Recurren autoridades de Guanajuato a represión ilegal
Martín Diego Rodríguez (Corresponsal)
Pénjamo, Gto., 21 de noviembre. Rubén Vázquez Martínez, dirigente del Movimiento Pro Mejoramiento del Agro Guanajuatense, sabía de los riesgos que representaba exigir tarifas de energía eléctrica justas para los campesinos, pero no que sería hostigado y aprehendido, aun con un amparo, ni que su esposa y su hija de 10 años de edad sufrirían un intento de secuestro.
La noche del 25 de octubre Vázquez Martínez fue interceptado por varios sujetos cuando participaba en una asamblea en Dolores Hidalgo. Sin explicaciones, los agresores cortaron cartucho y lo subieron a un vehículo sin placas, lo que hizo suponer a sus compañeros que se trataba de un secuestro, por lo que interpusieron una denuncia de hechos ante la Procuraduría de Justicia estatal.
Pero no. El dirigente fue llevado a la subdelegación de la Procuraduría General de la República en Celaya, donde no le valió llevar un amparo, del cual porta siempre más de una copia fotostática. Considera que su detención estuvo plagada de irregularidades, pues “me acusaron de robo de fluido eléctrico y no he robado nada; de hecho el medidor está funcionando y voy a pagar. ¡Claro que les voy a pagar!, pero a precios justos”.
A partir de entonces anda “a salto de mata”, dice, por lo que la entrevista se pacta en tres lugares distintos para después acordar uno definitivo. “No es otra cosa, sino que ya me agarraron aun cuando tenía un amparo”, argumenta el activista.
Desde 1999 Rubén Vázquez y mil 800 campesinos emprendieron acciones para “recuperar la dignidad en el campo y dejarle claro al gobierno que no queremos caridad ni tampoco programas asistencialistas”, sino “que nos permitan ser más competitivos, con tarifas de insumos que nos dejen vivir, que nos permitan salir adelante y recuperar la soberanía alimentaria del país”.
Recuerda que en 2001 la organización entregó al Congreso de la Unión una iniciativa de ley de energía para el campo. “No pedimos que nos regalen nada, pero queremos garantías para producir y para sembrar”. Pero esa propuesta “fue mutilada por Vicente Fox Quesada, y de una iniciativa de ley quedó en un reglamento que ni siquiera se ha cumplido”.
La propuesta es que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fije una tarifa de 14 centavos por kilovatio/hora a fin de dar “un respiro a los campesinos”, pues la actual, de 97 centavos por kilovatio, aunada al incremento en insumos como diesel, gasolina, fertilizantes y refacciones para la maquinaria, “nos están acabando. Hay quien paga hasta 1.60 pesos por el kilovatio, y es la muerte cuando el campo no da para más”.
Asevera que el excesivo costo de la energía eléctrica ha provocado que por lo menos 7 mil 500 campesinos de Guanajuato adeuden hasta 500 millones de pesos a la CFE, “que no podemos seguir arrastrando”.
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