Alvaro Cepeda Neri
La derechización del poder presidencial, con motivo de las alternancias panistas (la foxista fue un fiasco democrático, pasando a ser un devastador botín) ha generado la inestabilidad, no en los fundamentos del laicismo afianzados en la Constitución y sus instituciones, pero sí en uno de los postulados de la convivencia social entre las diversas iglesias, al grado de cuestionar la tolerancia religiosa, duramente alcanzada en 1857 cuando se consolidó la Reforma a la par de la Restauración de la República, la vigencia de las Leyes de Reforma y la victoria del Liberalismo Político.
Al interior del PAN conviven, aun agarrados de la greña, calderonistas derechistas y yunques ultraderechistas, y hay varias facciones religiosas, que si bien se inspiran en sus creencias no las mezclan con el ejercicio de la política, porque el Estado mexicano se afianza en el principio del carácter laico, que significan gobiernos ajenos a la religión y cultura laica con base en una educación sin intervención de las Iglesias. Pero hay grupos que constantemente -y más algunos panistas- quieren echar abajo esas características.
Así, quienes consideran que debemos defender, contra viento y marea, la tolerancia religiosa como única libertad religiosa, también salen al paso de la intolerancia (la hay, además de religiosa, política, racial y de género), para mantener encendida la flama constitucional de una sociedad laica, donde se practiquen las creencias religiosas y que éstas no interfieran en la conducción del Estado, sus Poderes Gubernamentales y la impartición de la educación privada y pública, que nos ha permitido la convivencia religiosa pacífica.
Por eso es de aplaudirse el Foro (que se llevará a cabo mañana en el auditorio del edificio "E" de la Cámara de Diputados, del Congreso General), y que tendrá como tema La tolerancia dentro del marco del Estado laico. Con la mira de mantener alerta a la opinión pública, de las intentonas de pretender impulsar contrarreformas ideológicas contra los Artículos: 3, 24 y 130 constitucionales. Defender estas conquistas es un deber democrático, un compromiso republicano y un acto de tolerancia religiosa.
Democracia y republicanismo son la escolta del Estado Laico, para garantizar el ejercicio de la creencia religiosa que libremente decidan practicar los mexicanos, conforme a los derechos humanos vigentes. Y de mantener, como factor común de la educación, su fundamento laico en el contexto de la separación del Estado y las iglesias, como principio irreversible al que es necesario defender y apuntalar cotidianamente. Y más cuando los resabios de la intolerancia asoman la cabeza amenazante. Así que, saludamos el Foro donde se discutirán las virtudes republicanas y democráticas del Estado Laico y el postulado de la tolerancia religiosa. La nación necesita estar enterada de que hay amenazas derechistas contra el laicismo, por lo cual es prioritario organizar más foros, pero en cuando menos las principales ciudades del país, para avivar la defensa laica de nuestra convivencia social.
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