de personas en edad de trabajar no tienen protección ni prestación alguna.
El autor dio a conocer que las organizaciones gremiales no han podido adaptarse a las políticas económicas actuales, lo que ha significado una importante merma en su membresía, poder político y puestos de representación popular.
Lo más lamentable, continuó, es que esas cifras tan bajas de sindicalización se han mantenido por lo menos en los últimos 12 años, como producto de un proyecto que deliberadamente golpea a los trabajadores y sus organizaciones en aras de una productividad que significa dividendos sólo para los empresarios.
Aguilar García, dijo que la prevaleciente corrupción en las agrupaciones sindicales no es sólo producto de los malos manejos de sus líderes, pues para que se den este tipo de prácticas es necesaria la complicidad de los patrones.
“Se ha dado una desestructuración enorme de la fuerza de trabajo que favorece la falta de organización y por tanto de resistencia; que favorece el desempleo y como consecuencia el incremento en los índices delictivos, narcotráfico, etc”.
Explicó que la alianza entre la dirigente de los maestros Elba Ester Gordillo y el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps no va a ser la pieza clave de un nuevo sindicalismo, por el contrario, es una “unión perversa” que busca darle nueva vida al sindicalismo corporativo, corrupto y antidemocrático que les ha significado muchos millones de pesos y poder político a costa de los trabajadores.
Por su parte, el coordinador general del CILAS, Héctor de la Cueva puntualizó que la unión de Gordillo y Deschamps es solamente una recomposición de lo que también llamó delincuencia sindical organizada para favorecer el proyecto económico y político de la derecha, encabezada por el presidente Felipe Calderón.
“Buscan crear un polo sindical a su favor para defender sus cacicazgos entre maestros, servidores públicos, petroleros y ampliarlo a los trabajadores en general y con ello incidir tanto en la reforma laboral, como en la energética”, añadió
Ellos se están preparando también para enfrentar el 2009 desde una posición de poder y capacidad para negociar puestos de elección popular, por ello “es urgente que las organizaciones hagan un replanteamiento estratégico, pues el capital, el gobierno y las políticas económicas de los últimos años han venido achicando las condiciones laborales”.
A su vez, Luis Bueno Rodríguez, presidente del CILAS aseguró que el tipo de sindicalismo que predomina en el país no sirve, no representa los intereses de los trabajadores, sino por el contrario se ha convertido en una sistema amafiado.
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