María Teresa Jardí
Al abrir ayer mi correo encontré un comentario de mi amigo Jorge Alvarez, el que por su importancia me apresuro a compartir con ustedes.
"Ayer --debió ser el lunes, como sigo en el DF aunque leo por la Internet el diario siempre se van cosas, porque el comentario, que yo encuentro el miércoles por la mañana, es del martes-- salió publicado en el POR ESTO! un articulo del British Medical Journal, donde Ray Moynihan denuncia que la industria farmacéutica, con la complicidad, por mala fe o ignorancia, (sobre todo esto último), de los médicos, inventa enfermedades y se bajan los parámetros de salud para incluir gente sana dentro de los considerados enfermos y vender más medicamentos.
"Con respecto a eso él (Ray Moynihan) señala que se bajan los índices considerados normales de presión arterial o sobrepeso y yo podría agregar los de glucosa en sangre para inventar más diabéticos.
"Hace poco menos de 3 meses descubrí, casi casualmente, que yo estaba enfermo de diabetes mellitus tipo II, que suele surgir en las personas obesas de más de 50 años, condiciones que yo cumplo ampliamente. Al igual que en otras ocasiones me aboqué a estudiar en los libros más completos de medicina, (Guyton de fisiología y Goodman de Farmacología), que no suelen ser los que utilizan los estudiantes por ser demasiado extensos y detallados, --y seguramente caros, añado yo-- el funcionamiento del páncreas y sus disfunciones.
"Esto es algo habitual en mí desde la infancia, mi padre me estimuló el entusiasmo por conocer el funcionamiento tanto de mi primer auto como de la maravillosa maquinaria humana, o cualquier máquina que yo considerara importante para mí.
"Allí descubrí, casi sin sorpresa, que el umbral que determina quién es sano o diabético ha venido bajándose arbitrariamente y sin explicaciones por la medicina oficial "científica" desde 160 mg/ml- 80 mg/ml, de glucosa en sangre, que se mide generalmente en mg/ml, (miligramos sobre mililitro), hace 30 años, (mi primer libro de Fisiología lo compré en 1978), a 140-80 y, actualmente, a 120-70mg/ml, aunque algunos médicos ya están considerando como límite superior 110 mg/ml.
"Esto, por supuesto, al igual que con los niveles `normalesï de presión o colesterol es para poder incluir en la franja de "enfermos" mucha más gente.
"Yo, por mi parte, estaba muy por encima de esos valores, incluso a niveles peligrosos, así que para mí no importaban esas arbitrariedades de la medicina de mercado, pero ahora y recordando la invención de pandemias de los últimos años pregunto: ¿quién controla las instituciones internacionales como la OMS y sus crímenes a favor de las ganancias de laboratorios privados?
"Recuerdo que hace 3 años esa organización dependiente de las Naciones Unidas, que también perdió credibilidad internacional al convertirse en justificadora de los genocidios de Bush, adquirió 10,000,000 de dosis de Tamiflú, pues, según decían, era el único medicamento capaz de detener la monstruosa pandemia de gripe aviar que iba a diezmar a la Humanidad. De esa supuesta gripe ha habido 70 casos en 3 años y entra holgadamente dentro del error de diagnóstico pues se encuentran millones de casos de distintas cepas de gripe cada año.
"Obviamente esas 10,000,000 de dosis se habrán vencido hoy en día y su eliminación habrá tapado más de un inodoro, pero el laboratorio Roche se enriqueció gracias a ese manejo del dinero de los países miembros de la ONU.
"También recuerdo hace más tiempo la invención del SARS, que también amenazaba a nuestra pobre raza humana y para alarmar la telebasura mostraba unos chinos con mascarilla y decía que en China estaban aterrados por ese síndrome mortal que había matado ¿5? ó ¿10? personas, no lo recuerdo, pero sí recuerdo que también en ese caso se hablaba de un antibiótico que al parecer podría salvar la vida de los pobres infectados de todo el mundo.
"Basta leer al genial historiador, doctor en leyes y filósofo Antonio Escoltado para saber que lo que conocemos como medicina "científica" está en manos de criminales que sólo les interesa su beneficio económico, no desde ahora, ni desde el siglo XX sino desde siglos antes, cuando se dedicó a perseguir a la herboristería y los conocimientos médicos de otras culturas en nombre de un "solo Dios verdadero", perdón quise decir en nombre "de la única disciplina científica", combatiendo la superchería y los conocimientos de ancestrales médicos precolombinos, mucho más eficaces que los de ellos.
"Así, los más grandes logros de la medicina científica fueron hechos por personajes no-médicos, que ellos como corporación persiguieron y denostaron por "no ser titulados", como Luis Pasteur y el inventor de la anestesia, cuyo nombre no recuerdo, que murió en la miseria y la marginación por la persecución de los `verdaderos médicos científicosï.
"Ciertamente creo que la Humanidad va a extinguirse sobre el planeta en muy poco tiempo más, pero no será por un retrovirus, ni por un virus, ni por una bacteria, ni tampoco por algún extraño microbio. Será por un agente 1,000 veces más mortífero: su estupidez".
Yo añadiría que el fin de los humanos va a ser para bien de las otras especies animales no humanas, para bien de las que los humanos hayan dejado vivas, porque también el humano es el más perverso de los animales.
Tan perverso ha llegado a ser, el ser humano, que se ha tornado en imperdonable y por eso no merece salvarse.
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